El principio de una invasión

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"Veamos... Otra pagina del diario, no diario o lo que puñetas sea esto. Me situó de nuevo en la Tardis, esa maravillosa nave espacial con forma de cabina de policía mas grande por dentro. Cuando dices nave espacial no piensas en algo así, en la ciencia-ficción lo normal es ver cosas parecidas a... no se... tipo Enterprise, Halcón Milenario, Red Dwarf... etc.

Que la Tardis sea así la convierte en algo muy especial, es retro por fuera y futurista por dentro. ¿Puede haber algo mejor? Igualmente, mi cerebro sigue siendo incapaz de comprender como un espacio tan grande puede ocultarse en el interior de un espacio aparentemente pequeño. El Doctor no me da respuestas, tiene un talento increíble cuando se trata de la evasión de preguntas, increíble y muy molesto. ¿Que le cuesta decirme de donde viene? Solo quiero saber el nombre de su planeta y de su especie, parece humano pero no lo es. El es diferente a los humanos, al menos a todos los que he conocido. El no me odia y parece aceptarme tal y como soy, le aprecio por eso.

Le dije que con que me dejara estar con el hasta que los Benermartienses se fueran me conformaba. Sinceramente, le mentí a base de bien... No me conformo, necesito viajar con el lejos de la Tierra, quiero que me muestre el cosmos entero, podríamos ir a su planeta, ese dichoso planeta del que no me habla, seguro que es hermoso."

-¿Doctor, como vas? - preguntó Goëtia cerrando su libreta

-Bien, los tengo localizados. Mira.

Goëtia se agachó junto al Doctor y miró la pantalla que el le había señalado.

-Pero si eso es... ¡Están encima de la gran chimenea del Parc de les Aigües! ¿¡Por que!? - dijo sorprendida la joven

-No tengo ni la menor idea - dijo el Doctor con sinceridad

-¿Enserio? Pensaba que lo sabías todo...

-No. no lo se todo, y doy gracias. No tener nada que aprender es aburrido, si lo supiera todo no estaría vagando por el universo. ¿No crees?

-¿Por esa razón vagas por el universo? ¿Y que hay de tu hogar?

El Doctor frunció el ceño al escuchar aquella pregunta, como si le molestase. Goëtia sabía perfectamente que respuesta le daría el Doctor, ninguna. Y sin duda alguna...

-Aterrizaremos cerca del lugar, irrumpir sin invitación en su nave podría ser considerado un acto hostil, y  yo no quiero eso.

Y una vez mas. Una vez mas había esquivado la pregunta. Goëtia se limitó a dejar escapar un suspiro.

-Aterricemos pues... - contestó Goëtia con tono de decepción

El Doctor accionó una palanca y la Tardis se materializó  en el lugar fijado. Salieron de la cabina, Goëtia miró hacía el pico de la chimenea buscando la nave, no vio nada.

-Doctor... ¿Cuanto hace que no revisas el radar de la Tardis?

El Doctor se desperezó y levantó la cabeza clavando la mirada en el lugar donde debería estar la nave.

-Goëtia, está justo allí.

La joven buscó desesperadamente pero seguía sin ver nada, el Doctor se reía de ella.

-¡Doctor,  no tiene gracia! - le espetó con enojo

-Están camuflados Goëtia, son invisibles a nuestros ojos a menos que estemos encima o dentro de la nave.

-¿Pero en las noticias...?

-Cuando despegaron haciendo trizas el parque su camuflaje aun no se había activado. Suele pasar cuando los motores  no se ponen en marcha en milenios, los sistemas tardan en reaccionar y en ocasiones hay que repararlos.

-Lo dices como si tuvieras mucha experiencia en eso, y bueno... milenios no tienes, creo...

El Doctor se encogió de hombros. Comenzó a andar hacia la chimenea, debía medir unos 50 metros de longitud. Goëtia se quedó atrás dándole manotazos al aire, le pareció que una mosca o algo la perseguía.

-Percibo algo extraño... - dijo el avanzando con cautela 

Extendió el brazo hasta tocar algo invisible, segundos después se formó una cúpula alrededor de la  torre, apartó la mano y la cúpula desapareció .

-Me lo temía. 

-¿Y si excavamos y pasamos por debajo? - preguntó Goëtia al conseguir espantar aquello que la molestaba

El Doctor le puso mala cara a la joven al escuchar aquel ridículo plan.

-Olvida que dije eso, me acabo de sentir muy idiota por haberlo pensado... - dijo ella bajando la cabeza para que no se notara su sonrojo

-No se si podré olvidarlo...

Un grito no muy lejano les interrumpió, el Doctor le dirigió una mirada a Goëtia y ambos corrieron hacia el lugar de donde provenía aquel terrible aullido. No muy lejos empezaba a formarse una pequeña aglomeración de gente.

-Dejen paso, soy médico - dijo el Doctor intentando abrirse camino entre la multitud

Finalmente la gente se apartó mostrando el cuerpo de una mujer bastante joven tendido en el suelo. El Doctor se agachó y la contempló mas de cerca, estaba muy pálida, el tono de su piel era tan blanco que parecía estar hecha de nieve. Le tomó el pulso en el cuello, no se lo encontró, solamente sintió frío. En el cuello de la mujer se extendían pequeños puntos rojos, también por los brazos, sobretodo en las zonas por las que pasaban las arterias principales.

El Doctor se levantó y se alejó del cuerpo.

-¿Que pasa con la mujer? - preguntó un hombre entre la multitud

-Esta muerta, no hay nada que hacer... - contestó el Doctor sin girarse

-¿Y bien? - preguntó Goëtia volviendo a su lado

-La han drenado... Lo que le ha pasado a esa muchacha le va a pasar a toda la población terrestre, os vais a extinguir si yo no lo evito.

Goëtia puso cara de espanto al escuchar aquello.

-Oh no, no, no... Yo no quiero acabar así, los demás pueden morirse si quieren, me importa un rábano, pero yo no, yo no puedo... No va a pasarme eso... ¿Verdad? ¿¡Verdad!? - dijo con mucho nerviosismo 

El Doctor la miró con preocupación.

-¿Goëtia, te ocurre algo?

-Hemm, si... no... ¡No se!

El la detuvo y la miró a sus ojos dispares, le pareció ver un diminuto brillo anaranjado, decidió ignorarlo.

-Goëtia, se que te pasa algo. Puedes contármelo.

-Doctor, yo... - el brillo anaranjado apareció de nuevo, al Doctor empezó a preocuparle, no era normal - Olvídalo, estoy bien... -dijo finalmente

La supuesta mosca volvió a molestarle, intentó golpearla pero no la veía, solo escuchaba un zumbido extraño.

-¿Goëtia, que pretendes? - le preguntó el Doctor extrañado, pues el tampoco veía nada.

-Nada, hay una mosca o algo. Es bastante normal al estar cerca del campo. Descuida, creo que ya he conseguido ahuyentarla. 

-Como quieras.  ¿Sabes? Deberíamos dar una vuelta para encontrar pistas, aun no entiendo como le han quitado la sangre a esa mujer. Esta es tu ciudad, guíame - le dijo sonriendole

Aquello animó a Goëtia, dio unos pasos hacia delante y giró la cabeza hacia el Doctor, instándole con la mirada a que la siguiera. Caminaron nuevamente por la calle con calma, el Doctor iba al lado de Goëtia dejando que le guiara, ella le cogió la mano, le hacia sentir bien.

El Doctor iba observándolo todo pero su mente estaba en otra parte. Aquel brillo en los ojos de su compañera, no podía quitárselo de la cabeza. Tal vez era simplemente un reflejo causado por el sol o alguna otra luz pero no estaba seguro. Intentaría no preocuparse demasiado si no volvía a manifestarse. No obstante, vigilaría a Goëtia bien de cerca.





Doctor Who: Goëtia la solitaria incomprendidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora