25.2 ¡Feliz Navidad!

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Era cierto que habría que guardar las apariencias, era más que cierto que no podían celebrar la navidad juntos, Akutagawa tenía una cena con toda la Port Mafia, mientras Atsuhi cenaba con toda la Agencia armada de Detectives... pero ¿Qué pasaría si las cenas se unieran por un accidente? Quizá, una reservación mal hecha o quizá unas manos mágicas de un pelinaranja y un castaño, uno nunca sabe pero esa era la escena: Ambas organizaciones completamente sorprendidas, sus reservaciones se habían juntado en un mismo restaurante y aunque las mesas estaban separadas tenían el lugar solo para ellos, los platillos estaban elegidos, la mafia tendría un gran pavo relleno, también una pierna de cerdo acompañado de vino elegido especialmente por Chuuya; por su lado, la agencia no había escatimado en movimientos, había cangrejo (para Dazai) pescado, res, pollo frito e incluso tofu y chazuke, desde jugo hasta té y pasando por el sake, la agencia reía y celebraba alegre, la mafia era lamas elegante y aunque estaban ligeramente separados, Dazai y Chuuya no podían evitar pelear entre burlas para ambos. Fueron Kenji y Atsushi quieres fueron a dar un paso enfrente, acercándose a la Port Mafia y con ellos sorprendiendo a los miembros de la misma agencia, bueno, a Kunikida; llevaron a la mesa de los mafiosos algo de arroz y semillas de sésamo, abriendo la puerta de lo que se le llama: "una feliz navidad". Ambas organizaciones se unieron para celebrar, y aunque mantenían su distancia, todos se divirtieron al final. Para las 2 de la mañana todos volvían a sus casas, y aunque de momento Akutagawa tomo un rumbo distinto alcanzo al albino unas calles después

― Fue una navidad sorprendente – menciono el azabache – gracias por los higos – menciono

― Vi que en tu mesa no había – sonrió Atsushi – aunque en la casa nos esperan muchos

― Me alegra que nos hallamos reunido igual – sonrió Akutagawa

― Oh, el gran perro mafioso está sonriendo y feliz de verse con su agente ¿eh?

― Cállate Jinko

Llegaron a su hogar, y si, tenían cena navideña aunque solo era para ellos dos, Atsushi había preparado pollo en baño de jugo de higos y arándanos, también hizo un poco de ponche y chocolate. No tenían hambre, lo comerían al día siguiente, calentó el chocolate caliente mientras Akutagawa encendía la chimenea, Atsushi también aprovecho para hacer algo de té, y sonrió al escuchar que el azabache se acercaba – huele a higos – menciono alegre

― Lo sé, especialmente para ti – menciono alegre el albino

― Eres el mejor de todos ¿lo sabias?

― Probablemente lo sea – sonrió Atsushi - Feliz navidad

― Feliz navidad Atsushi

Ambos chicos se besaron, aunque fue corto pues Akutagawa tomo un sorbo de su té, de nuevo lo dejo en la mesa y haciendo reír a Atsushi volvió a besarlo. Acaricio sus mejillas mientras lo llevaba consigo a la chimenea, Atsushi se prestó a subirse en la cadera del mafioso con sus piernas, terminando frente a la chimenea, uno encima del otro

Llevaron su noche de navidad más allá, acariciando sus cuerpos y besando cada rincón, anhelando una y otra vez solo escucharse el uno al otro.

El azabache aprovecho que Atsushi dormía para levantarse, aun teniendo la chimenea prefirió ponerle una manta encima, y pues sí, igual a Santa se despertó para dejar un regalo en el árbol de navidad. Finalizo por recostarse al lado del albino quien inmediatamente lo abrazo aun estando dormido.

La mañana siguiente, Atsushi despertaba por el sol que entraba por las cortinas, miro a Akutagawa a su lado y sonrió como si la mayor travesura pasará por su mente... ¡Ataco al mafioso! Pero con cosquillas y besos, Akutagawa despertó después de sentir la mordida en su oreja y Atsushi aprovecho para sentarse en su vientre – Buen día Ryu – sonrió Atsushi

― Las mañanas así... no sé si son o muy molestas o muy buenas

― Son las mejores – respondió Atsushi y Akutagawa sonrió, tomo del cuello al albino y lo tiro encima suyo – Te amo Atsushi

― Y yo a ti Ryu – menciono Atsushi

― Vamos a abrir regalos

― ¿regalos? - pregunto el albino y miro al pino – oooooh - sonrió – yo tengo uno para ti

― Quiero verlo

Atsushi y Akutagawa abrieron sus regalos al mismo tiempo, el mafioso tenía un anillo negro mientras Atsushi tenía un anillo blanco. Ambos sonrieron divertidos por aquello, pusieron sus anillos, Atsushi recargo su cabeza en el hombro del Akutagawa, ambos miraban sus anillos en sus respectivas manos...

Era su preciada Navidad...    


¡Hola a todos!

Lo sé, es chiquito pero bonito... ¡Feliz Navidad a todos!

¡Gracias por leer!

Our life is... ||Shin Soukoku||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora