I don't fucking care

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Capítulo IX

"I don't fucking care" Blackbear

No pudo regresarlo a su propia casa, ya que no podía entrar por la puerta principal, porque sus padres lo matarían si lo vieran ebrio; o le darían un buen sermón, y sabía que Tweek los odiaba. Entonces, intentó entrar por la ventana de su habitación, pero estaba asegurada por dentro. No tuvo más opción que llevarlo a la casa Tucker, aunque lo que más le incomodaba era dormir en la misma cama.

Tweek balbuceó todo el camino, y cuando llegaron, ya estando en la habitación de Craig, parecía intentar decirle algo pero no entendía qué. Estando despierto a medias, quedó sentado en la cama, tenía los ojos semiabiertos, lo que a Craig le parecía adorable, y eso lo jodía.

Tiró de su brazo y lo hizo levantarse, pensaba ayudarlo a ponerse una pijama. Tenía buen autocontrol, por lo tanto, verlo desnudo no era peligroso para él. Así que desabrochó su camisa, con Tweek dejando que lo haga, y luego la quitó.

No podía evitar sentirse mal, tener que hacerse cargo de él era doloroso, el hecho de cuidarlo en ese estado, en el que nadie lo había visto antes. Estando frente a él, con el torso de Tweek desnudo, empezó a sentir calor.

- Dime mentiras lindas, mírame a la cara... - Susurró Craig, triste, a Tweek. - Dime que... me amas... aunque no sea verdad... porque me importa una mierda...

Dejó a Tweek con su pantalón puesto, y fue por la pijama. Se apoyó en la silla de su escritorio, frotó sus ojos apartando un par de lágrimas de ellos. Había tomado, aunque no mucho, igual era poco resistente al alcohol, y eso afectó su autocontrol.

- Estuviste en el bar, pero no sé dónde más, y... arrastras las palabras, no tiene sentido. - Suspiró sujetando una camisa delgada. - Aun así, me importa una mierda.

De pronto, sintió algo familiar, unos brazos rodeando su abdomen, con una mejilla apoyada en su espalda. Craig sintió un nudo en la garganta y sus ojos se cristalizaron, su voz tembló nuevamente.

- Porque siento... algo por ti, y actuó como si me importa un carajo, como si no estuviera ahí...

Sujetó una de las manos de Tweek, se dio vuelta y lo miró a dos centímetros de su boca, no le importó la cercanía, sino el hecho de que existiera.

- Porque tengo muchos... sentimientos... por ti, actúo como si me importa una mierda, porque... estoy jodidamente asustado... - Cubrió sus ojos, no queriendo que lo viera así, y siguió hablando con la voz quebrada. - Soy un idiota por ti... y, quizás... eres demasiado bueno para mí...

A pesar de que Tweek no veía sus ojos, si podía ver como las lágrimas caían a través de ellos.

- Soy solo un imbécil... por ti... - Quiso levantar un poco la voz, pero solo hizo notar lo mal que estaba. - Me importa una mierda...

Cuando menos lo esperó, Tweek cerró la brecha y lo besó. Craig sujetó su nuca y su cintura, lo acercaba a él casi desesperando. Paseaba sus manos en su espalda desnuda y lo empujaba sin dejar de besarlo, hasta que llegaron a la cama de Craig y se tendieron sobre ella. Tweek parecía querer unirse a él, ya que lo acercaba con desespero.

Craig desabrochó el pantalón de su ex y lo quitó, empezó a acariciar su entrepierna. Tweek echó la cabeza hacía atrás por la sorpresa, y él aprovecho para besar su cuello, y bajar hasta su pecho. El pequeño rubio, lo ayudó a quitarse, primero que nada su chulo, su chaqueta y el polo que llevaba debajo, de igual modo intentó quitar su pantalón de forma torpe, más que nada por el alcohol. Escuchar sus gemidos, para Craig, era demasiado excitante, así que bajó sus pantalones un poco y empezó a masturbarse mientras hacía lo mismo con Tweek.

- Craig... - Fue lo único que pudo diferenciar en los balbuceos del chico, volvió a besarlo mientras aumentaba el ritmo de su mano. Su boca robaba los gemidos de Tweek, para que Thomas y Laura no escucharan.

Sintió como las manos de Tweek sujetaban su cabello con fuerza, sin embargo no tiraba de él; una de sus manos bajó a la espalda de Craig y clavó sus dedos, arañandolo en el proceso. Todo eso solo hacía que el autocontrol que Craig no tenía en ese momento, se fuera.

Craig abrió los ojos y encontró a Tweek con los ojos semiabiertos mientras lo besaba. Se veía tan vulnerable, tan frágil y perfecto, se sentía afortunado de poder verlo así, porque sabía que era el único; al mismo tiempo, lo hizo sentir mal.

Eso le bastó para reaccionar, al ver sus ojos, recordó su mirada cuando le preguntó si podían ser amigos. Dejó de besarlo, y también detuvo su mano, acarició su rostro y apegó su frente en la de él.

- Te amo... - Le susurró con la voz ronca y con los ojos llenos de lágrimas, sentía que se estaba aprovechando de él por estar borracho. - Te amo, Tweek... te amo, por eso es mejor... es mejor que tengas un futuro lejos de mí... sé que puedes hacerlo...

Lo abrazó, dejando caer sus lágrimas cerca de su hombro. No quiso contenerse y se permitió mostrarse débil, permitió que lo viera y oyera llorar. Los suaves sollozos era lo único que se escuchaba. Tweek seguía abrazandolo, empezó a acariciar su cabello para calmarlo, e hizo que se recostara a su lado.

- Lo siento... - Lloró Craig. Esa era la única vez en su vida, que había dejado que alguien lo viera llorar. - No voy a joderte más... te amo, pero no puedo darte un buen futuro... y odio eso... lo lamento, Tweek...

Tweek sujetó su rostro, limpiando sus lágrimas se acercó y lo besó, ninguno tenía la mente despejada, pero a pesar de ello, Craig pudo controlarse. Se acostó a su lado, abrazado a él, pensó que, si mañana todo se arruinaba, al menos tendría un buen recuerdo de esa noche. Acarició el rostro de Tweek hasta que vio como cerraba sus ojos y se quedaba profundamente dormido.

- Eres lo mejor que me pudo pasar... - Le susurró sin importarle si estaba durmiendo o no. - ...gracias por llegar a mí, Tweek. Gracias...

Balbuceando las últimas palabras, Craig fue vencido por el sueño, quedando con su mano sobre la mejilla de su ex.

Sol de medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora