El nuevo || Minsung

[02]

— Oye, nuevo... me vas a dejar ciego de tanta lindura, bajale ¿si?

Minho quedo perplejo por lo que acababa de escuchar, es decir, ¿acaso jisung le había dicho lindo? ¿porqué? ¿él parecerle lindo a alguien? ¿era alguna broma por ser el nuevo?.

De todas maneras sus mejillas estallaron en un fuerte sonrojo y lo único que hizo fue entre abrir su boca para respirar mejor -a parte de que ya se le era costumbre hacer esa acción- y voltear a ver a su compañero para quizás decirle algo como “¿gracias...?” pero conociendo a minho; nuestro tímido protagonista se le quedo viendo en silencio, sin saber que hacer o como reaccionar a tal alago.

— Sos una persona de muy pocas palabras, ¿no?

— Eh... Y-yo, supongo... —se dio una palmada interna ya que eso fue lo único que su boca pudo formular. Se sentía tan idiota por tartamudear siempre. Muy idiota.

— Deberías de hablar más, tienes una linda voz... es muy agradable

— G-graci-

— ¿Tan importante esta su plática para que no me presten atención? Señor Han y Señor Lee —interrumpio su profesora quien estaba viendo con un poco de frustración a la parejita que no estaba prestándole atención.

— Lo siento, prestáremos atención a su clase —fue lo único que dijo jisung para dirigir la vista al frente como si nada hubiera pasado y comenzar a copiar lo que yacía en él pizarron.

Minho le resto importancia -aunque le haya costado, mucho- y también intento ponerle atención a su maestra. Después de todo eran matemáticas, realmente nunca se ha llevado bien con ellas, si la pasaba era de puro milagro así que se esforzaría en entenderle lo mejor posible y no bajar su estable promedio.

La hora paso muy lenta a perspectiva del castaño, lo único que quería era que el timbre del receso ya sonará de una buena vez para salir de ahí e irse a sentar debajo de algún árbol en el patio solo con su soledad a comer.

Se sentía de alguna forma por así decirlo; asfixiado.

Y como si él cielo le escuchara en esos momentos, el timbre sonó, todos los del salón se abalanzaron como animales hacía la puerta para salir, mientras que la profesora soltaba un largo suspiro y dejaba escrita alguna que otra tarea para que los alumnos hicieran en sus casas.

— ¡Hannie! ¿quieres que vayamos a la cancha a jugar? —se acercó al asiento que compartia Minho con jisung un chico rubio, alto, con lindas pecas, de voz gruesa -demasiada- y profunda, con una cara sonriente.

— Claro —respondió con una misma sonrisa el peli rosa—, vamos por channie y jeonginnie

Sería lindo tener un amigo que te invite a jugar... pensó minho antes de levantarse de su lugar con su merienda -cortesía de su madre- para irse afuera a como lo había planeado, pero cuando iba cruzando la puerta del aula, otra vez esa melodiosa voz lo detuvo en seco.

— ¡Minho-ah! ¿venis a jugar con nosotros? en tu primer día como él nuevo, no permitiré que te la pases solo ¡así que vamos! —dijo jisung todavía con una gran sonrisa en el rostro, mientras que a su lado, él rubio le regalaba una sonrisa amistosa de igual manera. Invitándole con la mirada a que fuera con ellos.

Tuvo oportunidad de negarse, claro que la tuvo pero ni él mismo se dio cuenta en cuanto fue arrastrado -literalmente- por los dos jovenes hacia lo que vendría siendo él lugar de deportes, la cancha.

Se encontraron con dos chicos en él camino, uno con una linda sonrisa que contenía metal, y otro chico pálido, realmente pálido.

Sería la primera vez para minho jugando con cuatro chicos a la vez, ya que siempre habían sido él y su amigo jimmy en su antigua ciudad. Y como siempre, se encontraba nervioso... no sabía que hacer, como actuar o si debía meterse a la conversación o no.

Comenzaron jugando fútbol, lo único que hacía minho era estar parado como portero -a petición de él- viendo él juego tranquilamente en silencio sin hacer casi algún movimiento llamativo. Mientras menos interactuaba, mejor... según él.

Poco a poco se les fueron sumando más personas al juego, por lo que deducio que eran otros amigos de jisung. En total estaban nueve jugando, en su equipo estaba: jisung, chan, un tal hyunjin y él. En él equipo contrario se encuentra: felix, jeongin, woojin, seungmin y changbin.

Se sintió bien y hasta cierto punto agradable estar en esa atmósfera divertida con ellos, era una sensación realmente cálida. Cada vez que jisung no corría tras la pelota, se dedicaba a voltear hacía atrás para sonreirle a minho como solo él sabía hacer. No comprendía porque ese chico estaba teniendo que ser tan amable con él. Quizás sea lastima por ser él nuevo, o por simple obligación. Pero minho quería pensar que no era así, que realmente este año si iba a hacer amigos. Iba a alejar esa faceta del tímido hacía la basura.

Iba a cambiar. Pero él no sabía que también lo haría por una persona en especial.

Quizás no sea tan malo, pensó.

Visualizó como él rubio del equipo contrario se acercaba hacía él, ¿acaso había hecho algo mal sin darse cuenta? ¿porque se le estaba acercando con tanta confianza?

— Hey, minho ¿no? —tuvo un asentimiento como respuesta—. Quería preguntar algo... ¡Pero no te lo tomes a mal! ¿sí? solamente quiero saber, si... umh... ¿q-qué pensas de jisung-ah?

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