Fantasía Prohibida♥ |L.P & Z.M|

Capítulo 13♥

Zayn se apartó lentamente. Ella gimió mientras continuaba lamiéndole, como si no estuviera dispuesta a dejarlo marchar. Llegados a ese punto, Zayn solía volverse a excitar con el puño y se dirigía al trasero de la mujer, dejando que Liam bebiera de la boca o el sexo.

Por lo general, Zayn solía dejarle a él la tarea de satisfacer a la mujer, ya que para él las mujeres eran dulces y tiernas criaturas a las que había que explorar de pies a cabeza, trazando un mapa con dedos y lengua, recorriendo cada hendidura secreta y cada lugar sensible con la vista y los sentidos.

Pero para asombro de Liam, Zayn se arrodilló ante Arianna clavando los ojos en ella, como si fuera algo tan precioso como esperanzador, como si fuera un antiguo acertijo. Inclinándose hacia ella, Zayn agarró las caderas de Arianna y las alzó hacia su cara bajo la mirada estupefacta de Liam.

-Tengo que saborearte -masculló-. Tengo que saber lo mojada que estás.

En el momento en que ella abrió los muslos sobre la cabeza de Zayn, él levantó la boca hacia los húmedos pliegues femeninos y los asaltó con los labios abiertos. Se aferró a las caderas femeninas y atrajo aún más su cuerpo para profundizar el íntimo beso. Un largo gemido de alarma escapó del pecho de Arianna, tratando de aferrarse a algo o alguien para mantener el equilibrio.

Con las piernas temblorosas, Liam se levantó y se acercó a la cama para observarlos. Se uniría pronto a la función, pero observar cómo Arianna se corría bajo los latigazos de la lengua de su hermano y, como también veía ahora, sus indagadores y exigentes dedos penetrándola, excitaba más a Liam.

Zayn giró la cabeza para mordisquear el muslo de Arianna.

-El vibrador.

Liam tardó un momento en descifrar las amortiguadas palabras de su hermano. Sí. Tenían que enseñarle eso. Les iba a gustar ver cómo Arianna se retorcía, se sonrojaba y se corría mientras lo usaban, sobre todo sabiendo que servía para un gran propósito que todos disfrutarían.

Tras acercarse con rapidez a la mesilla de noche, Liam cogió todo lo que necesitaban y lo preparó, luego se giró hacia ellos. Arianna tenía los ojos cerrados, tenía la piel sonrojada y cubierta por una brillante película de sudor. Con los pezones erizados, parecía una diosa mientras gemía, aceptando cada roce de la lengua de Zayn.

A Liam le hirvió la sangre. Tenía que aliviarse pronto en Arianna. Muy pronto. Masturbarse en la ducha no le serviría de nada esa noche. Colocándose de nuevo detrás de ella, le puso la palma de la mano en la espalda, entre los como platos. Maldición, era suave por todos lados.

-Cariño, inclínate hacia delante. Ponte a gatas.

Arianna así lo hizo, sin que Zayn perdiera el ritmo. Liam imaginó, de hecho, que aquella nueva posición le estaba proporcionando nuevas sensaciones, ya que Arianna gimió.

Liam le acarició la cadera, depositando tiernos besos desde la base de su espalda hasta el lóbulo del oído, donde le murmuró:

-Relájate. Intentaré que te resulte fácil. Dime si te duele.

Ella sólo se agarró al edredón de la cama y jadeó como si no pudiera aspirar aire suficiente. Él estaba a punto de llevarla todavía más cerca del límite. Abriéndole las nalgas, comenzó a insertarle lentamente, muy lentamente, un nuevo vibrador en el ano. Uno más grande que el anterior. Ese medía dieciocho centímetros de largo por tres de diámetro. Un tamaño más aproximado a un miembro de verdad. Liam esperaba con ansia y un nudo de lujuria que a ella le gustara. Se moría por poder penetrarla pronto.

El vibrador estaba medio insertado cuando él comenzó a sudar. Sólo ver cómo aquel juguete desaparecía en el interior de su cuerpo le hacía arder. Siguió introduciéndolo poco a poco, observando cómo se deslizaba en sus profundidades casi por completo. De repente, ella se arqueó, se puso tensa y gimió.