Killer

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Capítulo X

"Killer" The Ready set

Tweek despertó lentamente, mirando un techo bastante familiar de color azul. Con las palmas de las manos frotó sus ojos, sintiendo un fuerte dolor en el estómago y mucha sed, se encogió pegando sus rodillas al pecho, para calmar el dolor, aunque fuera un poco. Su corazón dio un vuelco al encontrarse con Craig a su lado, con el cabello revuelto, la manta hasta su cintura y el torso desnudo; aguantó un grito cuando vio que tampoco él llevaba su camisa.

Se sentó sujetando su cabeza, para intentar evitar que todo el mundo diera vueltas. Se sentía enfermo, aunque sabía por qué era, a pesar de no recordar nada de la noche anterior. Recordaba decirle a Craig que lo amaba, mientras que era cargado hasta su casa y recordaba ser ignorado por el mismo.

Sintió sus labios sensibles, y al mirar su pecho encontró un par de marcas rojas distribuidas por su abdomen. Comenzó a sentir calor y a ponerse muy nervioso, si estaba semidesnudo con Craig a un lado, con marcas de besos en su pecho y sus labios sensibles; no había mucho que pensar. No le molestaba pensar que se hubieran acostado, pero odiaba no recordar nada, más aún si habían tenido sexo.

Craig se removió y abrió los ojos mirándolo todavía recostado, haciendo que Tweek se sonrojara por completo. Se sentó igual que él, pero apegado a la pared, le sonrió pensando que tal vez recordaba lo que había pasado.

- Buenos días, Craig... - Le susurró cerrando los ojos con fuerza, y antes de que pudiera devolver el saludo, se atrevió a preguntar. - ¿Qué... amm... qué pasó...?

La expresión de Craig cambió de calma a preocupación, deseaba más que nada que recordara, porque no quería decirle, no sabía cómo.

- Tomaste de más... - Respondió con frialdad.

- No - Interrumpió mirándolo a los ojos con pena - Luego de que... de llegar aquí...

Craig hizo puños y bajó la mirada, rascó su nuca no queriendo decirle todo, así que prefirió seguir con el plan de antes.

- Después de llegar, quise prestarte un pijama, así que te quité la camisa y... - Relamió sus labios y suspiró. - ...te quedaste dormido... durante la noche, te arañaste... - Le mintió apuntando a su abdomen.

Tweek pareció entristecer, acarició sus propios brazos, no por frío, sino porque se sintió solo, ridículo, patético y estúpido.

- ¿Por qué me...? - Intentó preguntarle por qué lo llevó a su casa, pero fue interrumpido.

- Será mejor que te vayas. - Su tono era completamente distante e insensible. - Mis padres no saben que estás aquí, y los tuyos tampoco.

Tweek miró al reloj que había en la mesita de noche, vio que eran las 5:30 a.m.

- Es temprano, pero... ¿Por qué me trajiste aquí, Craig?

- Vete a casa.

- Dime, por favor.

Craig se levantó y buscó una solera, pensaba ignorarlo, pero no sabía que Tweek le insistiría con el tema.

- ¿Por que me trajiste aquí? - Se levantó, tomó su camisa y se acercó a él mientras se vestía. - ¿Por qué no me llevaste a mi casa?

Sol de medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora