Fantasía Prohibida♥ |L.P & Z.M|

Capítulo 58♥

¿Que si le odiaba?

-Supongo que te refieres a lo de tu...hum...secreto.

-A mí esterilidad -le ayudó Liam.

-Me cogió por sorpresa. Dije algunas cosas que no debería haber dicho. Eres mi hermano. Han pasado demasiadas cosas entre nosotros para que te odie.

Aliviado, Liam alargó el brazo para estrecharle la mano. Zayn lo hizo como si fuera un gesto casual, pero sabía que significaba mucho para su hermano. Y, en realidad, él sentía lo mismo.

-Gracias. Por si te sirve de algo, lo siento. Jamás tuve intención de engañar ni manipular a nadie. Te quiero y lamento haber jodido las cosas.

-Disculpa aceptada. Pero no hace falta ponerse sentimental.

Liam apenas pudo reprimir una sonrisa.

-Bueno. ¿Qué vas a hacer? Intentarás recuperar a Arianna, ¿no?

Zayn se encogió de hombros, pero la incertidumbre le corroía las entrañas como una sierra eléctrica. Ojalá supiera la respuesta. Pero, maldita sea, ahora mismo, lo único que necesitaba era abrazarla, saber que estaba bien.

-Ya veremos. ¿Y tú? ¿Qué vas a hacer ahora?

-No lo sé.

-Sé que no es fácil para ti desear tener un hijo y ser incapaz de... En serio, eres un buen hombre, serías un padre fantástico. Lo siento por ti.

Liam soltó un largo suspiro.

-¿Sabes lo que es follar durante horas, hasta que estás cubierto de sudor y todos los músculos de tu cuerpo protestan, hasta que la mujer está al borde de la inconsciencia, sabiendo que jamás la dejarás embarazada?

Sí, podía ver adonde quería llegar Liam.

-Déjame darte un consejo, hermano. Creo que deberías de olvidarte de los bebés por una temporada y llamar a Pamela. Sospecho que sientes más por ella de lo que quieres admitir. Incluso aunque no consigas un niño, lo pasaras de vicio practicando.

-Me lo pensaré. Desde luego le debo una por aceptar ser compartida por nosotros.

Al fin, se abrieron las puertas del ascensor. Zayn salió disparado hacia la habitación de Arianna. Corría como si no estuviera seguro de que lo fueran a dejar entrar. Aquellos pasillos tan enrevesados le irritaron.

Encontró la puerta y se detuvo en el umbral.

En la cama, Arianna dirigía una mirada perdida hacia la ventana, hacia el aparcamiento. Como si de repente fuera consciente de que ya no estaba sola, volvió la mirada hacia él. Hacia los dos, comprendió al ver que Liam se había detenido detrás de él.

Tenía un moratón en la mejilla y un arañazo en la barbilla. Pero lo que impactó a Zayn fueron sus ojos hinchados y la nariz roja. Sin duda, había estado llorando.

-Gatita. -Zayn cruzó con rapidez la estancia-. ¿Te duele algo? ¿Quieres que busque a una enfermera para que te dé algo?

Rodeándose con los brazos, Arianna negó con la cabeza y lo miró con unos ojos llenos de dolor y vacío.

Sentándose en el borde de la cama, apartó los cables del suero y la atrajo contra su cuerpo.

-No pasa nada. Todo está bien. Cal está entre rejas. Nunca volverá a hacerte daño. No se lo permitiré.

-Lo sé. Gracias por rescatarme -murmuró-. Harry ya ha llamado tres veces para disculparse.

«Oh, maldita estrellita». Era un tema que hacía que su temperamento se disparase.