Capítulo 44♥

365 9 0
                                    

Zayn se tumbó en la cama y rodó hasta situarse sobre ella. La miró fijamente. Estaba hermosísima a pesar de su mirada afligida. El dolor de Arianna le oprimió el pecho.

Liam gateó al otro lado de la cama, y colocó su mano sobre uno de los pechos de Arianna.

-Necesito esto, te necesito.

-Lo sabemos. Necesitas sentirte viva, cariño. Nosotros nos ocuparemos de que así sea.

Tras decir eso, Liam deslizó los pulgares sobre los pezones, que se endurecieron y enrojecieron. Hermosos y seductores, era una imagen irresistible. Hubo una carrera por ver cuál de los dos conseguía chupar primero aquellos brotes tentadores. Zayn creyó haber ganado. Sobre todo cuando ella contuvo el aliento y se arqueó hacia ellos.

Sus pobres pezones tenían que estar doloridos. Y él intentó ser suave. Era algo difícil cuando aquellos dulces brotes se ponían cada vez más duros contra sus lenguas. Cada vez que los lamían, succionaban o pellizcaban con los dientes, se endurecían más.

-Me gusta -gimió ella.

Sí, su voz había perdido su suavidad. Era ronca, un poco áspera. «Perfecta». Pero a pesar de lo mucho que le gustaban las duras bayas de sus pechos, se moría de ganas por degustar su verdadero sabor. Bajando la mirada por su cuerpo, se sorprendió al ver la mano de Liam entre sus muslos y a Arianna arquear las caderas en busca del toque provocador de su hermano.

Poniéndose duro al instante, observó cómo ella comenzaba a jadear. Aquella respiración entrecortada llenó la habitación. Liam continuó tentándola, rozándole el clítoris, hundiendo los dedos en su canal, acariciando los pliegues de su sexo, explorando el interior de su sexo para frotar sin piedad su punto G.

Zayn olió su esencia: melocotones, azúcar moreno, almizcle. Lo condujo a la locura. La impaciencia pudo con él.

-Deprisa, déjame lamerla, conseguiré que se corra.

Sin interrumpirse, Liam arqueó una ceja.

-Me estoy divirtiendo.

-No se trata de ti.

-Tampoco se trata de ti. Se trata de conseguir que se olvide de todo.

-Oh, confía en mí. Lo haré.

Liam se interrumpió. Arianna gimió y se retorció.

-¿Quieres volver a estar en su interior?

«No, maldita sea».

-Entre otras cosas -contestó Zayn.

-¡Deja de hablar y hazlo de una vez! -les exigió ella entre jadeos.

Su hermano acató su orden y volvió a aplicarse a la tarea. Zayn lo observó, excitado hasta lo indecible. Dios, era preciosa. Esas mejillas sonrosadas, aquellos labios ligeramente separados, los ojos entrecerrados por la pasión. Los hombres habían escrito sonetos sobre mujeres como ella, y ahora podía comprender por qué. Arianna no era simplemente hermosa, era también una mujer de armas tomar. Sabía lo que quería. Era algo que Zayn respetaba. La entendía. Además no temía la profesión de él... ni le pedía que lo dejara. Él había conocido a ambos tipos de mujeres antes y no podía soportarlas. Arianna era... simplemente ella misma, no se arredraba ante nada. Por supuesto, tenía sus momentos emocionales, pero no se dejaba llevar por los nervios. Su mujer era como acero revestido de seda. Y sí, era suya.

Fantasía Prohibida♥ |L.P & Z.M|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora