[Fragmentos*]

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Las yemas de sus dedos recorrían el rostro delgado del joven mientras que él volvía a verse reflejado en los zafiros de aquellos intensos ojos de los cuales nunca quería desaparecer.

"Dime que eres real" pidió en súplica la azabache mientras cerraba sus ojos, dejándose consentir por aquellas caricias de las manos delicadas de Adrien en sus mejillas.

"Soy real."

¿Podrían estar juntos ahora? ¿O habrá algo más que los separe?

Lo dudaban. Como si ambos sintieran que era un sueño y que si el tan anhelado contacto sucedía todo se iba a desvanecer. Acercaban sus rostros y los alejaban. Se miraban directamente leyéndose las mentes y riendo por ello. Ambos estaban hechos el uno para el otro.

"Bésame" susurró Marinette casi inaudible, mirando la sonrisa del rubio cuando asintió y aproximó sus labios a los de ella uniéndolos al fin sin ver llegar el esperado momento de ambos.

En aquella atmósfera desconocida en donde el Sol no quemaba y el tiempo no existía perduraron en aquel beso hasta que se les hizo extraño que no hubiera algo que les detuviera. Escuchando el vacío y lo que parecían ser los latidos de un corazón errático mirando alrededor con cierta confusión.

"Marinette" comentó Adrien volviendo su vista a ella "¿qué haces aquí?"

"¿Qué hago aquí?, pero si yo tengo la misma pregunta para ti" dijo ella al darle un leve empujón de los hombros.

La mirada aterrada del muchacho la hizo dudar de que se tratara de algo bueno. Le había tomado de los brazos y le obligaba a verlo directamente, como cuando quería que le prometiera algo o que entendiera una razón muy importante.

Fue entonces cuando lo pensó. ¿Estaba muerta?

¿Tal vez en coma?

Sólo tenía fragmentos de lo sucedido en su memoria.

"Adrien, yo..."

"No, no Mari, tú no puedes" dijo él dando vueltas por todo el lugar. "No puedes, estás aquí por error. Tú no debes estar aquí"

"Pero tú estás aquí, ¿acaso estás también por error?"

El muchacho detuvo su andar en seco y se acercó a abrazarle con cariño. Era inexplicable el sentimiento o la sensación que se producía en sus cuerpos al tener aquél contacto, como si ambos estuvieran en la realidad y experimentaran ese contacto físico, sin embargo, había un vacío entre ambos y era algo que no ocurría en la vida real.

"No Marinette, yo estoy aquí por otros motivos, pero ¿tú? Tú debes volver, algo debe estar ocurriendo y te necesitan allá afuera"

"Yo te necesito allá afuera" replicó ella sintiendo un ardor en sus ojos, pero por algún extraño motivo no podía derrochar lágrimas "¿qué tal si mi deseo se hizo realidad? Mi deseo de estar contigo"

Él buscaba las palabras correctas para intervenir, para hacerle entrar en razón, pero ciertamente es muy difícil. Ha sido difícil desde el principio. Si tuviera la oportunidad de cambiar las cosas lo haría, si pudiera volver al pasado y no cometer los errores que cometió lo haría, con tal de estar más tiempo con ella y hacerla feliz.

Pero en la muerte no existen segundas oportunidades y él debía impedir que su padre cometiera una locura que pudiera incluso, destruir el universo.

"Tuvimos nuestro deseo, Marinette" le respondió él tomándole de las manos acariciándole éstas "y fue hermoso. El mejor tiempo de mi vida sin duda". Pasó la lengua por sus labios, como si de verdad sus labios estuvieran secos, pero tal vez era sólo costumbre "Pero eso fue todo, mi amor. No hay más por ver, hay que seguir ambos".

No me olvides [Marichat-TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora