"-Fumar es tan dañino, deberías dejar de hacerlo.-La voz de la mayor retumbó en los auriculares baratos de Matilde. Sonrió, asintiendo aún sabiendo que la mayor no podía verla.
-Lo haré, dejaré de fumar por ti.-Asintió dándole la razón a Ángela, guardando la cajetilla bajo un cajón."
El recuerdo golpeó a Matilde con la fuerza de un puñetazo en el estómago, se llevó la mano al pecho al encontrar la maltratada cajetilla de cigarrillos. Ya no había un Ángela y Matilde, ya no había un "debes dejar de fumar para que estemos mucho tiempo juntas".
Tomó uno de los cigarrillos y lo encendió. Su garganta quemaba, había pasado demasiado desde la última vez que el humo había recorrido su cuerpo. Pero ya nada se lo impedía, ahora era nuevamente ella con su miseria, ella con el peso del mundo y el recuerdo de Ángela.