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-Así está mucho mejor.- Yomi sonrió a mi cuello, sin rastros de sangre ni rasguños importantes, entonces procedió a dejar las vendas y paños con agua oxigenada y alcohol sobre el tocador.

-Te lo agradezco mucho, Yomi.- pasé la bata por encima de mis hombros y abdomen desnudos, y le miré con incomodidad. -Ni mi madre me había visto sin ropa, es raro.

Ella soltó una risita.

-No hay de qué, somos chicas, no te sientas incómoda. ¿Te sientes mejor?- preguntó amable alcanzando mis gafas y tendiéndolas delante de mis ojos.

-Mucho mejor.- cerré el suéter del pijama y le miré agradecida, posicionando los lentes sobre el puente de mi nariz.

-¿Y qué tal Jae?

-¿Huh?- pronuncié confundida.

-Oh, vamos. ¿Ya lo conseguiste? Lo de la lista.

Reí apenada.

-Espero al menos estar cerca de lo que quiero.

-¡Claro que sí! Hyori, te invitó a la fiesta, te trajo hasta Busan en su auto y cuando se enteró de lo ocurrido, nada ni nadie lo frenó. Llegó en unos 2 minutos.- carcajeó. -Está loco.

-Él es así por cualquiera. Es su esencia.

-¡Es un desastre y tú eres su orden!

Reí junto a ella.

-Estoy muy ilusionada con que... pueda pasar algo, ¿sabes? Lo he esperado por tanto tiempo que ahora que lo siento tan cerca y puedo verle, hablarle, o hasta abrazarle... no sé.- suspiré.

-Entiendo cómo te sientes.

Yomi acomodó su corto cabello color caramelo detrás de sus pequeñas orejas, que lucían pendientes aperlados muy característicos de ella y me observó con ternura.

-Hoseok también me hace mucho bien. Y ahora que te veo así, sólo puedo recordar esa época.

-Ah... ¿sí?

-Sí, lo conocí cuando era muy callado.- sonrió. -Lucía tan tierno, tan delicado, tan amable. Pero al bailar... ¡wow! En verdad es otra persona.

-Lo sé.- recordé aquella vez que le vi bailar, envolviéndome en esa misma pasión que su piel soltaba en cada paso.

-Pero sin embargo...- suspiró. -Estaba tan roto.

Mi garganta creó un duro y amargo nudo al escucharle.

-No quiero ser dura, Hyori. Yo entiendo tus razones, pero no puedo resistir el querer preguntártelo. Debía hacerlo alguna vez.

-Anda, que creo puedo imaginarme lo que es.

-¿Por qué fue que ustedes dos terminaron?

Sí, lo preguntó. Y mi respuesta había estado oculta para el mismo Hoseok también. El motivo de nuestra separación iba más allá de la imaginación o suposición de las personas. Más allá de lo que yo hubiese deseado.

-Terminamos porque...- pensé. -Nos apartamos.

-Hmm... Pero Hoseok dijo...

-Sí, lo sé. Hoseok dijo que mandé a alguien a terminarle.- sobé mis sienes con ambas manos. -Y sí lo hice, pero escucha, yo era muy joven y tuve un mes para decirle que me iría pero fui incapaz de hacerlo... Por eso cortamos tan abruptamente.

-¿Que te irías? ¿A dónde?- Yomi frunció el ceño y prestó atención a mi garganta, que para ese instante tragaba saliva angustiada.

-A... Por Dios, Yomi. No debes decírselo a Hoseok, sería terrible.

How To Love. ✄ HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora