Alice, una estudiante, una chica ordinaria que tiene sus altibajos, una chica que va a fiestas descontroladas y todo lo que puede vivir un adolescente en esta época.
Todo parece ser tan mundano, pero en cierto punto se da cuenta de que alguien sigue...
Como habíamos planeado Peter y Mária hicieron las encuestas en su instituto, solo por si la persona de las cartas era de allí, ya que había un 50% de posibilidad, nadie quita que pueda suceder.
Ahora solamente queda comparar. Mis nervios están en su mayor punto, deseo tanto, anhelo tanto, que descubramos quién es la persona que está jugandome esta mala broma.
Por cierta parte me siento feliz de no estar sola en esta situación, pero algo me indica dentro de mí que no deberían meterse en esto quizá, no sea tan buena idea después de todo.
Al final pudimos recoger más de doscientas firmas, tan sólo en mi instituto más las que hayan conseguido en instituto de mi mejor de los gemelos.
El toque de la campana nos da paso a la salida del instituto, aunque perfectamente podríamos huir... Nos dirigimos al parqueadero en el cual se encuentra el auto de Ian, él ha pasado por mí esta mañana junto a Justin después de que se hubieran ido a casa a cambiarse tras planear todo esto. Mientras ellos estaban en lo suyo, Peter me vendaba las heridas que consideraba más fuerte, como es el esguince en mi tobillo, mi pierna y mi mano.
- Deberias...- le cortó antes de que continúe.
- No iré al hospital.- le miro, pero el solo está en lo suyo.- Sabes que los odio, así que de ninguna forma iré a uno. Moriré o me recuperare, pero no pienso asomarme a ese lugar.
El chico sigue hablando por un momento conmigo sin mirarme al rostro, supongo que tiene un poco de remordimiento, de culpa, aunque básicamente no fuera suya, sabía que se sentía mal de qué hubiera pasado todo esto. Los chicos no duraron ni una hora fuera y ya estaban al frentr de la casa ambos hacen que me monte en el auto.
Justin ayuda a que baje las grandes gradas del instituto mientras Ian va a recoger su auto.
- ¿Ahora donde miraremos las hojas? ¿En cual casa?- pregunto a lo que el chico queda pensativo para luego responder.
- Lo más seguro es que nos está vigilando.- mira al rededor y proseigue. Esto me coloca un poco nerviosa, pero él simplemente sonríe amablemente, cojo la chaqueta que he encontrado en mi auto la noche de la fiesta y lo aprieto, me siento segura con este.
- Deberíamos ir a casa de Mária y no a la tuya, aunque ambas ya las conozca el bastardo, creo que es mejor a que vea las nuestras... Si sucede algo podrás venir y no te encontrará.
Poco después llega Ian con su auto, subimos en este y damos marcha a nuestro destino.
Duraremos horas en casa de los hermanos, asi que pasamos a comprar algo yendo a casa la casa. Lo más cerca que logramos encontrar es un McDonald's, es perfecto, amo la comida de allí, más las papas y el helado. Antes de que terminen de parquear el auto yo bajo al servicio pues no aguanto, he pasado un día entero con estos dos a mi lado, son un poco sofocante... Dejo mi nueva chaqueta de cuero en una mesa junto a las mochilas de los otros dos. Al salir no toque los chicos ya están ordenando nuestro pedido así que me les uno pidiendo mi cena. En poco tiempo, como es de esperarse, nos entregan el pedido.
Al mirar el cambio del número a el de nuestra orden en la pequeña pantalla iluminada con unos puntos de luces rojas los dos se colocan en pie dejándome en la silla la cual queda frente a donde éstos van, Justin entrega el dinero al chico que está en la caja, su cara es un tanto rígida su sonrisa es ficticia, Ian gira a nuestra mesa con nuestra orden en manos, la chuspa grande de plástico con su logo por la cual se nota en el interior las de chuspas de color marrón claro. El cajero sigue con la mirada a Ian, nota mi presencia, rota un poco vista de Ian defendiéndola en mi rostro, más ahora yo la tengo hacia el lugar del parqueqdobauto de Justin. Su mirada no se siente demasiado, pero al cabo de unos segundos miro hacia donde proviene la presión, este tiene ahora una sonrisa... unas preciosas mejillas rosadas, unas muy llamativas, me da un poco de confianza a lo que devuelvo la sonrisa. Termina pasando nuestras bebidas, a Justin que aún se encuentra en la caja, esta escena me parece familiar cómo... Quizá, un Deja Vu.
- Gracias por venir.- agita un poco la mano y sus pómulos suben mostrando su sonrisa. Esa voz... No se de donde, pero la he oído antes. Coloco mi saco por encima de mis hombros sin meter mis brazos.
Salimos del lugar en el auto más no puedo retirar de mi mente ese raro Deja Vu.
La noche ha sido larga y pésima. Las firmas no coincidían ni un poco en la letra de las cartas. Ha sido de mierda.
- Todo por nada. Tiro todas las hojas de la mesa colocándome de pie. Agacho mi cabeza, estoy tan frustada, este sentimiento, este momento, todo esto... Apesta.
- Debemos tener esperanza Lice...- dice Peter.- Quizá no haya ido, debemos hacerlo una vez más, pero esta vez...
Interrumpo su comentario positivo. - Gracias por todo chicos... En serio. Pero esto no funcionará. Estaré arriba en cuarto de Mária durmiendo, deberían irse a casa a descansar tambien todos.
Dando media vuelta tiro mi chaqueta en el sofá y subo escaleras arriba. Me tiro en la cama de mi mejor amiga y en un dos por tres entro en un profundo sueño.
Men encontró en una prisión intento gritar pero no puedo, al fondo logro percibir mi nombre pronunciado por un hombre. Despierto sudando frio y mis manos temblando, se sentía tan raro y mal.
Bajo las escaleras y todo con el chico que me gritaba hace un momento estirando su mano hacia mí cuerpo. Es una carta.
- ¿Q.. Que? Es quizá... Tartamudeo y este asiente su cabeza entendiendo mis referencia inconclusa.
- ¿Porqué otra? No, no, no, no. Muevo mis manos cogiendola con rapidez la abro de una vez, no se que habrá pero necesito saber que demonios dice. La casi transparencia a la cual se torna mi tono de piel alarma a todos, dirigen y se reposan tras de mi quedando de la misma manera en la cual estoy yo, incluso quizá, peor.
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Jajajaja ya se, ya se... Acosador está jodidamente loco. Pero igual...
Para las personas que no puedan ver las imágenes aquí lo que dice la carta es: "Querida Alice... Fue tan fácil como soplar un diente de León". Una foto de un chico muerto envuelto en una bolsa de basura y la carta termina con un diente de León.
