My girlfriend's sister | h.s

Capítulo 32: "Te ves frustrada... sexualmente"

«Tangerine girl- Asher Roth»

{Harry}

—¡NOO!– escucho un grito proveniente de la boca que anteriormente estaba besando con fiereza, esa voz, esa voz es más que conocida para mí. Mierda no, no puede ser...–¿Harry?

–Elizabeth. –digo con voz ahogada, toda la borrachera que traía encima se me ha bajado hasta los pies. Esto no puede estar pasando.

–¿Qué mierda haces aquí, donde esta Nicholas?–pregunta totalmente confundida, siento una luz cegadora prenderse lo que ocasiona que mis ojos se cierren por instinto.

–¿Harry?–preguntan nuevamente pero ahora es una voz masculina, mierda de todos en la fiesta tenía que venir el, ¿Por qué me odias tanto Dios?

{Catherine}

–...y él me dijo que esa no era su casa ¿puedes creerlo?– sonrió falsamente a mi inoportuno acompañante, justamente cuando estaba subiendo las escaleras para encontrarme con Harry y tener una noche de sexo desenfrenado, si, lo siento, soy adolescente eso esos términos, en fin, Patrick, el amigo gay de mi novio me empezó a platicar sobre una historia que me interesaba tanto como me interesa la historia de Croacia–... y yo estaba en modo omg, esto no es posible...– esta conversación debe terminar ahora.

–Pa-Patrick, necesito ir con Louis seriamente en este momento, ¿me esperas unos segundos?– me voy rápidamente sin esperar una respuesta de él, salgo a mi patio donde todos están bebiendo y bailando. Inmediatamente identifico a mi amigo de ojos azules, está charlando con la chica universitaria, creo –Louis, necesito hablar contigo, ¿me permites?– anuncio a la chica que me mira con unos grandes ojos, jalo a mi amigo del brazo y lo alejo un poco.

–¿Qué mierda te sucede Cat, te ves frustrada... sexualmente.– dice para después soltar una sonora carcajada, celebrando su chiste barato de 3 centavos.

–Cierra la boca honey– lo callo, haciendo un ademan con mi mano –Necesito que distraigas a Patrick para poder subir a mi cuarto.

–Aaaaah y así aliviar esa tensión ¿no?– pregunta sarcásticamente, hay veces que en verdad lo odio, ruedo los ojos.

–Si estúpido, así que ve y distráelo– digo a la vez que lo empujo hasta la puerta de cristal que da acceso a la sala.

–Okay, con una condición– amenaza señalándome con un dedo.

–A ver cual– exijo impaciente.

–Que me des todos los dulces que sobran.

–La cuarta parte.– negoció.

–La mitad.– negocia de vuelta.

–Okay.– acepto con un asentimiento de cabeza. –Ahora ve y desaste de él. Veo desde lejos como lo agarra por los hombros y se lo lleva a la cocina donde están haciendo sus juegos inmaduros mis amigos. Observo como desaparecen por la puerta y el campo de las escaleras esta vacío. Perfecto. Me encamino a paso rápido y al subir el tercer escalón choco con alguien a quien no esperaba ver. Me ve con los ojos abiertos y alarmados.