Extra: Navidad

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2019

Kyungsoo terminó de acomodar los regalos a primera hora de la mañana antes de que sus tres dormilones se despertasen. A pesar de que Jongin le había prometido ayudarle a envolverlos y colocarlos bajo el árbol, pero que por favor le despertara cuando se levante para que lo hicieran juntos, Kyungsoo sabía que era inútil intentar que el moreno se pusiera en pie a las seis de la mañana.

Apenas acabó, regresó al dormitorio principal y se acomodó de nuevo en la cama, en donde Jongin, en medio de su inconsciencia, le acomodó en sus brazos. Afuera estaba nevando ligeramente, y como habían vuelto a la casa grande, a Kyungsoo le encantaba dormir con las cortinas corridas para poder disfrutar de la luz de la mañana y el cielo gris llorando nieve. Algunas horas después, los golpes en la puerta despertaron a ambos, aunque a uno de mejor humor que al otro.

-¡Hyung! -habló Sehun desde el corredor-, Zitao está desesperado por abrir los regalos, pero no quiere bajar hasta que ustedes estén fuera, ¡vamos ya, que este niño me está desesperando!

-¡Eso es mentira, Hunnie! ¡Tú quieres abrir los regalos!

-Diles a esos niños que se vayan a dormir, Soo, es temprano.

Kyungsoo dejó salir una risa adormilada cuando Jongin se cubrió por completo con las sábanas, no obstante, le ignoró y se dispuso a removerlas de encima, provocando que el otro se hiciera ovillo en la cama por el frío que erizó su piel.

-Prometiste levantarte temprano, Kim Jongin. ¡Arriba, ya!

A pesar de las quejas, el moreno terminó por ponerse de pie en una actitud más infantil que la de Sehun y Tao. Estaba haciendo un frío jodido y ese enano le obligó a levantarse cuando bien pudieron fingir que dormían y dejar a los dos adolescentes a su suerte, pero Kyungsoo tenía complejo de madre y Jongin de padre complaciente, por lo que no le quedó de otra más que levantarse.

Kyungsoo les obligó a desayunar antes de abrir los regalos, y apenas terminaron, los dos menores se precipitaron hacia el árbol para rasgar los envoltorios.

-¡Oh Sehun! Ese regalo es mío.

-¡Aquí claramente dice que es para el consentido de la casa!

-Sehun, es temprano para que molestes a Tao -Jongin intervino desde el sofá, en donde se hallaba acurrucado.

-Exacto, además, claramente fuiste tú el que escribiste eso -lloriqueó el niño chino-. Kyungsoo hyung tiene una bonita letra, eso tan feo solo pudo ser escrito por ti o por Jongin hyung.

-Olvídate de que vuelva a defenderte, Taozi.

-Sehun -Kyungsoo se apareció en la sala, llevaba un ridículo suéter que Zitao insistió en que todos usaran, aunque el caprichoso niño más pálido se había negado al principio-, ese regalo es tuyo, pero no quiere decir que seas el consentido. Deja de molestar a tu hyung y abran sus regalos.

Jongin ocultó una carcajada, Kyungsoo se sentó a su lado y el moreno terminó por atraerlo hacia él para envolverlo entre sus brazos. El mayor soltó un suspiro de felicidad, estaba contento de sentirse en familia con esos tres tontos.

Los adolescentes abrieron sus regalos entre risas y bromas por parte de Sehun, y luego los dos mayores recibieron los regalos que los dos niños habrían preparado para ellos. Luego se acomodaron en la sala con palomitas y refrescos para mirar alguna, en palabras de Sehun, estúpida película navideña, por capricho de Zitao.

El resto de la mañana la pasaron los cuatro juntos, y después del mediodía, el timbre se hizo escuchar en la casa. Kyungsoo se paralizó en su sitio, se suponía que nadie conocía la ubicación del lugar. Sehun le puso pausa a la película y Zitao tembló a su lado.

Fanatismo | kaisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora