El hombre misterioso (La fiesta de compromiso parte 3)

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Había nacido en Sooga, durante su infancia se dedico a deshonrar a cierto ninja. Nunca lo logro. Pucca siempre interfería en sus planes. Un buen día ella se fue del pueblo. Creyó que era lo mejor que le había pasado. Por fin su venganza podía ser consumada.
Sin embargo, despues de un intento fallido de atacar a Garu resultando la aldea de Sooga sumida en un incendio, los habitantes le dieron la espalda.
Hablaron con él, si o si tendría que abandonar Sooga, él no acepto al instante pero la desicion estaba tomada. Se despidio de sus secuaces y en la entrada del pueblo solto una lagrima.

--- Cuando regrese el pueblo de Sooga se arrepentira de su traicion. Lo prometo.

No tenia con quien ir, excepto su madre. Una aristócrata que vivía de fiesta en fiesta codeándose con la crema y nata de la sociedad. Su padre solía hablar muy bien de ella, murió esperando su regreso.
La pregunta rondo su mente durante el viaje a donde seria su nuevo hogar.

¡Una Mansión! La dirección tenia que estar errónea. Durante su corta vida había vivido en un cuchitril. Se acerco a la puerta y dio un brinco cuando se abrió de repente. Una empleada domestica sacaba la basura cuando se percato del joven.

--- ¿Puedo ayudarlo en algo, joven?
--- Vengo buscando a Melanie Jhonson --- le dijo entregándole un papel

La sirvienta leyó atentamente y le indico que entrara. La sala de estar era enorme y contenía múltiples artefactos de todas las culturas que existían o existieron sobre la tierra, la sirvienta desapareció dejándolo solo. Aguardo pacientemente distrayéndose con una imagen de un ninja, le recordaba a su padre.

--- ¡Cariño! --- una voz femenina lo espanto --- Volviste
--- Mamá

* Años Despues *

Era el día de su graduación, su madre estaba a su lado orgullosa de su hijo. Lucia la clásica toga y dio el discurso de graduación, recibió mención honorifica y todo el mundo estaba alegre excepto él. Le hubiera encantado que su padre viera en lo que se convirtió, se decepcionaría un poco ya que tenia años que se había quitado su uniforme ninja.   

En la fiesta realizada en su honor, una pequeña figura femenina le llamo la atención; iba acompañada de la imponente figura de tía Mikku. 

--- ¡Mikku! --- Llamo su mamá a la pareja insistentemente --- ¡Mikku! ¿Como va el negocio de la moda? Te presento a mi hijo 

--- Es un placer, joven. Se de buena fuente que eres el mejor corredor de bolsa de toda Inglaterra a pesar de tu corta edad y de que te acabas de titular. 

--- Los negocios son parte de mi, señora --- Se inclino para besarle la mano --- Solo me gradué para poder ostentar un titulo pero creo yo...

--- Que las acciones son lo que cuenta --- le interrumpió tía Mikku con una sonrisa --- Pero que descortés soy. Te presento a mi sobrina, Pucca. 

Su desconcierto creció. Esa preciosa joven con su cabello azabache, sus ojos color café, su sonrisa perfecta le quitaría el sueño por el resto de sus días. Se lo prometió cuando le beso la mano en muestra de caballerosidad, seria su esposa costara lo que costara.  

"Eres la persona mas maravillosa del mundo"  "Las rosas palidecen ante tu belleza" "Nunca me cansare de decirte lo mucho que te amo" Solo eran algunas frases que le dedicaba a la hermosa criatura. 

Pasaron cuatro años y Pucca crecía y crecía. Él se dedicaba a adularla cada vez que la visitaba. Pucca sucumbió a sus encantos. Su admiración por ella  creció aun mas cuando, a pesar de que una empleada de su tía había arruinado su vestido en venganza de que él la rechazo para estar con Pucca, logro armar un hermoso vestido de fiesta; la clara prueba de que debería ser diseñadora de modas.  

Las desgracias siempre lo perseguían, primero la muerte de su padre a una edad muy corta, el abandono en el que vivió durante 15 años, las derrotas que sufría por parte del ninja, cuando parecía que todo iba a mejorar, el destino decidió otra cosa. Pucca, después de un año de relación la dio por terminada. Su corazón se partió cuando ella se lo pidió. Entendía las razones pero no quería aceptar perderla. 

Él se alejo de ella por pedido de tía Mikku, dos años después se entero de que su mejor amiga, Ching, se iba a casar en Sooga. Ese pueblo donde conoció la desgracia. Sin embargo, el destino estuvo de su lado. Tenia asuntos pendientes en ese lugar. 

Cuando estuvo en la entrada, seis años después de que sus habitantes sacaran a un adolescente de 15 años, recordó la promesa que se hizo. 

--- Sooga, pagaras por lo que has hecho. 

Camino lentamente por sus calles recordando sus andanzas, al final de la calle estaba el restaurante que tanto añoraba Pucca en Inglaterra. Sonrió al ver que la fiesta aun no se había acabado. Entro lentamente. No quería causar revuelo pero la imagen que tenia enfrente le hirvió la sangre. 

Pucca y Garu besándose. Era mas de lo que el podía soportar. 

--- Espero no interrumpir nada importante. 

Una pequeña chispa de satisfacción salto en su interior cuando Pucca lo vio. La palidez que la envolvió confirmo todas sus sospechas. Garu por su parte, junto con los demás habitantes del pueblo, lo miraba con curiosidad. Él solo sonrió. Le gustaba ser el centro de atención. Aguanto una carcajada cuando escucho la ligera voz de su enemigo de la infancia. 

---Pucca,  ¿Quien es él?







Una nueva Esperanza (Pucca)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora