freckles ; lee felix

19.

Torpemente llegamos hasta su habitación. Con suavidad me recostó sobre su cama. Las caricias aumentaban el placer de sentirnos.
Con cada roce creábamos música, somos dos instrumentos que suenan al compás. Sus besos inundaban mi cuello, mi pecho, mi piel. Sus labios iban dejando rastro hasta las partes más sensibles.

—Felix ¿Lo recordarás por la mañana? —Pregunté interrumpiéndonos.

—Claro que lo haré —Continuó su trabajo con mi sostén. Me despojo de cada una de mis prendas con tranquilidad. Me deshice de su camisa y sus pantalones. Tocaba su pecho, su abdomen, explorabamos cada rincón de nosotros.

Nuestra música era algo nunca antes visto, una melodía romántica e energizante. Una melodía que te haría llorar y emocionante con cada nota. Una obra de Mozart se quedaría corta con lo que estábamos creando.

Era todo un caballero. Me tocaba como si conociera cada punto de mi, sus caricias me hacían cobrar vida, sus dedos tocando mis entrañas me estremecían.

Llegó el momento cúspide entró en mi cavidad volviéndonos uno mismo. La habitación estaba inundada por nuestra melodiosa voz. Cada choque lanzaba un choque eléctrico por todo mi cuerpo haciéndome disfrutar. Nuestros movimientos prendían fuego en nuestra pasión.

Entre palabras dulces, unos cuantos te amo y promesas vacías llegamos al climax de nuestra melodía.

Salió de mi recostándose aún lado. Ambos mirábamos hacía el techo sin decir ni una sola palabra. Nos giramos hasta estar frente a frente.

—Te amo —Su aliento pegó en mi cara. Aún olía a alcohol.

—Te amo —Contesté de regreso. Eran las palabras más sinceras que había dicho en toda mi vida.

Estaba muy cansada. Me giré dándole la espalda. Él me pegó a él pasando su brazo por mi cintura. Dejaba besos mojados en mi cuello y hombros hasta dejar posada su cabeza en estos. Minutos después escuché su respiración pesada había caído dormido. Esta noche me sentía completa.

Los rayos del sol comenzaban a golpear la ventana lo que me hizo despertarme. Abrí los ojos encontrándome aún en su habitación. Me encontraba recostada sobre su pecho. Con sumo cuidado me levante. Reuní toda mi ropa y me cambie sin siquiera hacer un solo ruido.
Felix tenía el sueño muy pesado incluso si pasara un tren no lo despertaría.

Tomé una hoja y una pluma de su mesita de noche.
"Cuando despiertes será lo primero que te encuentres.
Gracias por cada momento, gracias por cada sonrisa, gracias por enseñarme a amar. Todo a tu lado fue realmente increíble pero dicen que todo lo bueno llega a su fin. Lo prometí nunca me iré, siempre estaré velando por ti. Espero que me ames aunque sea en tus recuerdos, me lleves contigo por que mi corazón se queda contigo.
Siempre juntos para todas las vidas ¿Recuerdas?.
Te entrego este collar que me regalaste. Por favor dáselo a la chica que te haga feliz.
Te amo como nunca volveré a amar.

Te amare hasta el fin de mis días Con amor  S.

Retiré la bonita bola de cristal de mi cuello. Doble la hoja en dos y la coloqué aún lado de su lámpara, sobre esta dejé el collar que me había regalado.

El sol comenzaba a pegar en su rostro. Tenía la sábana hasta el pecho, su cabello estaba revuelto, no llevaba ni una pizca de maquillaje. Era lo más hermoso que pude haber visto.
Para otras personas esta sería la imagen más romántica que podrían presenciar pero para mi era la más cruel y dolorosa.

Con todo listo me acerqué a él y dejé un casto beso sobre sus labios. Era el último.

—Por favor se feliz, sea lo que sea que estes haciendo tienes tus razones. Vuela alto y no dejes que nada te derrumbe. Te amo —Hablé casi en un susurro, tomé mis cosas y salí de su habitación tratando de no hacer ningún ruido por despertarlo.

Estando afuera de su casa sentí la realidad golpearme. Había perdido al niño de las pecas. Me fui sin siquiera decir adiós. No podía pronunciar esas palabras frente a él. No podía enfrentarlo.

Volví a mi habitación a darme una ducha. Dejé que las lagrimas se camuflajearan con la presión del agua cayendo sobre mi cuerpo.
Sentía un vacío en el alma y eso dolía.

Estaba recostada y un llanto me hizo estremecer. El había despertado y estaba llorando.
Nunca he podido soportar escucharlo llorar así que lloro junto a él. Quiero correr a abrazarlo pero me contengo.
Eso ya no me corresponde, no puedo ir a él. Tan cerca y a la vez tan lejos.

Cerca del medio día salí al jardín a tratar de despejarme. Tontamente tenía la esperanza de verlo aunque sea a lo lejos.

La puerta se abrió haciéndome resplandecer. Era él pero Chaewon estaba ingresando a su casa. Hicimos contacto visual rompiéndolo momentáneamente, no había luz en ti, no mostrabas ninguna expresión.

Los días pasaron y la nueva noticia rondaba por todo el colegio. Ahora eras novio de Chaewon. ¿Por que Felix?

Supongo que finalmente el destino acomodó las cosas, siempre dijeron que estaban destinado. Yo no puedo cambiar nada. Rogaba que fuera una mentira.

Volviste a destrozar mi corazón. Decías que si permanecías a mi lado me harías daño pero ahora que no estás también lo estás haciendo. ¿Por que no te quedaste y lo hacías a mi lado?.

Una nueva audición en una de las empresas más importantes de entretenimiento y creadora de idols te había contactado. Tu pasión por el baile finalmente brindaba frutos.

Al escuchar ello me alegré por él. Le agradecí a Dios por darle la oportunidad de cumplir sus sueños.  Recuerdo verlo practicar todas las tardes hasta cansarse. Había días en que no podía seguir de lo cansado que estaba pero aún así continuaba haciéndolo. Felix es mi definición de pasión, talento y dedicación.

Escuché que saldría del país para ir a aquella audición. Estaba emocionada por él. Pregunté entre sus amigos el horario de su vuelo.

El día que partía corrí con mi vida para estar a tiempo en el aeropuerto. Chaewon estaba con maletas junto a Felix. Era de esperarse que viajaran juntos.

No me acerqué. Le observaba de lejos. Ella le tomaba por el brazo mientras él miraba a todos lados como en busca de alguien.
Se veía nervioso, iba de un lado para otro, mirando y mirando.
Me paré en un punto estratégico en el que no pudiera verme y yo a él si.

Lo prometí siempre velaría por el incluso en la distancia. Se le notaba algo decaído al escuchar que era su momento de abordar. Antes de entrar a la sala dió una última mirada triste al parecer quien esperaba nunca llegó. ¿A caso me esperaba a mi? No lo creo posible.

En internet subían actualizaciones de las audiciones, hoy era su día.

"Buena suerte. Entrégate a lo que mejor sabes hacer. Creo en ti, confío en ti. Nunca lo olvides".

Envié un mensaje de texto para animarlo pero ese mensaje no tuvo contestación.

Aquí está el tan esperado capítulo de hoy. Llegue a mi modo masoquista y dramático para escribir este capítulo. No todo es malo todo tendrá una explicación y un término adecuado. Esperen por mas. Lamentablemente en cuantos capítulos llegará al final esta historia pero no se preocupen las seguiré llenando con las historias que estoy por subir espero que sigan apoyándome y leyéndome❤️

Recuerden seguirme en Instagram como "shyxmingyu". Nos estamos leyendo❤️