iv

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-No me gusta cuando bromeas con esas cosas Ángela.

-No estoy bromeando, pequeña.

-¿Hablas en serio entonces?-Matilde no lo admitiría, pero en su pecho se formaba una burbuja de preocupación, su mayor siempre le decía la verdad eso le gustaba de la chica, que si la hería, lo hacía con la verdad; pero en estas ocasiones ella esperaba con una pequeña mentira, que calmara los pequeños sentimientos que estaban en su interior.

-Por supuesto que hablo en serio. Siempre hablo en serio cuando se trata de ti.

Matilde y otras farsas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora