*PV/Pan*-No voy a mentirte... francamente me tomo por sorpresa. - Comento Cleo mirándome. - Tanto que aún no logro comprender el por qué.
-Tu eras un estorbo para mi ¿Acaso no lo entiendes? - Respondí con seriedad. - Contigo jamás habría podido llegar a ser lo que soy hoy.
-Eso me queda claro. - Respondió Riendo levemente. - Jamás habría permitido que te convirtieras en esto.
- "Esto" me ha hecho muy poderoso...
-No lo suficiente, me temo. - Dijo lanzándome contra la pared. - Aun eres inferior a mí.
Con rapidez me levante del suelo y la mire a los ojos por primera vez.
-Por suerte para ti, se que mi asesinato no fue una idea tuya...- Me miro con seriedad. - ¿Quién fue?
-No te lo diré.
-No quiero leer tu mente, por favor dímelo y evítame el trabajo extra.
Quede en silencio absoluto.
-Como tú quieras. - Respondió empujándome contra la pared y acorralándome, mirándome directo a los ojos.
De la nada se alejó y salió de la cabaña
A toda prisa Sali tras ella, dejando atrás a Tinkerbell y a los chicos.
Corrí tan rápido como pude...
La encontré en la costa de las sirenas.
-Rosalía...- Llamo Cleo mientras caminaba por la orilla.
Rosalía salió sonriente del agua, esperando encontrarse con una Caroline lista para morir.
Su rostro cambio por completo al ver a quien tenía en frente.
-No puede ser...- Dijo la sirena con la boca abierta.
-Oh, claro que sí. - respondió Cleo con una sonrisa.
-Y...yo... Yo no tuve nada que ver...- Respondió la sirena alejándose poco a poco. - ¡Fue Pan, el me obligo a ayudarlo!
- No existe mayor placer que escuchar una mentira, cuando ya sabes toda la verdad. - Hablo Cleo atrayendo a la sirena de nuevo a través de las olas.
Cleo camino hasta ella.
Rosalía agacho la cabeza cuando la tuvo frente a ella.
Ella se agacho y tomo los cabellos de Rosalía en sus manos.
- ¡Auch, suéltame! - Grito Rosalía con dolor.
- ¿Por qué lo hiciste? - Pregunto con seriedad.
- ¡No tenía otra opción!
- ¿Ah no?
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PETER PAN Y LA DAMA PERDIDA. *EN EDICIÓN*
FantasiaLa segunda estrella a la derecha, si... eso fue lo que nos dijeron a todos. En Neverland nadie escapa sin su permiso. El siempre busca más niños, las niñas nunca llamaron su atención para atraerlas a la isla, cree que ellas no saben divertirse tant...