Sábado en la noche, Atsushi y Akutagawa dormían profundamente, bueno, solo uno de ellos. Akutagawa abrió sus ojos, miro al albino descansando, paso su mano por encima de su cara, Atsushi estaba profundamente dormido, Akutagawa sonrió.
Salió de la cama con sumo cuidado, dejo al camaleón gigante en su lugar, tomo su abrigo y salió de la habitación. Atsushi de inmediato se movió y al sentir al camaleón sonrió y siguió durmiendo.
Era una misión imposible, hacer todo sin que el olfato, ni el oído de tigre le ganaran.
Salió de la casa cerrándola con sumo cuidado, Rashomon le ayudo a cortar el sonido, de allí, saltaron desde su piso.
Era plena madrugada cuando Atsushi escucho la lluvia desde la ventana, se levantó aun dormido, tallo sus ojos y palmeo a su lado ― tranquilo Ryu, ahorita cierro la ventana ― expreso. Se levantó arrastrando los pies y cerro la ventana, bostezo en grande, se estiro y volvió a tirarse en la cama, abrazo al azabache sonriente ― estas muy suavecito hoy...
Por su lado, Akutagawa usaba a Rashomon para cubrirse de la lluvia ― Espero que Jinko no se haya despertado por la lluvia ― se preguntó a si mismo mientras llevaba algunas cajas.
Había vuelto a casa, se asomó a la habitación y vio a su amado enpiernado con el peluche, sonrió ― Buen Jinko.
Rashomon le ayudaba a acomodar las cajas, y uno que otro adorno. Rashomon andaba de una esquina a otra en el techo, y con un par de horas habían terminado. Rashomon y Ryunosuke chocaron los cinco.
El mafioso regreso silencioso a su habitación. Se quitó el abrigo, acomodo unas ultimas cosas en la habitación, con sumo cuidado, silencio y sigilo.
Al terminar se acercó lento para quitar el peluche, tuvo que acariciar al albino para provocarle cosquillas, con todo y un posible paro cardiaco porque Atsushi no se despertará. En cuanto lo logró, regreso a la cama donde abrazo a Atsushi y esté sonrió abrazándolo de vuelta. Cerró sus ojos y solo esperaría a ser despertado en unas horas.
Por la mañana, Atsushi despertó estirándose, se acurruco entre el pecho y los brazos de su amante, amaba los domingos de descanso donde ambos se quedaban, y más amaba el estar en la cama con su novio. Abrió sus ojos, miro sus pestañas, quizá no tenía cejas pero sus pestañas eran largas y lindas, sonrió acercándose a besar sus ojos, obviamente despertó el mafioso ― Tan temprano andas coqueteando ― le regaño dulcemente
― Ryu ― se quejó. ― Simplemente adoro tus pestañas
El azabache tomo al albino apretándolo en su pecho y brazos, Atsushi comenzó a reír ― Quien diría que terminaríamos así...
― Aun quiero matarte
― ¿e-en serio?
― Pero a besos ― Atsushi comenzó a reír de nuevo y beso al mayor
Su beso tierno y suave comenzó a dar más de sí, el albino le sonrió y fue por debajo de las sabanas, Akutagawa por fin había despertado ― Ji-Jinko, espera ― aunque pidió aquello, ya era demasiado tarde.
Su mañana fue llena de amor, donde solo sus sabanas conocerían el significado de sus palabras y el significado de sus caricias.
Su mañana comenzó activa haciendo que Atsushi se quedará recostado sobre la cama, Akutagawa mientras se cambiaba de camisa, le miro sonriente y divertido ― ¿no vas a cambiarte? ― pregunto. Atsushi se dio media vuelta quedando boca abajo, dejo sus brazos debajo de la almohada y la abrazo fuerte
― Límpialo
― No puedo contra ti
Atsushi comenzó a reír, el azabache apenas se acercaba cuando el albino lo vio, se sentó sobre la cama ― ¿qu-que es eso? ― preguntó señalando la caja beige al lado de la cama
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Our life is... ||Shin Soukoku||
Hayran Kurgu"historias de amor, historias de codicia, historias de alegría, fantasía y más, es nuestra vida, es nuestro deseo" Historias cortas, historias largas y como dice arriba, de amor, tragedia, fantasía, deseo, desamor e ilusión, todo unido en un mismo...