xiii

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Su cabello era suave, y tenía un agradable olor dulce. Matilde embobada miraba al mayor tocando guitarra mientras sus dedos acariciaban la melena ligeramente desordenada.

-¿Quieres que pare?-Preguntó la joven temiendo estar siendo demasiado melosa. El más alto negó con una sonrisa y se inclinó casi imperceptiblemente al tacto ajeno.-Ya.

Incluso drogada y ebria Matilde podía sentir sus mejillas calientes y su estómago revoloteando de manera peligrosa.

"te gusta" susurró una voz burlona en su cabeza, una voz demasiado parecida a Constanza.

Matilde y otras farsas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora