Alice, una estudiante, una chica ordinaria que tiene sus altibajos, una chica que va a fiestas descontroladas y todo lo que puede vivir un adolescente en esta época.
Todo parece ser tan mundano, pero en cierto punto se da cuenta de que alguien sigue...
Despierto por el golpeteo constante de mi madre en la puerta.
-Despierta Alice, faltan diez minutos para las nueve.- sigue tocando con brusquedad la puerta para al final tratar de abrir esta. Levanto lentamente los ojos por los movimientos rápidos pero suaves de una mano en mi hombro.
-Dos minutos más.- digo girando a la derecha de la cama, de donde proviene el rose de la mano con la última parte de mi brazo. Bostezo y escucho un susurro en mi oído.
-Demonios Alice, levantate.- dice una voz que me transporta a anoche.- Tu madre está en la puerta y creo que la tirará a golpes.
Abro los ojos. Carajo, olvidé por completo lo de anoche, olvidé por completo la existencia de Justin, olvidé por completo que... Pero un pequeño grito interno pero antes de que salga por mi boca el chico mono la tapa con su mano.
-Shhhhhh... Quieres que la bestia nos mate?! Quito su mano de mi boca y me pongo de pie.
-Entra en el baño y escondete en el guardaropas a la derecha.
Quito el bloqueo de la manija al ver que él ya se ha escondido. "Mi madre me matará..." pienso constantemente mientras abro la puerta con una sonrisa viendo a mi madre desde el portón, mientras ella ya ha bajado a la cocina. Un suspiro de relajación pasa por medio de mi boca.
-Me voy por unos días cariño.- dice mi madre desde el estacionamiento de la casa.
-Vale.- respondo gritando pues está al otro lado de la casa.
Mierda y ahora que hago con él.
Cojo una bolsa, mi mobil, mis zapatillas y salgo por la ventana de mi cuarto, la cual da a un pino por el cual bajo, corro a mi carro lo más rapido que puedo y me despido del monazo, el cual me observa por la ventana del baño.
Después de unos minutos logro llegar al Instituto, estaciono el auto en el último puesto, ya que todos están ocupados. Lo malo de llegar tarde. Lo bueno esque ayer la fiesta fue de lo mejor, aunque jamas me habría imaginado que el chico "perfección" hubiera puesto los ojos en mi, pero, seguro ni me saludarla cuando llegue acá... Y pensandolo bien ¿como demonios llegamos a mi casa?
Entro al aula de clase y me siento al lado de Katerine, mi amiga de hace un año por lo menos; a mi lado está la ventana, desde el segundo piso en donde se encuentra esta clase, la de ciencia se puede ver parte del bosque, es absolutamente magnífico no tener que ver edificios tras edificios.
-Alice.- llama el maestro mientras sigo inmersa en mis pensamientos. Katerine me golpea con la pierna disimuladamente.
-Porque me pe...- Mi cara de estupida hace que todos rían.
-Vaya vaya... señorita Alice si no le interesa mi clase puede retirarse.- Miro seria al frente... Cojo mi maletín me paro y me largo.
-Odio esa clase.- digo saliendo por la puerta. Escucho desde el aula al maestro decir, "a la oficina del director"
-Si si si, como sea.- siento unos pasos que se dirigen directo hacia mí.- De verdad planea llevarme Sr. Adam? - Volteo y noto al chico que está mañana estaba a mi lado. Me paralizó completamente. Me volteo y sigo caminando a lo que el chico comenta.
-¿Que pasa chica lista? ¿Te ha comido la lengua...- corta un momento y continúa.- Ah si, ya lo he hecho.- Sonríe con su perfecta dentadura de una manera pícara.
Maldición.
- Además ¿porque estás caminando conmigo, siquiera hablándome?- hago una pausa y me planto sobre mis pies dando media vuelta quedando cara a cara con él.- ¿Que quieres? ¿Ponerme como una chica fácil? Ve y dilea todos que me acosté contigo, me da...- me corta tapándome una vez más la boca con su mano. Se ha hecho una costumbre.
Rodeo los ojos, a lo que quito su mano de mi boca y continuó caminando.
-¿Ahora me dejarás hablar?- dice empujandome levemente hacia un lado. El pasillo se ha acabado y procedo a detenerme.
-Escupelo niño lindo.- Porqué mierda he dicho eso! Y él simplemente ríe.
-Dime que paso anoche.- me mira la boca y me repara de arriba hacia abajo, su mirada es seductora y sus dedos andan tocando mi cara suavemente.
-¿A qué viene esto? ¿eh?- me alejo y abro la puerta de entrada que da hacia la calle vacía.
-Dime, ¿qué pasó anoche?
- Ya Sabes que pasó! Tu y yo...- me detengo... mierda ni si quiera puedo acordarme, esto es vergonzoso.- Ya sabes.
Completo la frase y volteo mi cara roja. Noto una carcajada y cómo me coje del brazo.
- No puedes decir, por dos simples razones cariño.- se detiene y seca la lagrima que salio por la diversion que le da quien sabe qué, prosigue al relajarse. -Primero, ya que estabas tan ebria que ni te acuerdas... Y segundo, no lo hicimos querida.
Respiro profundo y me calmo.
-Que alivio.- susurro entre dientes.
-Pero no significa no me hayas besado.- Porque no simplemente se quedó con la boca callada maldita sea.
-Y... Si no pasó nada ¿Porque me sigues, pequeño acosador?- me paro con mis brazos cruzados y una ceja levantada.
-Porque ahora serás mía.
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Espero les haya gustado el primer capítulo de este nuevo libro a desarrollar.
