Cuando Kyungsoo despertó, no fue debido a los besos y las caricias de Jongin, sino a los sollozos de Kim Junmyeon, aquel a quien llevaba meses sin verle el rostro. No fue recibido por besos ni sonrisas dulces, palabras de amor o caricias delicadas en su cuerpo, sino por el olor a medicamento y la punzada en la muñeca debido al catéter con suero. Sus ojos se abrieron con pesadez, y el pitido de la máquina junto a él le taladró la cabeza.
A su lado estaba Junmyeon, aferrándose a su mano y con el rostro hundido, sollozando tan escandalosamente que no podía soportarlo. Su interior ardía, sentía ganas de vomitar, el dolor en su cabeza viajaba por todos lados, atacando por igual.
¿Acaso fue todo un sueño? ¿Jongin fue solo una ilusión?
-Kyungsoo, mi amor -a Kyungsoo le tembló el cuerpo entero al escuchar a Junmyeon decir aquello. Se sentía tan distinto, tan simple. Su voz, su tacto... él no era Jongin; él no hacía que su corazón se acelerara, ni le provocaba el deseo de estar con él por el resto de su vida-. Dios, amor. Perdóname, perdóname por haber sido un imbécil y no haberte entendido. Gracias a Dios estás aquí, sano y salvo, amor. Mi Kyungsoo.
Junmyeon no dejaba de hablar, era tan efusivo que a Kyungsoo solo le provocaba ganas de echarse a llorar; no podía pensar claramente, todo era tan difícil de procesar.
Jongin le abandonó, le dejó a su suerte y se sintió horriblemente traicionado. ¿Realmente lo amaba tanto como él decía? Sin poder evitarlo, comenzó a sollozar. Los ojos le ardieron y la cabeza le dolió, especialmente cuando Junmyeon intentó consolarlo.
-Sh, bebé. Ya estás aquí y pronto estaremos en casa, lo prometo. Baekhyun era el más emocionado cuando se enteró que por fin estabas aquí y no dejó de llorar, pero de felicidad, cariño.
Junmyeon no dejaba de acariciar sus cabellos, diciendo montones de cosas que hacían que todo le diera vueltas. Quería estar solo, regresar con Jongin, refugiarse en sus brazos y besar su rostro por siempre, así eso significara permanecer fugitivos por siempre.
-Déjame solo -sollozó dolido. Esa no era la realidad que deseaba, no era el mundo perfecto en el que había estado viviendo; Jongin se había desvanecido, y él despertaba del mejor sueño de toda su vida-. ¡Déjame solo, Junmyeon! -gritó.
Una enfermera se apresuró a entrar para pedirle a Junmyeon que se retirara, en lo que Kyungsoo se hundía en su propio llanto.
Esa misma tarde, fue atacado con cientos de preguntas.
¿Fuiste obligado a mantener relaciones sexuales?
¿Conoces el nombre de tu captor?
¿Recibiste algún tipo de maltrato físico?
Jongin jamás pudo haberle hecho daño, y cuando lo hizo, siempre terminaba mimándolo y llevándole al éxtasis; solo le lastimaba cuando tenía que prepararlo, pero es que siempre fue tan estrecho para él.
¿Cuántas personas eran?
¿Puedes describir el lugar en el que fuiste recluido?
¿Tu secuestrador tiene más de treinta años?
Secuestrador... qué palabra tan horrenda para referirse al amor de su vida.
Kyungsoo se limitó a permanecer en silencio, y los doctores terminaron atribuyendo aquello al estado de shock en el que se encontraba. Los profesionales y la policía aún estaban pasmados por el perfecto estado de salud en el que fue encontrado, radiante y bien alimentado a pesar de su situación, y lo único que no encajaba, era la cantidad de sedante que le fue inyectado antes de ser abandonado en Seúl.
Dos días después, Kyungsoo por fin llegó al departamento. Sus padres y su hermano estaban ahí, listos para consentirlo y llenarlo de amor luego del episodio tan terrible que sufrió. Pero Kyungsoo sentía que la pesadilla apenas estaba comenzando.
Toda su habitación estaba hecha un caos, al parecer Junmyeon se había desecho de sus cartas y sus regalos, que eran lo único que le podía recordar a Jongin.
A partir de esa noche, Kyungsoo le exigió a Junmyeon dormir a solas. De esa forma iba a poder llorar a Jongin, pensar en lo mucho que lo amaba y cuánto lo odiaba por haber dejado que se lo llevasen.
Jongin, Jongin. Por favor, ven.
Kyungsoo no dejaba de suplicar en silencio, entre sollozos en medio de la oscuridad, mismos que llamaban la atención de su familia y los demás miembros que deseaban ayudarlo. Pero él no los necesitaba; solo quería tener a Jongin a su lado.
O volver a ser quien era antes de él.

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Fanatismo | kaisoo
FanfictionRegalos lujosos, notas de amor y palabras dulces fueron lo que recibió el cantante Do Kyungsoo como preludio a su peor pesadilla. Cautivo por culpa del amor insano de un misterioso fanático, Kyungsoo pronto se ve a sí mismo envuelto en una pasión en...