IV

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Entramos a la gran casa con dificultad por la multitud que nos rodea, básicamente que nos aplasta.
Peter, Mária y yo ibamos juntos, todo el tiempo, desde la entrada hasta la tina la cual se encontraba en la parte trasera de la "mansión".

Estaba hiperventilando, el olor de los cuerpos se había impregnado a mi ropa haciendo que mi estómago se revolviera.
Mientras trato de no vomitar frente a la multitud tapando mi nariz y mi boca con mi mano derecha, un chico algo familiar para mi se acerca con unas cervezas en sus manos, ofreciéndolas, Peter lo aparta de nosotras pues es más que obvio que está pasado de tragos y sus ojos rojos revelan otra cosa; aunque no las aceptamos, y el hermano de la peliroja lo hubiera apartado con brusquedad, el chico se quedó cerca de nosotros mirándonos constantemente.
No se ve mal realmente, pero la poca iluminación no ayuda a verlo claramente.

Pasandos unos veinte minutos de haber llegado las cosas están peor, solo con una pequeña ojeada a la parte interna de la casa, hay chicos y chicas vomitando, otras besándose, tomando y fumando, además de una que otra pelea entre chicos y chicas.

- Quiero tomar algo.- dice el pelirrojo; noto que está gritando por la vena que se brota en su cuello, ya que la fuerza que requiere hacer para que su voz resalte a la ruidosa música, la bulla de las personas y el escándalo; para que sea por lo menos un poco audible es mucha.
Asciento con mi cabeza y toco el hombro del chico, cogiendolo de este haciendo que baje a mi altura, pues el chico es bastante alto y yo estoy sentada en el capó de un auto negro. Me acerco a su oido y le gritó lo más alto posible para que pueda entender mis palabras, le gritó lo más alto posible para que pueda entender mis palabras.

-¿Donde está Mária?- le cuestiono mirandole.
El chico voltea a todas partes pero al no encontrarla coge mi muñeca y se propone a entrar en el desastre, la casa.
Me aferró a la camisa de esqueleto que lleva puesta soltando mi mano de su agarre, ya que odio que me cojan las manos o muñecas.

Veo escenas tras escenas que me dejan más que decir.
- Quien los invitó.- pregunto entre toda la bulla más el chico no responde, seguro no fue audible mi grito.
Me da un pequeño escalofrío que recorre mi cuello hasta el trasero, me sorprendo al sentir que alguien me agarra de la cintura haciendo que me suelte de la camisa de Peter y ver cómo siento el cuerpo de un chico detras mío, el rose de sus manos vagar por mi espalda...
Bajando lentamente.
Se sale de mi boca una plabra inaudible a la multitud.
Volteo bruscamente plantando un puño en la cara del chico, seguida la de alguien más.
Un chico con cabello castaño. Quizá más claro, pero la falta de luz (también adentro) lo convierte a uno chocolate.
El chico tumbado en el suelo por el golpe se levanta y se va contra el castaño sin camisa.

-Mierda.- corro escaleras arriba buscando a Peter o Mária pero la búsqueda es inútil pues soy arrastrada nuevamente hacia la primera planta con la multitud de personas.
Notando desde las escaleras de madera como dos chicos se están dando una hermosa paliza, los dos de antes, en el suelo moliendose a golpes, uno encima del otro.
No es mi incumbencia, o quizás lo sea... No lo sé, pero la multitud me arrastra hacia ellos dejándome en primera fila de la pelea.
El mono estando debajo del otro chico se cubre con sus brazos la cara, la sangre en su camisa es notable al igual que en la del otro, la cara del chico llena de cortes y morados sale a la luz cuando deja de cubrir su rostro con sus brazos.

- Justin!!?
Atraigo la atención del chico, sonríe por un momento con sus dientes manchados en sangre para luego que su mirada se vuelve fuego y su ceñose frunce para regresar a la pelea.
Esta vez da vuelta al chico y comienza él a darle una paliza. Después de un par de golpes se levanta y para de golpearlo obteniendo el abucheo de todos los que los rodeaban a los dos.

- ¿Que pasó aquí?- dice Peter- ¿Y porque te soltaste?- me reclama con el ceño fruncido. Noto que Mária no esta con él a lo que responde.- Está en el auto.- Su cara aún es la misma.

- ¿Y tú cómo no te das cuenta que no esta a tu lado esta belleza?- dice el mono colocando un brazo alrededor de mi cuello, Peter junta sus dientes con fuerza, aprieta el puño y lo mata con la mirada.
El mono riendo como cosa rara, regresa la mirada a mí, coge mi cara en sus manos y la voltea hacía la dirección de la suya.

- Esta vez quieres terminar lo que empezamos la otra noche ¿conejita?.- acerca su cara a la mía y trato de soltarme pero su agarre es muy fuerte, acercando sus labios a los mios.
Esto rebosa la paciencia de Peter.
Sus mejillas cambian a un tono rojizo y se nota desde lejos pues este es muy blanco, su mano vuelta un puño tiene como destino a Justin.

Sus mejillas cambian a un tono rojizo y se nota desde lejos pues este es muy blanco, su mano vuelta un puño tiene como destino a Justin

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Nos leemos luego.

A n g e l .

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