Semanas De Paz

0 0 0
                                    

El lunes como se esperaba llegamos a evaluaciones, pero estas fueron diferentes. Fue una maraton de estos. Ahora solo quedamos Leticia y yo.

Karla fue
eliminada en el último exámen junto con otras tres. Lo raro es que Claudia no apareció en todo el día hoy. Ella no presentó los exámenes.

La profesora nueva resultó ser muy agradable, se llama Luz, pero de su técnica de enseñanza sólo sabíamos que hece exámenes muy tesos.

Al terminar este último la profesora se acerco a nuestros puestos, tomo los exámenes y se retiro.

Karla se acerco corriendo.

-¿Como te fue?

-Esto es una masacre...

Leticia se estaba acercando también.

-¿Y a ti?

-Ahí.

-Bueno... No podemos salir del cole pero si podemos caminar en el.

-Aún no termina la hora de almuerzo, las chicas de noveno nos debieron guardar puesto.

-Haber Leticia. Ellas o tu chico.

-No, no es eso, es... - Leticia se sonrojo y empezó a tartamudear. Esa es la chica tímida que conocí hace un par de semanas.

-Vamos al restaurante. Yo también quiero ir.

Yo tenía mis propias razones pero también quería apoyar a Leticia.

Efectivamente nos recibieron las chicas de 9 y algunos de los chicos del otro colegio.

Nos preguntaron que pasaba y les dijimos que nos estaban haciendo una maraton de exámenes para saber como estábamos frente a las matemáticas.

Al llegar el fin de la hora de almuerzo ellas se fueron a clase. Los chicos se despidieron y nosotras nos quedamos ahí charlando de todo lo que se nos atravesaba.

Las dos semanas siguientes no cambiaron mucho, exámenes ocasionales de diferentes materias mientras los profesores dictaban clase. Me sorprendió que esta vez Claudia si participó de uno que otro.

Fueron días de paz para momentos tan agitados. Pero hoy se acabo la hora de almuerzo, revisamos nuestros chats por último y le escribí a mi hermano que en la noche le contaba lo mismo que ayer... Nada.

-José, por que empezaste a venir aquí... - le pregunte despreocupadamente a José.

-Yo, por acompañarle a él. - un él que no se percató porque sólo tenía ojos para su chica.

-¿Y ahora?

Bajo el rostro para evitar mirar a alguien, eso si lo pude deducir.

-Tengo una razón muy especial.

Yo mire de reojo a Leticia a quien sus ojitos le estaban brillando como su sonrisa que no pudo ocultar.

Y así entendí lo único que había pasado últimamente, que Leticia cada vez sonreía más y estaba muy distraída.

-Y tu, me han dicho que eres mayor que ellas ¿tienes novio? O novia... - imputó José.

Esa pregunta me dejo fría, de reojo podía ver a Claudia mirandome mientras estaba desparramada en su silla, cansada tal ves de sus entrenamientos tan exhaustivos y pensando como le pagaré la que aun le debo.

Yo no podía pensar en alguien más cuando me hablaban de chicas.

-No, no tengo novio. Y no me gustan las chicas. - pero eso no me lo creía ni yo misma. Es la ocasión en que más incrédula de mis palabras he sonado...

RetornoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora