¿Que?

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El resto de la jornada nos regresaron al salón, los comentarios y notas no dejaban de correr de un lado a otro y a mi no me quedaba más que tratar de ignorarles, pero estaba a punto de quebrarme.

Como podría aguantar si no paso el exámen de hoy... La posibilidad de subir de grado se perdería para mi y si Leticia o Karla lo logran ellas me dejaran sola con las etarras.

Cuando fue la hora de salir a almorzar yo salí corriendo para no quedar atrapada sin profesores que las detuvieran.

Cuando llegué al restaurante chicos y chicas me miraron sorprendidos. Yo no aguantaba su mirada y salí corriendo.

Las chicas solo me vieron correr llorando. Por fin me había quebrado.

Seguí corriendo y de un momento a otro sentí que me habían agarrado y tapado la boca. No sabía que pasada hasta que vi el bosque de Guaduas acercarse.

Dios, ahora si estoy muerta si Claudia me la cobraba hoy.

Una mano me soltó y quede a la entrada del bosque.

-Entra. - dijo Claudia detrás de mi y solo pude seguir adelante con un leve vistazo atrás de mi.

Solo pude ver el enorme cuerpo de Claudia y aun más atrás a Milena haciendo guardia...

Entonces entramos y solo podía mirar al piso tratando de reconocer el camino para correr a la menor oportunidad.

Entre las ramas podía ver hacia afuera pero no encontraba por donde pasar.

-Tenemos que..

Su voz se vio interrumpida y pude voltear a mirar atrás, ella estaba un poco más abajo que yo pues al centro del bosque subía mucho la altura de los tallos rotos comparado con los de la entrada.

Ella había tropezado y ahora se sujetaba de una rama y la otra mano la usaba para equilibrarse aunque aún no lo lograba.

Yo instintivamente la sujete de la muñeca libre y entonces supe que yo tenía el control de ese momento.

Ahora ella dependía de mi o caería entre los juncos, sus pies no lograban equilibrarla y estaba muy liso.

Yo levante su brazo e hice que su espalda se apoyará unos tallos verdes detrás de ella.

Su rostro no perdía su belleza aunque su rostro era de terror. No aguantaba más así que para no caer yo también puse mi pie derecho en un estacon dejando mi rodilla en su ingle y su mano la lleve a otro junco manteniendo si desequilibrio.

-¿Querías arrinconarme muñequita?

Ella estaba muy asustada en ese momento y quise aprovecharme de eso.

No lo puedo negar, también tenía ganas de tocarla y eso fue lo que hice...

Mi mano libre se posó en sus mejillas y con fuerza me deslice por su cuello, su rostro estaba muy cerca del mío y podía sentir su asustada respiración.

-¿Que haces? - dijo asustada.

Yo no le preste atención y pase mis dedos sobre sus pecho. Eso me estaba provocando mucho y mi abdomen antes helado ahora hervía al contacto de mis manos con su hermoso cuerpo de piel perfecta.

-No, detente.

Eso me impulso más a cobrarle todas las que le debía a las del grupo y acariciarla aunque fuera a la fuerza.
Su blusa se había salido de su sudadera (prenda que usa a diario gracias a los entrenamientos de basket).

Pude ver parte de su abdomen y sentir en mi rodilla el calor de su cuerpo.

-No, por favor... detente.

RetornoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora