Fantasía Prohibida♥ |L.P & Z.M|

Capítulo 15♥

Esa misma noche, Arianna dormitaba sobre el hombro de Liam acurrucados en el sofá viendo un clásico en blanco y negro. El calor del cuerpo masculino la envolvía. La hacía sentir cómoda y segura. Por acuerdo tácito, no habían hablado de Zayn, pero sus pensamientos regresaban a él una y otra vez.

¿Dónde se había metido? En algún lugar de la casa, una puerta se cerró de golpe. El sonido la espabiló por completo. Incorporándose, bostezó y se desperezó, mirando a su alrededor con aire confundido. Sólo vio a Liam mirando aquella vieja película.

- ¡Arianna! -bramó una voz. Luego se oyeron unas fuertes pisadas en el otro extremo de la casa.

Se sintió invadida por una oleada de regocijo y alivio.

-¿Zayn?

Sólo le dio tiempo a decir su nombre una vez antes de que él apareciera en el vano de la puerta, llenando el umbral con sus anchos hombros y su enorme presencia. Zayn jadeaba e intentaba controlarse. Se tambaleó.

Sus penetrantes ojos se clavaron en ella envuelta entre los brazos de Liam. La desnudó con la mirada. De inmediato, a Arianna se le erizaron los pezones y tragó saliva.

-Estás borracho -escupió Liam con desaprobación desde su lugar al lado de Arianna.

-Ojalá. Y no es por no intentarlo. Si lo estuviera, podría haber ignorado este alocado deseo de tocarla. - Zayn inmovilizó a Arianna en el sofá con una mirada ardiente.- Estaría sumido en una bendita inconsciencia y no sentiría esta necesidad de sentirla en torno a mi polla.

Arianna sintió un cosquilleo en el estómago ante aquellas palabras. Y otro en su sexo. ¿Por qué ese hombre la excitaba de esa manera a pesar de ser tan peligroso y difícil? ¿A pesar de estar tan enfadado? Liam era cortés y comprensivo, encantador, seductor y talentoso.

El deseo que él despertaba en ella era tierno y hermoso. Nada que ver con la ardiente explosión de deseo que la invadía cada vez que Zayn la acariciaba.

-Olvídate de hacer nada mientras estés de ese humor. -Liam se puso de pie y cruzó los brazos, colocándose en actitud protectora delante de Arianna-. Sabes demasiado bien lo que habíamos planeado a continuación, y tú no estás en condiciones de llevarlo a cabo. Le harás daño.

-No se lo haré. - Zayn se la quedó mirando, luego esbozó una sonrisa tan brillante como peligrosa-. Mírala. Ya tiene duros los pezones. Y me está devorando con esos ojos color avellana. Y su sexo...

Zayn empujó a Liam a un lado y se dejó caer de rodillas. Antes de que Arianna pudiera pensar qué había planeado, Zayn le había levantado la minifalda y le había arrancado las bragas.

-Maldita ropa -masculló él-. Desnuda. Deberías estar siempre desnuda.

-Pero...

Él le abrió las piernas, metiendo dos dedos de golpe en la húmeda vagina, inclinando a la vez la cabeza hacia su clítoris, consumiéndola con un lametazo devorador.

-¡Zayn! -clamó ella entre gemidos.

De inmediato, el fuego abrasador crepitó entre las piernas de Arianna, provocando un infierno en su vientre. Apremiantes y dolorosas, cálidas e incontroladas, las sensaciones se estrellaron contra ella. Arianna no podía respirar. Y, definitivamente, no podía detenerlo. No quería detenerlo.

Arianna curvó los dedos ahuecándole la cabeza mientras contenía el aliento. Los ávidos lametazos de Zayn la dejaban conmocionada. Se la estaba comiendo viva... su pasión y aspiraciones, todas sus dudas, sus esperanzas. Sus indecisiones.

¿Por qué Zayn la afectaba de esa manera tan profunda? ¿Porque sospechaba que estaba herido y, como enfermera que era, quería sanarlo? ¿Por qué excitaba su cuerpo más que cualquier otro hombre? ¿Porque siempre había formado parte de sus fantasías sexuales? Las preguntas se diluyeron en su mente como el azúcar en el vino cuando Zayn acarició con la yema de los dedos el nudo de nervios que Arianna tenía en el interior.