Capítulo 41♥

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-Bastardo.

-Con tal de que te contengas y la sigas penetrando hasta que se vuelva a correr, puedes llamarme lo que quieras.

-¿Otra vez? -jadeó Arianna-. Zayn, no creo que pueda...

-Claro que puedes. Conozco tu cuerpo. Eres como un coche de carreras. En cuanto tienes el motor caliente, es fácil ponerte a tope repetidamente. Lo difícil es conseguir que tu motor ronronee la primera vez.

Y él estaba condenadamente decidido a conseguir que el motor de Arianna ronroneara como nunca. Quizás ella lamentara más tarde su decisión de ofrecerle su virginidad o de permitir que la compartieran, pero hasta entonces, él tenía la intención de poseerla cada vez que pudiera y de proporcionarle tanto placer que no hubiera lugar para arrepentimientos.

Quizá encontrara la forma de conservarla para sí cuando la verdad saliera a la luz. Quizá... Sabiendo que Liam estaba a punto de perder el autocontrol y que el suyo propio no resistiría mucho más, Zayn comenzó a poner a punto el cuerpo de Arianna.

Liam lo imitó. Con cada envite, apretaba los dientes, luchando contra las aplastantes sensaciones. Jamás se había sentido tan duro y engrosado. Sus penetraciones se hicieron profundas. Y Liam ... seguía manteniendo el ritmo, pero ahora padecía una tortuosa necesidad, y no se sentía tan gentil como lo había sido. Zayn esperaba que aquello actuara a su favor.

Cuando comenzaron a moverse de nuevo, Arianna respondió con suaves gemidos y dulces «ahs», como si estuviera bajo un agradable sol primaveral disfrutando de una preciosa tarde. Como si pensara que el sexo era cálido y agradable. Nada del otro mundo. Lo que era totalmente inaceptable. Había llegado el momento de subir la temperatura.

Zayn se inclinó sobre la espalda de Arianna y una vez más exploró con los dedos la piel resbaladiza de su clítoris. Al igual que antes, utilizó aquella presión cambiante: un ligero toque en el nudo, una fricción lateral y luego describió duros círculos en la parte superior.

En sólo un par de segundos, el cuerpo de Arianna se tensó. Su clítoris se hinchó, endureciéndose, y dejó escapar un jadeo. «Ah, sí. Dios mío. Sí».

Arianna se contorsionó, intentando albergarlos a Liam y a él más profundamente en la

sedosa perfección de su cuerpo. Se movió con ellos mientras Zayn deslizaba cada duro centímetro de su pene en aquella electrizante y cálida zona del interior femenino que suplicaba ser acariciado. Y a pesar de que Liam se clavaba las uñas en las palmas, estaba, sin duda, manteniendo el mismo nivel que su hermano.

Arianna se opuso a las apabullantes sensaciones que inundaban su cuerpo, pero Zayn no estaba dispuesto a permitírselo. Él quería que se ahogara en el placer.

-No sabes cuántas veces te he imaginado entre nosotros, follándote hasta que el deseo se convertía en placer, y el placer en un descomunal orgasmo -le murmuró Zayn al oído-. No ha sido suficiente con una vez. Permítenos disfrutarlo otra vez. Llévanos contigo.

Arianna lo miró por encima del hombro. Tenía la cara ruborizada. Sus ojos color avellana parecían desenfocados. Tenía las pupilas dilatadas. Estaba llena de necesidad. Era hermosa.

El sudor goteaba por las sienes de Arianna, resbalaba por su pecho. Las entrañas de Zayn ardieron de determinación. Maldición, ella se iba a volver a correr. No se daría por vencido hasta que lo hiciera.

-Maldita sea -jadeó Liam -.Jamás había sentido el pene tan hinchado, jamás había sentido tanto la fricción con tu miembro. Y Arianna me aprieta con la fuerza de un puño. Estoy volviéndome loco.

-Y va a ser todavía mejor. Déjate llevar y dale todo lo que tienes para ella.

La mirada de alivio en la cara de Liam hubiera sido cómica si Zayn hubiera estado en disposición de centrarse en algo que no fuera penetrar a Arianna una y otra vez, instándola a rendirse por completo.

Liam la agarró por las caderas, Zayn por la cintura. Se movieron con un ritmo sincronizado que los conduciría directamente al clímax. Pero aquello era más que un orgasmo.

La noche anterior, mientras penetraba el sexo de Arianna, las sensaciones habían sido diferentes a cualquier otra cosa que él hubiera sentido. El había estado tenso, como un soldado en una misión vital. Abrumado. Y no todas las sensaciones habían estado en su pene.

Arianna había tocado su corazón, y todo lo que sentía allí se extendía por su cuerpo, mezclándose con el placer físico que ella le proporcionaba. Aquel momento no era diferente. Pero sí más intenso.

«Santo cielo». Estar enterrado en ella, exponiendo su corazón, era condenadamente peligroso; igual que caminar por una cuerda floja sobre un pantano lleno de caimanes hambrientos. E iba a ser más intenso cada vez que la tocara. Algún día... Ella se tensó en torno a él, apartándolo de aquellos pensamientos, mientras le exigía:

-Más. Por favor. ¡Deprisa!

La última brizna de control estaba cediendo. Con la siguiente embestida salvaje de Liam, Zayn supo que a su hermano le ocurría lo mismo.

La llenó una vez más, esperando que con cada estocada en su interior, con cada duro envite de su cuerpo, Arianna sintiera aquello como algo más que un acto de lujuria. Que supiera cuánto significaba ella para él, ya que expresarlo en palabras le daba miedo.

Su respiración comenzó a acelerarse hasta que se convirtió en jadeos. Arianna tembló y se preparó para lo que venía, agarrándose con fuerza a los hombros de Liam.

Zayn sintió que ella comenzaba a correrse, que se apretaba en torno a su polla un momento antes de comenzar a gritar. Aferrándose a la sábana, Arianna empujó hacia él, y con aquel canal ordeñándolo con fuerza, Zayn tuvo que obligarse a seguir moviéndose. Echando hacia atrás la cabeza y gritando, Liam se dejó llevar, perdiendo el control por completo.

Oír cómo su hermano llegaba al orgasmo, y el ronco gemido que resonó en la habitación, abrió un nuevo agujero en el autocontrol de Zayn. En sus testículos, la necesidad de correrse se acrecentó con cada embestida de su carne en la de Arianna. Maldición, no iba a poder contenerse más...

Al final, Arianna comenzó a gritar tras soltar un largo gemido de rendición. Zayn se deleitó en él, se ahogó en la total aceptación de éxtasis que ellos le daban. Y se dejó llevar, soltando todo lo que era y tenía en el interior de Arianna mientras el placer lo atravesaba e impactaba directamente en su corazón.

Si su incapacidad de tirarse a Pamela no hubiera sido ya una enorme pista, lo que sentía en aquel momento no habría dejado lugar a dudas. Para bien o para mal. Para siempre, amaba a Arianna. Y Zayn sabía que si ella se marchaba en aquel momento -o si su pesadilla cobraba vida-, sin duda lo mataría.

Fantasía Prohibida♥ |L.P & Z.M|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora