Epílogo.

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Felix logró debutar junto a Minho y los otros chicos. El apoyo que recibieron surgió efecto 9 o ninguno. Los 9 chicos dieron un gran paso a su sueño.

Perdí toda comunicación con el desde el momento en que he abordo ese avión. Lo único que sabía era todo lo que se hablaba de él a través de los medios.

Stray Kids lanzó una gira mundial, la suerte se puso de mi lado estarían en la ciudad. Tal vez la vida me estaba dando una última oportunidad.

Estuve ahorrando durante algunas semanas para completar el dinero de un boleto en buena zona. Debo admitirlo me convertí en gran fan de los chicos. El día de la preventa como loca teclee la computadora para lograr comprarlos pero desafortunadamente no alcancé ninguno, todos se agotaron al primer minuto. Mi segunda opción era pedírselo a Minho pero no quería verme aprovechada. Así que lo descarté.

¿Qué haría? Solo me quedaba esperar, con suerte alguien vendería alguno o fuera del recinto estarían algunos revendedores. Recaudaría más dinero, como fuera tenía que conseguí un lugar.

Llegó el tan esperado día y no tenía algún recurso. Llegué más temprano de lo que debería con la esperanza de encontrar algún boleto. Las filas eran largas, muchas niñas y jóvenes muy bonitas esperaban por ver a sus ídolos.

Recorrí una y otra vez la fila pero no encontraba nada. Pasaron horas y seguía igual, estaba por darme por vencida. Caminaba con la cabeza agachada dispuesta a volver a casa después de mi fallido intento.
Estaba por doblar la esquina cuando choqué con una persona.

—Disculpa —Levante la cabeza para pedir perdón.

—¿Eres tú? —El lindo chico me estaba sonriendo.

—Minho —Sonreí al verlo. Nunca creí topármelo de esta manera.

—Te extrañé demasiado —Me abrazó fuertemente.

—Yo también lo hice —Cerré los ojos disfrutando del momento. Era verdad, extrañé a mi mejor amigo.

—¿Vendrás a vernos? —Se despegó un poco para lograr verme a los ojos. Negué con la cabeza.

—No conseguí entradas —Me despegué de él. Cualquier persona podría vernos y comenzar a esparcir un nuevo rumor. —Mucha suerte, brillen como solo ustedes saben hacerlo —Me di la media vuelta dispuesta a irme pero fui jalada por el.

—¿A donde vas? —Me tomó del gorro de la chaqueta. —Tu vienes conmigo —Comenzó a caminar jalándome haciéndome reír. No podía quejarme podría verlo.

Antes de llegar nos encontramos con Jeongin y Jisung. IN es el niño más tierno del mundo, cualquiera que lo viera quedaría flechado por el de lo lindo que es. Jisung no se queda atrás, es muy risueño y tiene una gran personalidad. Minho me presentó con ellos y puedo decir que forjamos una buena comunicación.

Juntos llegamos hasta la puerta huyendo de algunas fansites para evitar ser capturados. Más que nada lo hacían por mi. A la entrada solo le indicaron algo a los de seguridad y me permitieron pasar.

En los camerinos se encontraban 3 miembros más Hyunjin, Bangchan y Woojin. Fueron muy amables. Lo primero que cruzo por mi mente al ver a Hyunjin fue ¿A este chico lo sacaron de alguna historieta?. Woojin practicaba sus notas altas dejándome perpleja. Chan se sentó al lado mío conversando de cualquier cosa que se nos viniera en mente. Era muy divertido.

No pude tener contacto con los miembros restantes, fui arrastrada hasta el backstage el concierto estaba por comenzar.
Mi sitio era cercano al frente muy bien centrada. Estaba de lado de Felix. Minho lo había arreglado todo.

Las canciones pasaban y yo no paraba de gritar, cantar y disfrutar el show. Estos niños me tenían encantada. Estaba a punto de llorar de verlos, de verlo llegar tan lejos.

Llegó el turno de hablar, él miraba por todo el público tratando de saludar a todas hasta que llegó a mi. Los dos nos miramos y aún sin creerlo el me sonreía.
Mi corazón saltaba de emoción, no se si por fan o por tener el amor de mi vida nuevamente frente a mi.

—Llegó el momento de una canción muy importante —Gritó Seungmin con emoción.

—Y la escribió nuestro lindo Felix —Changbin hizó aegyo haciéndonos soltar un gritito de emoción. Felix sonreía a su lado. Se miraba como un ángel.

I am you inició con su maravillosa melodía. Felix me señalaba en cada coro. Me sentía soñada. Esta canción es realmente hermosa ¿Para quien la habría escrito? ¿Chaewon lo inspiró? Elimine todos esos pensamientos para seguir disfrutando.
El concierto finalizó con éxito haciéndome llorar de alegría. Estaban frente a mi triunfando.

Corrí sin ser vista por alguna chica. Llegué nuevamente hasta sus camerinos. Los abracé uno a uno hasta llegar a Felix. Me detuve.

—¿Puedo abrazarte? —Solté nerviosa.

—No lo pienses dos veces —Me envolvió entre sus brazos. Me sentía en casa. Todos los chicos comenzaron a salir dejándonos solos él y yo.

—Hola —Hablé nerviosa.

—Hola princesa —Mi piel se erizo al escuchar el apodo que el mismo me había dado.

—¿Princesa? —Traté de sonar lo menos confundida posible.

—Perdóname —Se arrodilló frente a mi tomando mi mano. —Necesito que me perdones —Lloraba sin soltarme.

—Por favor levántate —Lo tomé por los brazos impulsándolo hacia arriba.

—Soy un estupido. No debí de hacer la voluntad del papá de Chaewon. Debí luchar por ti, por nosotros. No hay un solo día en el que no viva arrepentido por lo cobarde que soy.

—¿Qué pasó con ella? —Fui demasiado directa.

—Está por debutar en un grupo. Su papá me soltó a cambio de que le ayudara a entrar en la audición del programa. Todo con ella fue un espejismo. Soy libre —Tomó mis manos. Yo lloraba al escuchar su confesión. Ambos habíamos sufrido demasiado no solo yo.

—Te perdono —Limpié sus lagrimas. —Te lo he dicho, pase lo que pase siempre estaré junto a ti. Ni un solo minuto te he dejado de amar. Te perdono por que te amo —Sonreí.
Me miraba con una gran sonrisa. Unimos nuestros labios como tanto lo anhelábamos. Nos extrañábamos, nos necesitábamos.

—¿Te gustaría comenzar desde cero? —Unió nuestra frentes entre respiraciones entrecortadas. —Solos tu y yo.

—Me encantaría —Lo tomé por la mejilla y volví a besarlo. Después de tanto finalmente estábamos juntos.

—¡Se están besando! —Gritó Changbin desde la puerta haciéndolo que los chicos corrieran a vernos. —Estas besando a mi novio —Lo dijo en el tono más afeminado que pudo haciéndonos reír.

Los chicos llegaron riendo y haciéndonos burla, disfrutamos el tiempo haciéndonos bromas y conversando. Pidieron pollo frito y refresco para cenar por qué era día de festejar. El Niño de las pecas, mi amor de la infancia, El Niño de las estrellas en el rostro finalmente estaba a mi lado. Y esta vez sería por siempre.

freckles ; lee felix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora