XI

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Recuerdo a la perfección sus facciones, una vez veo algo queda completamente guardado en mi mente, imposible de eliminarlo.
Devolviendo la sonrisa estiró mi mano que a comparación a la suya es muy chica.

- Que pequeña...- sus palabras me destruyen agachando mi cabeza.- Disculpa ¿te molestaron mis palabras?

- Si, y mucho amigo de McDonald's, perdón... Steban.

- Lo lamento, eres tan preciosa y más tu altura, te dejan como una muñequita de porcelana.- admito que me sonrojo un poco, nadie excepto mi difunto padre me había dicho esto, desde hace mucho tiempo.

- Que de porcelana no tiene nada. Me llamo Ian.- extiende su mano pasándola al chico "nuevo" con una sonrisa completamente y claramente falsa.
No le agrada, al igual que mi mejor amiga, algo que no comprendo.
Sonríe de vuelta, una sonrisa llene de amabilidad y gentilidad.
No cambian más palabras solo quedan en un largo apretón de manos, uno algo incómodo.

Rompiéndose el silencio y la mala vibra en el ambiente Katerine me abraza y pide que vayamos a la cafetería pues se encuentra con hambre, claro, le sigo pues tener hambre es una cosa muy común, constante nosotras dos.
Ya en el comedor del instituto mi amiga morena me avisa de la ocurrencia de una fiesta en casa de un amigo suyo, como siempre afirmó mi asistencia, no puedo negarme es una ley en mi, algo natural que sale de mi boca sin siquiera pensarlo dos veces.

El día completamente transcurre con la mayor normalidad del mundo en casa de Kat en donde nos encontramos las dos.
En unas cuantas horas comenzaría la fiesta a lo que nos inspiramos procediendo a arreglamos, por Suerte esta vez he traído mi propio vestido, no tengo tanta confianza con ella para tan solo meter una mano a su guardarropas sacar algo y saber que jamás lo regresare, es algo que se toma con calma, poco a poco con confianza.
Para esta noche mi cuerpo estará cubierto o parcialmente cubierto, por un short azul tiro alto dejando a la perspectiva parte de mi cintura, doy conjunto a este con una camisa corta de botones en la parte delantera sin cuello, con forma de V en la parte trasera revelando un poco de mi espalda y de tirantes un tono blanco, más que todo beige, una tela poco transparentosa.
Zapatos... son lo de menos pues con unos botines de tacon negros con dorado basta.

Salimos del apartamento de la chica y nos dirigimos hacia la diversión, es a poco de su hogar por lo cual caminamos, pésimo error. Olvidé completamente cómo es Kat en cuanto a direcciones y los zapatos matan mis pies al caminar varias cuadras sin lograr dar con nuestro destino, por lo que un taxi es nuestra opción.
La chica hace dar vueltas a nuestro Uber por las mismas cuadras a las cuales ya habíamos visto y pasado,la mato si es en este sector.

Me ha hecho caminar solo por su despiste y no prestar atención a lo que le dicen. Bajamos del auto y la dejo pagando, la culpa ha sido completamente suya. Ahora mis pies están adoloridos, mi piel sudada y mi cabeza con migraña.

- Hemos llegado.- dice sonriendo la pelinegra adelantándose adentrandose a la fiesta.
Pffff, si claro ¿Y que quieres que diga? "Gracias".

- Gracias.
Puede que este de mal humor, pero no soy grosera... aveces.
Entro y esta fiesta es mas aclamada que la anterior, la casa de tres plantas con ventas de vidrio en el segundo y tercero dando hacia el frente de la casa, toda es blanco a excepción de el techo y dos columnas las cuales son negras.

- No tomes porfavor.
Es lo único que dice antes de irse con un chico que la agarra de las caderas hacia quien sabe donde. Su apodo, que a este caso no se lo he puesto yo, es Abeja obrera ¿Razón?
Una muy explicativa y explícita a su manera de ser, porque cuando sale únicamente sale a chupar.

- No creas que te haré caso.-
Digo en mefio de unas cuantas risas. Me doy unas vueltas por el lugar bailando un poco y comenzando a tomar, cojo lo que será mi quinto shot de sabra Dios que es lo que tiene esto.

- Oh vaya pero si es la enana.- esa maldita voz me lleva dos años atrás, la razón por la que me salí del instituto de mi mejor amiga.
Sharon, hija de... giro y sonrió falsamente para proceder a responder su insulto básico con otro insulto.

- Oh vaya pero si es la retrasada.- coloco una mano en mi cara "sorprendida".

- Ouuu... Ha pasado tiempo.- absorve un poco de su bebida con un pitillo con su hija de pato roja, desearía eliminar esta escena tan perturbadora de mi mente.

- No lo suficiente.- replico tomando otro shot que me pasa el bartender.

- Lamento que hayas salido del cole.- si ceja enmarcada y risa de bruja me sube todo a la cabeza, o quiza sea el trago, no logro diferenciar.

- Yo lamento no haberte arreglado tu rinoplastia.- hago un pequeño puchero con mi labio inferior.

- Pero me alegra que volvamos a vernos más seguido en el insti.

- ¿Que? Ni siquiera estas en mi instituto.- esto da miedo, lo único que quiero es que entre a mi vida, de nuevo.

- No aún, pero ya estoy en tu cabeza cariño.- hace una musarañas con sus dedos y luego coloca su uña del dedo índice en medio de sus dientes.

- Oh creo que estás equivocada, yo estoy en tu cabeza y me doy cuenta porque hay un eco tan grande pues no hay nada mas aquí conmigo.
Planto mis tacones y doy media vuelta mientras me alejo cogiendo otro shot le doy un poco de vista a mi hermoso dedo corazón.

La fiesta esta buena no puedo quejarme. Es divertida y aún más cuando estás terriblemente borracha.
Sin casi ropa parada en una mesa, bailando, las personas al rededor gritando OTRO, alguien obteniendome en sus brazos.... no está tan mal. O bueno es lo único que recuerdo al despertar de golpe por una punzada en mi cabeza, el cerebro me duele... esperen ¿eso puede doler? Como sea. Me da vueltas absolutamente todo y mis ojos abotargados, que no me permiten notar en donde me encuentro no hacen parecer que como dije, no esté tan mal la situación...
Al ponerme en pie y cerrar la gran cortina de una ventana la cual dejaba pasar una luz cegante me deja notar que todo está mucho peor que un "tan mal". Un cuadro de un jugador de fútbol, una cama que no es mía, una camiseta gigante la cual tengo en manos, hacen que me despierte por completo.
Sólo cuatro palabras.

En que me metí.

Deberías bajarle al alcohol querida Alice

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Deberías bajarle al
alcohol querida Alice.

¿En donde te habrás
metido conejita?

A n g e l .

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⏰ Última actualización: Jan 09, 2019 ⏰

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