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Dolor

Sus manos recorrian mi cuerpo con desesperación, demasiado brusco. Nuestro beso distaba de ser delicado, nuestros dientes chocaban con fuerza cada cierto tiempo por la rudeza con la que estaba empujando contra mi para acercarme a la cama.

En un momento rasgó mi ropa, destrozandola, arrancándola, hasta dejarme sin nada. Me arrojó a la cama, pellizco mi pezon derecho con fuerza mientras lamía, succionaba y mordía el otro hasta dejarlo hinchado y morado.

Mi torso pronto se llenó de chupones violáceos y mordidas sangrantes y dolorosas.

El se desnudo mientras apretaba con fuerza mi erección haciendome retorcer de dolor. Cuando se sacó toda la ropa me miró divertido por mi mueca y de una estocada entró dentro de mi sin antes prepararme, un dolor agudo me asalto y grite con fuerza, el no espero, comenzó a arremeter salvajemente dentro de mi, mis gritos resonaban alto mientras el reía. Dolía demasiado. De mis ojos las lágrimas caían como chorros de agua y cuando el me giro sin salir de dentro de mi, poniéndome en cuatro, sentí como me desgarraba más por dentro.

Mordío mi espalda haciendo que esta se curvara y mi trasero se apegara más a su pelvis y su miembro entrará más profundo. Un sollozo entre cortado se escapó de mi boca en un susurro, caí, mi cara se enterró entre las sábanas y almohadas que ahogaban mis gritos y sollozos.

Mi vos suplicante se perdía en el crujido de la cama y el sonido de su pelvis contra mi trasero.

- pa... ra, para, por favor de-detente- un grito agudo salio cuando, luego de esas suplicantes palabras, sentí una embestida más fuerte que las demás.

Mis manos desesperadas intentaron alejarlo de mi pero el las tomó y me las sostuvo sobre la cabeza apretando mis muñecas con mucha fuerza. De un momento para el otro sentí una nalgada fuerte que me hizo respingar, luego otra y otra, los cachetes de mi trasero se llenaron de moretones mientras el seguía moviéndose dentro de mi y nelgueandome, solto mis muñecas y tomo mi cabello entre una de sus manos y lo jalo con fuerza hacia atrás haciendo que choque mi espalda contra su pecho, clavó sus dientes en mi hombro hasta hacerlo sangrar después lamio esa zona. Mis gritos se empezaron a apagar mientras mi vista se nublaba, su voz se escuchaba como un frío murmullo en mi oído.

- te voy a llenar, bebé, te lo voy a hacer tantas veces que mi pito se va a marcar en tu culo. - sus asquerosas palabras me hicieron soltar un quejido.

Sentí un líquido espeso recorrer mis piernas, pero el no salio de dentro de mi y volvió a embestirme. Arcadas empezaron a venir, una tras otra, mi cuerpo empezó a pesar y ya no sentí ni escuche nada. Caí inconsistente en la cama mientras el seguía tocando y profanando mi cuerpo inerte sobre el sucio colchón.

Desperté gritando y con la frente perlada de sudor. Mis ojos llenos de lágrimas y mi garganta reseca. Una pesadilla. Una horrible pesadilla sólo era eso.

...

Perdón. Por hacerlo tan corto pero es un tanto difícil plasmar las ideas que tengo rondando en mi cabeza.