Acosador

III

El día ha ido como siempre. Relativamente, nada de nuevo...
Eso podría decir, pero, no lo fue.
Este día sentí a alguien que me vigilaba en el instituto, todo el tiempo.
Esa sombra en la ventana, los pasos en el parqueadero, todo, todo fue escalofriante.
Quizá fue mi imaginación, pero me sentí nerviosa, muy nerviosa.

Me acuesto sobre la cama de mi mejor amiga. Ella estudia en el otro extremo de la ciudad, asi que todos los días vamos a la casa de la una, a la misma hora, nos vemos y nos despedímos en la noche.

Le he pasado la nota la vual he recibido en el instituto, la vual ha mirado por unos cuantos segundos y mira extrañada.

- Quizá tienes un admirador secreto.

-Ja ja ja, muy graciosa. - la tiro de la cama de un empujón.
Escucho como se queja y me tira un libro.

-QUE TE PASA!! SOS UNA BESTIA!!- digo sobando mi brazo el vual recibió todo el golpe.

-Sis ini bistii.- dice copiando mis gestos.
Agarro mis cosas y me paro con el impulso de irme por la puerta mientras ella se aferra a mis piernas para que no la deje.
Me suelto de su agarre y bajo las escaleras para llegar al frente de la puerta de entrada.
Segundos antes de que la abra, escucho como tratan de abrir esta. Sintiendo un aire recorrer todo mi cuerpo suelto mis cosas y salgo a correr escaleras arriba entrando a la habitación de Mária.

Cierro la puerta y hecho cerrojo.

- ¿Oye que pasa?- dice levantándose del suelo la chica peli roja preocupada por como luzco.- Estas pálida cariño.-
Me asomo con rapidez a la ventana de su recámara la que da al techo de el primer piso.
Lastimosamente revuoel pequeño techo bloquea la visibilidad a la puerta.

-Alice... me estás asustando ¿Qué pasa?- dice acercándose a mi. La miro con las lágrimas ya asomándose por mis ojos.

-Escuche que alguien.- se me corta la voz y esta se vuelve un hilo.- alguien intentaba entrar, y era la misma sombra de la que te conté esta mañana.
Su cara cambia y esta torna al mismo color que la mía.

-¿No lo estarás imaginando por el trauma que tienes de esta mañana Al?- dice mirando a todos lados, a los cuales todos terminan en un mismo punto, la puerta del cuarto.
Ambas miramos, y ella como toda loca, abre lentamente, el chirrido de la puerta nos hace pasar una corriente de nervios y pánico que va desde la última vértebra hasta la cabeza.
Una mano agarra la cabeza de mi amiga, haciendo que cierra la puerta con esta dentro.
Escuchamos un quejido, el chico atrae su mano hacia él soltando a Mária la apartó de la puerta colocandola atrás mío.

-¡QUE LES PASA LOCAS!- dice el pelirrojo entrando a la habitación.

-¡ESO TE DIGO A TI PETER!- dice la hermana del chico.

-¡NOS HAS PEGADO UN SUSTO!- digo cayendo en mis rodillas.

-¡Me han azotado la puerta en la muñeca!- su cara de molestia y su mano roja, me hacen un poco feliz, ha sido todo una completa falla.

-Demonios Peter, casi me haces dar un infarto.- coloco mi mano en mi pecho.- Porque no has simplemente abierto la puerta o llamado para que abrieramos.- digo ya mas calmada.
El chico queda serio por unos cuantos momento cogiendo su mano golpeada.

-Estaba molesto y como no pude entrar por adelante, entre por la parte de atrás. Deberían ser mas cuidadosas, estaba abierta de par en par.- dice él saliendo por la puerta.

-Subnormal.- dice Mária.
Respira hondo y se tira en la cama como si fuera una muñeca de trapo.
- Mis piernas están temblando... No se cómo es posible que sea mi gemelo, me las pagará el desgraciado.

Río y me recuesto junto a ella.

Pasan los minutos y las horas, el tiempo con mi persona favorita se ha acabado es hora de regresar a la casa vacía. El solo pensarlo me hace no querer siquiera asomarme, puede que lo dé Peter haya sido un malentendido pero no me quita la idea de la cabeza de lo que pasó esta mañana en el instituto y eso me aterra.
Quién sabe si lo que está pasando sea realidad, y si es así no quiero quedarme en una casa sola durante más de un minuto siquiera.

-Mária... adivina quién se quedará contigo esta noche.- digo entusiasmada esperando un sí de parte de ella, es mi mejor amiga sé qué dirá que puedo quedarme.

-Pues ni yo ni Peter seremos, ya que ambos iremos a una fiesta en la colina, casi todos los del instituto irán.- dice entusiasmada.

-Sí que eres tonta...- digo mirándola.- Lo decía porque iba a quedarme durmiendo contigo ésta noche...- Cambio de cara a una de víctima.- Pero ya que prefieres ir de fiesta a quedarte con tu mejor amiga, ve, y déjame sola.

-Y... Alice ¿porque no nos acompañas?.- dice arrastrándome a su guardarropas.

La verdad no es mala idea.
No quería quedarme en casa y planeaba salir a una fiesta, así que ¿Porqué no?
Respondo a su invitación seleccionando un vestido de terciopelo vinotinto "un poco" más arriba de la rodilla de su armario.
Ella en cambio se coloca uno blanco de tiras, de la misma tela.

Mária se sienta en el auto de Peter mientras yo conduzco en el mío, me hago detras de ellos, pues no conozco en donde se hará la fiesta.
En poco tiempo llegamos a la colina y desde unos cuantos kilometros ya se escucha la música a todo dar, chicos gritando, y caminandocompletamente ebrios, a lo cual bajamos la velocidad para no accidental a alguno.
Mierda.

Esto no tiene buena pinta.

Aquí la carta de la
pequeña Alice, la cuál
recibió en un avión de
papel el cap pasado.

Para las personas que no puedan ver las imágenes aquí lo que dice la carta:
"Querida Alice. No llores, no te haré daño, bonita.

A n g e l .