La segunda estrella a la derecha, si... eso fue lo que nos dijeron a todos.
En Neverland nadie escapa sin su permiso.
El siempre busca más niños, las niñas nunca llamaron su atención para atraerlas a la isla, cree que ellas no saben divertirse tant...
Antes de comenzar con esta historia, debo advertirles que no esta basada 100% a la serie, por lo que habrá algunos personajes inventados y no seguirá exactamente la cronología de la misma.
Hago esta aclaración para evitar confusiones en un futuro.
Sin mas que decir, me retiro.
Espero que disfruten mucho la historia.
- A Yellow lady.
- Hola, Félix. - Exclamo Garfio sosteniendo el timón.
Félix, que se encontraba a pocos pasos de él, lo miro retador.
-Pierdes tu tiempo. - Exclamo Félix con un tono burlón.
-Solo quiero hablar, muchacho. - Respondió Garfio fingiendo una sonrisa. - Relájate un poco.
-Quieres saber en dónde está y como recuperarla ¿No es así, Capitán? - Refuto Félix con seriedad.
- ¿Por qué no cooperas, muchacho? - Exclamo Garfio soltando el timón. - Esa chica no le pertenece. - Garfio cambio su expresión por una de compasión. - Ella debe volver a su hogar.
Félix comenzó a reír junto con el resto de los niños perdidos.
- ¿Y en que podría ayudarte yo? - Respondió burlón.
- Podrías darnos información. - Contesto alzando la voz. - Distraerlo... no lo sé. Vives aquí desde hace mucho tiempo, debes conocer algún punto débil de Neverland.
- Aunque quisiera ayudarlo, capitán, no le seria de mucha ayuda.
- ¿De qué hablas?
Félix me miro divertido.
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- ¿Qué es tan gracioso? - Pregunto Garfio con enojo
Félix trato de ocultar su sonrisa agachando la cabeza.
-Lo lamento, es solo que me parece gracioso que realmente creas que puedes quitársela. - Respondió Félix alzando la mirada. - Conoces a Pan tan bien como yo, Garfio ¿No es así? - Pregunto mientras caminaba alrededor del capitán. - Ella ya es de su propiedad, y nadie puede quitarle a Pan algo que es suyo. - Félix se detuvo en seco. - Y aun menos, cuando se trata de algo que el atesora tanto.
Garfio se paralizo.
-Pero... - Exclamo el capitán en un hilo de voz.
- ¿Pero...? - Respondió Félix con un tono burlón.
- ¿Qué tiene esa chica de especial como para que el mismísimo Peter Pan la proteja con tanto empeño? - Pregunto Garfio sorprendido. - Incluso envió a su sequito de princesitas a defenderla. - Exclamo Garfio tratando de poner su mano en el hombro de Félix.
