freckles ; lee felix

3.

He escuchado que sus padres están por divorciarse, es lo que se habla por todo el Instituto. Hacen bromas a las cuales el sólo ríe siguiendo el juego pero yo se que le quema por dentro.

Xianine la chica que al parecer es su novia hace malos comentarios a lo que él sólo ignora ¿Por que lo permite?, ¿Por que sigue con ella teniendo a alguien que muere por el?.

Mis noches se convirtieron en un gran dolor desde que puede escuchar como se autocritica de la peor manera posible, desde que escucho su llanto, desde que escucho sus súplicas. Sigue odiandose, incluso más que el primer día en que le escuché.

Pide perdón por sus pecas, cree que es un error tenerlas, cree que sólo llegó al mundo para ser una carga, cree que sus padres se divorciarán gracias a él. ¿Cómo puedo hacerte ver que nada es verdad y tu eres alguien maravilloso?.
¿Cómo alguien que es tu fortaleza está tan roto por dentro?.

No logró conciliar el sueño, salgo a tomar un poco de aire al balcón y le encuentro sentado al filo de la banqueta. ¿Que haces a las 3:00 am fuera de tu casa?. Bien dicen que la soledad y el dolor toma fuerza durante la noche.

Su cabeza se esconde entre sus piernas, sus manos permanecen alrededor de esta. Perdóname por mi atrevimiento pero no te dejaré sólo.

Bajé hasta la salida cuidadosamente de no ser escuchada por mis padres. Toqué su hombro a lo que reaccionó con un golpe en mi brazo. Lo entiendo, era tarde para que alguien llegue a tu lado sin hacerte algún mal.

Al ver que era yo pidió perdón limpiándose las lágrimas removiendo todo rastro de maquillaje, permitiéndome ver sus pecas mucho más cerca de lo que imaginé.

Se levantó dispuesto a irse pero no lo permití. Tome su brazo para evitar que se marchara y siguiera afligiéndose sólo. Sin decir más le abracé, le pude notar un poco tenso pero después de segundos también me rodeó con sus brazos.

—Estoy aquí Felix saca todo eso que te hace mal —Acariciaba su espalda de arriba hacia bajo tratandole de mostrar mi apoyo. Sus lágrimas volvían a salir aferrándose a mi. Cada sonido que emitía me llegaba al alma causandome una gran tristeza.

Entre susurros me contó todo lo que ocurría, cosa que ya lo sabía al escucharlo todas las noches. Le presté toda la atención que el pedía por que de verdad era importante para mi, cada palabra estaba cargada de sentimientos reprimidos.

—Felix ¿Alguna vez has estado en un bosque en la noche? —Pregunté.

—Si —Contestó con voz más ronca de lo normal.

—¿Que sientes al verlo? ¿Cómo se ve? —La noche era nuestra mejor compañía en este momento, lo llevé nuevamente a sentarnos en la banqueta en la que se encontraba anteriormente.

—Esta vacío, te sientes con miedo, no logras ver nada bonito —Me miraba a los ojos causando un gran escalofrío en mí.

—¿Has estado en un bosque con luciérnagas alumbrandolo? —Tomé sus manos para acercarme más a él.

—Si, es una maravilla —Podía sentirle un poco más tranquilo.

—¿Qué sería de tu rostro sin tus pecas?. Estaría apagado, siendo común entre los demás, no podríamos admirar esa belleza que tienes, esas luciérnagas que no dejas brillar. Sin embargo tus pecas son todas esas luciérnagas que iluminan el bosque, dando un brillo majestuoso durante la noche creando así algo hermoso y difícil de ver en cualquier otro lugar. Esas lucecitas que pueden brindar esperanza en la oscuridad. Tus pecas son mi luz durante la oscuridad de los días —Me miraba asombrado, pude ver una sonrisa en su rostro. Parte de mi cabello colgaba impidiéndole verme bien, con su mano lo recogió detrás de mi oreja para después darme un abrazo.

—Gracias por pensar eso de mi y no dejarme solo como lo he estado —Sus brazos me rodeaban haciéndome creer que por fin tenía la felicidad entre mis manos.

—Nunca has estado sólo, cuando necesites a alguien estaré aquí para ti. Esperó que algún día llegues a amar tus pecas como yo lo hago —Dejé un beso en su mejilla para después entrar devuelta a mi casa ya que comenzaba a amancer.