15. || Cansancio laboral ||

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Atsushi había llevado una semana llena de trabajo, ni siquiera había tenido su domingo de descanso, un caso mantuvo a toda la agencia trabajando. Era un miércoles como todos, pero el trabajo tenía más que cansado al albino, cabeceaba y sus ojeras eran enormes.

- Chico, me llevaré a los hermanos Tanizaki, Dazai salió con Rampo y el director está en la central junto con Haruno

- Si Kunikida-san – respondió el albino

- Debo ir a revisar una nueva escena del sospechoso, así que quédate a cuidar de las oficinas, regresaré en 45 minutos y 38.2 segundos

- En-entiendo Kunikida-san

- Traeré algo de café para ti - dijo el idealista saliendo de la oficina

Atsushi se dejó caer en el escritorio, desearía seguir siendo menor de edad para ser mandado a descansar como hicieron con Kenji y Kyouka, estaba solo en la oficina, incluso la doctora Yosano tenía trabajo extra en el hospital.

Atsushi cerró los ojos un segundo, necesitaba un descanso, fue cuando su celular sonó y contesto por inercia

- ¿Mmmh? - respondió somnoliento

- ¿estás bien?

- Ujum, solo cansado – reconoció la voz de su querida pareja

- No te escuchas bien

- Tengog musho sue... - la llamada se había cortado por el hecho de que Atsushi ni siquiera pudo terminar la frase

Atsushi dormía profundamente cuando sintió un suave toque, miro a su alrededor esperando ver a Kunikida pero no vio a nadie, se sorprendió al ver a su costado ver una miniatura de Rashoumon con una bolsa en sus mandíbulas. El agente tomo la bolsa aun confundido, pensando en un sueño y ver como Rashoumon desapareció por la ventana.

Atsushi aun estupefacto por lo sucedido abrió la bolsa encontrándose con un tupper y un termo que encima llevaba una nota:

"Esfuérzate, se fuerte y continua. Te amo"

Atsushi sonrió ante ello, tomo la nota y la guardo en su billetera, a continuación abrió el tupper para llenar sus ojos de alegría, abrió igualmente el termo para oler.

Tomo ambas cosas y fue a la cocina donde disfruto de su almuerzo, un par de hot cakes con mermelada dentro y café recién hecho, justo como le gustaba. Al terminar, Atsushi se sentía con alegría y energía, volvió a guardar todo en su maleta y continúo su trabajo.

Por la noche, todos terminaron cansados pero sorprendidos de que Atsushi siguiera con energía ¿Qué le había pasado a ese chico que le dio tanta energía? Pues en primera por fin lograron terminar el caso, y lograron salir temprano. Atsushi quería llegar a su casa

Una vez en su casa, busco al mafioso hallándolo en el mueble leyendo un libro, Atsushi sonrió como un demente y se fue encima del mafioso interrumpiéndole

- ¡¿Qué demonios te pasa?! – grito Akutagawa

- ¡Eres el mejor de todos! - grito alegre el albino mientras tomo las mejillas del mafioso y le beso

El beso avanzo dejando a ambos tan juntos que sus lenguas bailaban al compás de sus corazones acelerados, una vez separándose a ligeros centímetros, juntaban sus frentes mientras respiraban agitados por la acción pasada mientras apreciando el hilo de saliva que los unía aun

- Deberías descansa – dijo el mafioso mirando a los ojos al albino

- Deberíamos continuar – menciono el albino mientras volvía a besar al mafioso

¿Cómo rechazar a su pareja así? Atsushi había enredados sus piernas en la cintura del mafioso sin dejarle escapar y el mafioso no le quedo de otra que levantarse para llevar al albino a la cama, entre pasos torpes y sosteniéndose de las paredes caminaba con dificultad el mafioso pues el albino además de no quedarse quieto con sus movimientos de vaivén, había acelerado el beso desequilibrando al mafioso.

Aquella noche solo hubo una ronda, una que hizo que cualquier segunda ronda se quedará corta, inmediatamente después Atsushi se había quedado dormido profundamente y Akutagawa mientras lo veía dormir

No cabeduda que se esforzó – dijo tranquilo el mafioso mientras miraba a su pareja –buenas noches Jinko     


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Our life is... ||Shin Soukoku||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora