My girlfriend's sister | h.s

Capítulo 24: "Mi refugio"

{Elizabeth}

El camino hacia la biblioteca es un poco incómodo, solo intercambiamos algunas palabras como: ¿Cómo estuvo tu días?, ¿ya viste el nuevo corte de la Señora Brust? Y cosas como esas, sin importancia. Diviso el gran edificio, viejo, gris pero tan especial para mí, la Biblioteca Seasons. La única por aquí cerca, pero mi preferida sin duda. Una sonrisa se extiende por mi cara, tengo tarea pero me puedo dar el lujo de leer una que otra página de un libro romántico de allí. Creo que Harry se percata de mi expresión y pregunta:

-¿Te gusta este lugar, no?- con su peculiar sonrisa.

-Mucho, es como mi refugio…- me emociono respondiendo- He pasado muchas horas aquí metida, sin duda es especial.- continuo con una sonrisa mientras subimos las 127634 escaleras que hay para llegar a la puerta, no es cierto, no son tantas pero para mí son eternas. Al fin llegamos a la puerta y Harry me abre la puerta, le agradezco silenciosamente con una sonrisa y entro, me llega el típico olor a libros, tan agradable. Saludo a la encargada y le doy mi credencial al igual que Harry, me llega la sensación de que Harry también acude muy seguido aquí. Lo he visto varias veces pero me hago tonta, ya mucho tengo con que este metido en mi casa y verlo diario en la escuela. Harry me avisa que va a buscar los libros que necesita y yo decido hacer lo mismo. Voy a la sección de Geografía y busco en el gran estante un libro que me sirva, agarro dos de ahí por si acaso, uno donde viene el significado de los nombres para Conocimiento Interno, gran materia, note el sarcasmo. Diviso a una maraña de risos cafés y me acerco, está muy concentrado buscando un título  y no puedo dejar de admirarlo, este chico en verdad es guapo, su alta estatura pero sin ser intimidante, bueno solo cuando se lo propone, sus brazos, que se mueven al compás de sus ojos, sus ojos un color tan raro, que no encuentro las palabras para describirlos, enmarcados por unas finas pestañas, pómulos perfectos, de hecho todo en él lo es, no encuentro ningún defecto físico, la manera en que moja sus labios con su lengua, y mis pensamientos van hacia algo más sucio, me obligo a dejar de tener esos pensamientos en el momento justo que el fija su mirada en mí, una sonrisa tímida aparece en su cara y yo como reflejo la imito.

-¿Lista?- pregunta moviendo su cabeza hacia mis brazos, donde sostengo fuertemente mis libros previamente elegidos.

-Sip- contesto rápidamente.

-Bien, vamos- dice y pone una mano en mi espalda baja, donde un escalofrió corre rápidamente al contacto con su gran mano. Nos dirige hasta una mesa y pone su mochila encima. Lo miro confundida y el alza las cejas.

-¿Pasa algo?- pregunta en tanto confusa.

-¿Qué haces?- contesto con otra pregunta aunque sé que la respuesta es obvia.

-¿Instalarme para estudiar?- dice como si fuera lo más obvio del mundo.