My girlfriend's sister | h.s

Capítulo 30: "¿Quieres ir arriba?"

{Elizabeth}

Después de 5 Tom Collin’s y 4 shots de vodka las luces de colores esparcidas por toda la casa me parecían lo más maravilloso en el universo. Prenden las verdes… las amarillas… ahora las rojas… las azules… y vuelven las verdes, yay.

– ¿No te parecen fantásticas? – le pregunto a Logan que esta acostado en mi regazo. Después de ver a Cat con su novio, sentí como si Miley Cyrus me diera un golpe en el estómago con su martillo después de lamerlo, caí de bruces en la realidad, donde yo no soy esa chica especial. – ¿Logan? – vuelvo a cuestionar después de  un prolongado silencio. – ¿Logan? ¡LOGAN! – grito mientras le doy un zape para que despierte.

– ¿¡Que!? ¿¡Que!? Chuck Norris es mi papá –dice mientras se despierta alarmado, se agarra la cabeza con una mueca de dolor, creo que fue una mala idea despertarlo así pero lo único que hago es reírme en vez de pedirle perdón –Hay veces en que me pregunto porque soy tu amigo Elizabeth Blair.

–Porrrqueeee mme amaaaasss– digo en un tono muy borracho para mi gusto.

–Si, si, si, lo que digas, déjame dormir– pide mientras vuelve a su posición anterior en mi regazo. Decido acariciar su cabello porque en ese momento parece lo único divertido que hay, eso y mirar las luces tintineantes.

–Elizabeth Blair, la hermosa Elizabeth Blair, que gusto encontrarte al fin– dice una voz sensual en mi oído, conozco esa voz, pero agh, mi mente está muy borrosa, es un chico pero como es que se llam… Mis pensamientos son interrumpidos cuando el individuo se posa enfrente de mí, ojos grandes azules me atrapan ¡Nicholas! Claro como no recordarlo, Nico el rico, solo quiero lamerlo, creo que si estoy muy borracha.

–Nicholas, que alegría– me las arreglo para decir. Su mirada se centra en mis piernas y en el chico acostado en ellas. Hace una mueca y yo rió.

–Por favor dime que es tu hermano gay– pide con una muesca de angustia pero en sus ojos color mar se ve la diversión.

–Tranquilo, es como mi hermano pero no es gay, creo que por las noches es travesti pero no estoy segura– contesto con una cara de duda para después reírnos juntos. Toma asiento frente a mí en forma de indio, empezamos a platicar, me gusta la forma en que sus ojos brillan cuando me cuenta de su equipo de hockey.

–Creo que iré por unas Lay’s, ¿quieres algo Eli? – pregunta mientras se para y sacude en confeti de su pantalón, me es imposible no ver su dotado trasero cuando se voltea y lo sacude – ¿Eli?

–Sí, sí, perdón, tráeme lo que quieras– pido con una sonrisa y lo veo alejarse hacia la mesa de golosinas, mi mirada capta a Harry, que está escuchando atentamente la plática de un chico moreno. Esta con sus amigos y mi hermana, comienza a reír y menea la cabeza, me gusta la forma en que sus ojos se cierran cuando se ríe, no me doy cuenta que lo estoy mirando atentamente hasta que sus ojos se posan en mí. Deja de reír, después de lo que se sienten como milenos pero estoy segura que fueron segundos, me da una sonrisa, pero su sonrisa cae cuando nota a Logan dormido aún en mis piernas. Con una cara seria voltea a ver de nuevo al chico moreno que con ademanes cuenta su historia, Cat lo voltea a ver con una sonrisa y él se abalanza contra sus labios, siento un fuego crecer dentro de mí, desde la punta de mis pies hasta mi último cabello.

–Toma, no supe que te gustaba, así que traje Skittles, digo ¿a quién no le gusta los Skittles? – dice mientras me pasa un paquete de Skittles Tropicales, los aviento atrás del sillón, lo único que hacen es recordarme a Harry y en este momento no lo quiero recordar, ni a él ni a sus labios besando a mi hermana. –Creo que a ti – dice un poco decepcionado.

–No, si me gustan, perdón pero me traen malos momentos. Pero eres muy amable al traérmelos, gracias – acaricio su mejilla en un acto impulsivo, veo como sus mejillas se sonrojan y una sonrisa aparece en mi rostro.

– ¿Quieres ir arriba? – él pregunta con una sonrisa nerviosa, asiento y me de la mano para ayudarme a pararme, deja la cabeza de Logan sobre un cojín, ya está roncando. – Mierda, mierda, se me ha olvidado el celular en la mesa de golosinas– informa y se agarra el cuello en un acto de frustración. –Ve subiendo y yo te alcanzo ¿sí? – propone y yo asiento. He perdido mi voz, mientras subo las escaleras robo un vaso rojo de una pareja que están tragándose, el líquido sabe amargo en mi boca, pero me de fuerzas para seguir con lo que estoy haciendo. Iré a un cuarto con un chico híper sexy y estoy un poquito borracha, agarro otro vaso rojo y esta vez es dulce el contenido. Subo y entro en el tercer cuarto, el mío, ya que los anteriores están ocupados por parejas calenturientas, debería importarme que estén en mi casa, pero estoy demasiado relajada para que eso me importe.

Después de lo que parecen años, la puerta se abre y una figura masculina entra por ella, para ese entonces ya mi mente está muy borrosa. Me acerco y sin pensarlo mucho junto mis labios con los suyos, inmediatamente siento como todo mi cuerpo se prende. Su boca sabe a cereza. Es como si tuviera un 4 de Julio privado en mi estómago, miles de fuegos artificiales por doquier. Él agarra mi cadera con sus grandes manos y me junta más a su cuerpo. Lame mi labio inferior rogando la entrada y se la permito, profundizando el beso, me anclo a sus hombros y siento que es el mejor beso que he dado, y eso que he dado mucho, no sé si es verdad o es el alcohol en mi sangre.

Nos besamos como frenéticos, como si el mundo se estuviera destruyendo y fuera el último día de la tierra. Pruebo su boca y es como el néctar más delicioso que ha existido, estoy casi de puntillas, agarro su cuello para besarlo mejor, camina hacia adelante y yo hacia atrás hasta que mi espalda toca la pared. Su boca sigue besándome, su lengua sigue jugando con la mía, sus manos siguen en mi cadera y mis manos siguen en su cuello; poco a poco subo mis manos a su cabello y me congelo cuando siento algo raro, en vez de sentir el cabello corto de Nicholas siento otra cosa.

Siento rizos, muchos rizos.