Relatos de un Amor Español

Sométeme Parte II

Mis amores aquí les dejo la segunda parte de la historia, espero que les guste y la disfruten tanto como yo.
JazLascuRuffo eres una genia con esto, quedo😏😏😏

-No sabes lo que dices, eres loca del control... -Hablaba el hombre de mandíbula presionada, mientras acariciaba bajo su bata y descubría que había allí con su tacto. Suaves medias que no había notado, una pequeña braga y nada más, nada más... Ella suspiró de ojos cerrados mientras su inquieta mano posesiva acariciaba la ansiedad en su esposo, dominando la situación, lo recorrió con sus manos por la espalda, desesperada, sabía que todo acabaría si quería llegar a donde su esposo deseaba llegar con toda esa situación.

-Yo seré lo que tu quieras, haré lo que tu quieras... -Habló jadeante mientras presionaba su espalda para finalmente apartar sus manos y dejarlas descansar sobre sus piernas, inmóvil. No tocaba, no se movía, como una muñeca sin voluntad. José se sonrió de costado.

-Someterte a mi voluntariamente no es fácil esposa, ¿de verás crees que puedes lograrlo? -Preguntó sobre su oído mientras comenzaba a provocarla, quería estar seguro de que terreno pisaba, tenía que estar seguro de comenzar un juego tan traidor como lo era aquel. Probar la confianza de su pareja, probar... Isabel gimió y asintió.

-Puedo, tengo que poder si eso es lo que tu quieres... -Encontró su mirada y él le tapó sus ojos con su mano.

-Ser dominada significa perder los sentidos para entregarlos en mi poder -Inmovilizaba sus muñecas con una de sus grandes manos -Entregar por voluntad tu propia voluntad... -Murmuró sobre su oído besando allí tan suave y tan húmedo. Isabel intentaba concentrarse, no moverse, no actuar.

-Lo haré, lo haré... -Susurraba y él mordió uno de sus labios con sus dientes.

-Implica callar, no reaccionar... Incluso hasta... No respirar sin mi autorización -Se atragantó con su respiración cuando José encontró la humedad de su sexo. Un gemido se quiso escapar, pero presionó los labios, reprimió la acción.

-José... -Dijo presionando las piernas tras su espalda cuando él abandonó la caricia congelando la sensación de gusto.

-Se trata de dominar hasta tu propio placer, humillarte y reducirte a lo que yo quiera ver en ti... -Dijo presionando su pierna y encontrando su mirada. Isabel observó sus centelleantes ojos oscuros y tragó saliva. -Podría azotarte por tragar saliva y obligarte a tragar otras cosas... -Isabel presionó la mandíbula luego de sostener su mirada unos instantes, saboreando la poca voluntad que le quedaba, hasta que bajó la mirada y asintió.

-Yo haré todo por ti, incluso dejar que me humilles... -y hasta la excitaba la sola imagen que había armado sobre aquella última idea en su cabeza.

-Eres increíble, será intenso, hasta podría llegar a ser frustrante... ¿de verás lo harías? -Ella se sonrió pero no se movió, cabizbaja. El hombre río y aquella risa erizó la piel de la mujer en sus brazos. Levantó su rostro para que lo mire -Mírame y contestame... -La mirada de la mujer se levantó sumisamente y, luego de relamerse los labios resecos, asintió.

-Si lo haré -Su mirada honesta, su cuerpo inerte, su respiración obligada a ser serena y sus mejillas color escarlata. José Manuel asintió.

-De acuerdo, Isabel me parece perfecto. Baja la mirada -Ordenó el hombre luego de darle un suave beso en la mejilla y soltó sus manos -Pon tus manos sobre tus muslos, no mires y mantente quieta aquí, ya vuelvo. -Isabel mantenía la mandíbula tensa, estaba utilizando todo su autocontrol para no enviar todo a la mierda. Ella no era así, ella no soportaba las órdenes, por eso era ella quien las daba.