Our life is... ||Shin Soukoku||

3. || Pendiente ||

Capítulo 3. Pendiente

- Duele Ryu, duele mucho

- Ya, ya pasará, solo debo meterlo un poco más

- No, Ryu, ya no más, duele

- Relájate, te dije que te dolería pero quisiste hacerlo

- Duele, duele

Unos días atrás, Akutagawa había recibido un regalo por parte de Chuuya, pues se rumoreaba que tenía novia, así que el chico apodado Petit Mafia por Dazai había considerado ayudar al niño que conoció hace unos años y darle un presente para la afortunada... mala elección

Akutagawa llego aquel día con un par de lirios, una crepa y la caja que Nakahara le había entregado no sin antes decirle "no lo abras tú, será una sorpresa para ambos"

- Jinko, estoy en casa – le llamo para avisar que había llegado a casa

- Bienvenido Ry- al ver al azabache con aquellos detalle se quedó completamente rojo y paralizado - ¿Ryu?

- Mis jefes se enteraron que estoy saliendo con alguien – sonrió el mafioso mientras se adentraba a la casa y llegaba al albino – me dieron un presente para ti, creí que podría hacer algo lindo yo también

- Ryu... n-no tenías que y

- No, pero quería – dijo para besar al albino – quería ver esa carita tuya sonreír

- Gra-Gracias – dijo el albino tomando las flores – las pondré en agua

- Si, y apresúrate o tu crepa se enfriara

- Si ~

Atsushi coloco los lirios en agua, los llevo a su sala para que adornasen y devoro su crepa feliz, Akutagawa era feliz con el albino pues los pequeños detalles le hacían feliz y a él le gustaba verlo feliz

- ¿tengo que usar el regalo?

- Chuuya-san dijo que si, además si se llegase a enterar que mi pareja no los usa sería una pena para mi trabajo, ya sabes

- Si, entiendo – suspiro el albino – entonces veamos que es

Atsushi abrió la caja para encontrarse con un par de lindos pendientes, no eran ostentosos de hecho, solo eran una piedra al parecer demasiado brillante y costosa; ambos se miraron, miraron el regalo y el albino rápidamente tomo sus orejas

- No – dijo Atsushi

- Jinko no podemos ser groseros

- No se enterará

- Lo harán, ellos siempre lo saben

- Entonces ¿por qué compro algo así?

- Vamos Jinko, será rápido

- No quiero

- Lo haré con Rashoumon

- No quiero Ryu

- Jinko es importante

- Pero son costosos y de mujer y

- Atsushi por favor

Con aquella petición, el albino no pudo decir que no, Akutagawa sabia convencer a su gatito, pensó en tranquilizarlo, por lo que jugo con el glóbulo del albino, claro que al verlo reaccionar no dudo en usar su boca, Atsushi estaba relajado, estaba listo, llamo hilos delgados de Rashoumon los cuales atravesaron los lóbulos del albino haciéndole gritar

- Ya Ryu, para

- No puedo parar si no dejas de usar tu regeneración, cada que hago un hoyo nuevo lo provocas

- Es que duele, no puedo evitarlo, lo hace solo

- Hagámoslo por quinta vez, esta vez tengo una idea

- ¿Cuál?

- Te dolerá más

- No quiero Ryu

- Flojito y cooperando Jinko

Akutagawa volvió a llamar a Rashoumon, esta vez, tomo los pendientes envolviéndolos en él, hizo nuevamente el hueco en el albino esta vez dejando allí los pendientes, Atsushi comenzó a llorar por el dolor pero poco a poco se fue desvaneciendo, miro a Akutagawa sonriente y seco sus lagrimas

- ¿Por qué sonríes?

- Resaltan con tus ojos

- Torpe

- Vamos, te compraré un helado ya que los estas usando por mi

- S-si

Al día siguiente en la agencia, Atsushi no había podido quitarse los pendientes, a media tarde en su misión con Dazai, este decidió hablar

- Atsushi-kun

- Dime Dazai-san

- Sabes que aún tengo contacto con algunos miembros de la mafia ¿no?

- Si Dazai-san

- Hace unos días, Chuuya me pidió una favor

- ¿un favor?

- Sip, comprar unos lindos pendientes para la novia de Akutagawa

- Ah – el albino se había puesto rojo, nervioso, Dazai sonrió al verlo

- Sabía que te gustarían

- ¿Dazai-san usted lo sabía?

- Sí, pero no lo había confirmado, por eso elegí esos pendientes – dijo entre risas

- No es divertido Dazai-san

- Lo es – dijo entre risas – sabía que terminarían juntos

- ¡Da-Dazai-san! – grito Atsushi avergonzado por las palabras del castaño

¡Gracias por leer!