Sol de medianoche

Abrazame [Style]

Capitulo XVII

"Abrázame" Camila

— ¿Dónde mierda puede estar? — Pensaba Kyle tiritando de frío fuera de la escuela, odiaba que Stan lo dejara esperando un domingo a las 6 a.m., y más aún cuando se estaba congelando el trasero. Todavía se preguntaba porqué accedió a ello, cantar en el maldito festival de otoño; todo fue culpa de Stan, por hacerlo sentir culpable por aceptar estar en una universidad distinta a la de él. Pero, ¿Qué podía hacer? Tenía una beca ganada, no era su culpa que él no se esforzara más por ello antes.

— ¡LO SIENTO! — Llegó corriendo y gritando su disculpa, se apoyó en su hombro para retomar el aire. — Me quedé dormido... perdón...

— Debí adivinarlo. — Renegó Kyle intentando entrar en calor. — ¿Y la guitarra?

Stan aprendió a tocar guitarra cuando era bastante joven, mucho antes que Craig, y estaban inscritos en el festival de música por varias razones: era su último año, podía ser la última actividad como super mejores amigos, Stan quería pasar más tiempo con Kyle.

Por su expresión, adivinó que al salir deprisa, olvidó lo más importante. Cuando Stan intentó volver a casa corriendo, él lo sujetó por el cuello de su chaqueta.

— Ya no importa, me estoy congelando aquí. — Le llevó a rastras a la parte de atrás de la escuela, donde había una puerta con las bisagras oxidadas; entraban siempre a practicar ahí, pero Kyle por sí solo no lograba mover la puerta y tenía que esperar a Stan.

Entraron y Kyle se sentó en un bote de pintura que siempre estaba volteado, abrazó sus brazos y se encogió buscando calor; Stan se acercó y lo abrazó, sintiéndose culpable por haberlo hecho esperar tanto.

— Lo siento, anoche dormí tarde... — Empezó a hablar como siempre lo hacía, de la forma en que sabía que Kyle no se molestaba con él. — No noté la hora...

— Déjame adivinar. — Lo interrumpió e imitando su carácter respondió. — Estabas hablando con tu tan amada y aplicada pero platónica ex-novia.

Stan rió levantando los hombros, Kyle respondió con una cara de asco, luego se sentó frente a él sobre una caja de madera. No solo no toleraba a Wendy, no quería ni siquiera nombrarla, ni pensar en que ella aún se cogía a su amigo a su disposición, haciéndolo sufrir.

— Como sea. — Cambió el tema antes de molestarse, sacó su teléfono y sonó el rasgado de una guitarra. — Empecemos.

— No sabía que tuvieras la canción... — Medio preguntó Stan.

— Sí, sí, no es gran cosa...

— Olvidaba lo precavido que eres. — Sonrió mostrando sus dientes, Kyle no mostró reacción. Tomó aire, pensando en Heidi, no cantaba para ella pero lo concentraba.

— Tienes que saber que es lo último que pido... que estoy desesperado y sigo mis latidos... no me queda mucho tiempo a mi favor. — Cerró los ojos intentando cantar bien.

— Y antes de perder de vista mi camino, quiero mirarte un poco y soñar que el destino... — Kyle lo miraba cuando él no se daba cuenta. — ...es junto a ti, mi amor. — Stan lo miró de vuelta. — Quédate un segundo aquí, a hacerme compañía... — Sonrió a pesar de la expresión indiferente del pelirrojo.

— Quédate tantito más... — Agregó él.

— Quiero sentirte mía... — Ambos elevaron sus voces, por primera vez sin fallar en el intento. — Y abrázame... — Kyle levantó la cabeza cerrando los ojos, tan concentrado que para cualquiera resultaba encantador. — Y abrázame... — Stan no podía evitar estar atento a él cuando ensayaban, también esa era una razón para haberse inscrito juntos. — Y abrázame... — Cerró los ojos y practicó con su guitarra imaginaria, para dejar de ver a Kyle. — Y abrázame...