Capítulo 60♥

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Los hermosos pezones duros como bayas, también. El adictivo sabor del néctar de Arianna en su lengua o los gritos de deleite cuando ella se aferraba a las sábanas mientras él la saboreaba con placer, sólo podían ser suyos. Arianna era suya. Sólo suya.

Volviendo a subir por el cuerpo femenino, Zayn suspiró sobre las curvas delicadas, luego gimió cuando la mano de Arianna se cerró sobre su erección. Demonios, no necesitaba excitarle más. Se sentía lo suficientemente duro como para taladrar el cemento.

Pero quería acariciarla, celebrar que la tenía entre sus brazos. Protegerla, abrazarla. Amarla. También quería follarla... de todas las maneras posibles. Aquello era una buena señal. El temor luchaba contra el deseo... pero no era el temor habitual. No era pánico a un embarazo inesperado. Era miedo a defraudarla. Aunque cada célula de su cuerpo estaba centrada en la hirviente necesidad de estar dentro de ella y en la ardiente determinación de hacerlo realidad.

Acomodándose entre los muslos de Arianna, rozó sus labios sobre los de ella, luego se hundió en su boca, saboreando el deseo y la esperanza en su lengua. Se recreó en la boca femenina una y otra vez. Y otra más. Maldición, no parecía tener suficiente. No podía creer la suerte que tenía tras una década de no considerarse digno de una mujer, y mucho menos de una tan maravillosa como ella.

Todo lo que tenía que hacer ahora era reclamarla...

-Quiero... quiero hacer el amor contigo esta noche. Todas las noches, gatita. Me alegro de que seas mía. Me siento muy afortunado.

-Yo soy la afortunada. Cuando me miras así, me siento amada.

-Lo eres. -Zayn le besó tiernamente la boca-. Eres amada.

-¿Y no quieres demostrármelo? -arqueó las caderas hacia él en una descarada invitación.

-Dios mío, sí.

Arianna le mordisqueó el hombro y trazó un sendero de besos por su cuello.

-Todavía estoy tomando la píldora, pero por si acaso, los condones están en la mesilla de noche.

Iban a hacerlo realmente, sólo ellos dos. Zayn vaciló, esperando la involuntaria reacción de pánico. Pero no llegó.

-Pase lo que pase, lo resolveremos juntos, ¿de acuerdo?

-Sí.

El tono tranquilo de Arianna reverberó en su corazón, lo único jodidamente blando. El resto de su cuerpo estaba... tenso, rígido. Desde los hombros a las puntas de los dedos. Por los nervios, por la anticipación. Jamás había necesitado ni temido tanto algo.

-Durante tres días, no he podido pensar en otra cosa que no fuera en sentirte dentro de mí.

Luego, Arianna le rodeó las caderas con las piernas. Maldición, su sexo se apretaba contra su polla. Y estaba mojado. «Oh, demonios». Zayn comenzó a sudar. Su corazón latía a la misma velocidad que un avión supersónico. También él había pensado en ella. De forma obsesiva.

¿Cómo sería finalmente poseerla a solas? ¿Reclamarla como suya?

Arianna le mordisqueó el lóbulo de la oreja, provocándole un nuevo estremecimiento.

-Va a ser genial. Te he echado de menos. Te miro y me duele.

Bueno, él sabía exactamente a qué se refería. Zayn se sentía igual.

Reaccionaba de la misma manera. Estaba tan condenadamente duro y rígido que hubiera jurado que toda la sangre de su cuerpo se había concentrado en su erección. Hizo una mueca, luego tanteó hasta que el glande se alojó contra la entrada de la vagina.

Fantasía Prohibida♥ |L.P & Z.M|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora