Alice, una estudiante, una chica ordinaria que tiene sus altibajos, una chica que va a fiestas descontroladas y todo lo que puede vivir un adolescente en esta época.
Todo parece ser tan mundano, pero en cierto punto se da cuenta de que alguien sigue...
-¿Y quién dijo que sólo por un beso sería tuya? O me dirás que no has besado a todas las chicas este instituto y ahora que todas son tuyas... Aunque sería normal viniendo de ti Playboy.- por unos cuantos segundos está completamente serio pero después suelta una sonrisa en sus labios.
- Y ahora a dónde iremos muñequita.- demonios a él no le afectará nada de lo que digo pues ya sabe muy bien que es un maldito Playboy.
-Haz lo que te pegue la gana.- suspiro doy media vuelta y continuo mi camino hacia el parqueadero dónde se encuentra mi auto. Como mi madre va a estar fuera de casa por un tiempo, no pretendo quedarme allí sin hacer nada. Quizás vaya a una fiesta, o haga una... Después de todo tengo toda la casa para mí sola.
Escuchar los pasos de alguien cerca mío; para ser precisas a unos pocos metros atrás mío me llama la atención. Maldita sea ¿este chico no se cansara de seguirme?
-¿Podrías dejarme en paz?- digo siguiendo hacia mi auto, pero los pasos continúan siguiendome.- Demonios ya déjame en paz .- pero el escenario completamente vacío que se encuentra atrás de mí me deja perpleja y con los pelos de punta. Corro hacia el frente del instituto y entró por la gran puerta me dirijo hacia la clase del chico mono para confirmar de que no me haya hecho una mala pasada. Y raramente el chico estaba allí. Quién demonios me estaba siguiendo entonces. Entro al aula de lenguaje después de unos cuantos minutos en mis pensamientos me hace saltar el abrir de la puerta y seguido pasa el chico peli negro, del famoso grupo de Justin, el famoso grupo dorado o de oro, el chico llamado Ian entra por la puerta. Regreso la mirada a mi pupitre y acuesto mi cabeza sobre mis brazos, ocultando mi rostro con mi cabello castaño.
-Hola.- Dice la voz procedente de el chico. Acaso ahora los chicos del grupo dorado quieren hablarme... Rodeo los ojos. Seguro es una apuesta entre ellos, pues Ian y el mono son amigos, además de Adam sin olvidar a Danniel.
- Hola...- digo respondiendo extrañada mirandole de arriba abajo quedando en su rostro y notando la presencia de un morado y un rasguño en el lado derecho de su rostro. Noto como sonríe levemente el pelinegro, giro mi cabeza y sostengo esta con mi mano derecha tratando de evitar cualquier tipo de contacto visual con él.
- Sé que es una formalidad saludar, pero no tienes que hacerlo conmigo.
- Me sorprende que no trates de mantener una conversación larga o ligar conmigo.- dice un poco ¿"sorprendido"...?
El chico continuó hablando y se sienta en el pupitre que se encuentra al frente mío pero algo me distrae y es la sombra de alguien mirando desde la ventana fuera del salón. La permanencia y la respiración resaltada de esta sombra me asusta, demasiado. Me levanto lenatmente y coloco la mano en su boca. Mi mano tiembla, mi cuerpo entero tiembla. El chico me mira a los ojos y mira a lo que yo estoy observando. Quita mi mano de su boca lentamente y con un dedo en sus labios, me dice que me quede callada, lentamente se acerca a la ventana, al momento de estar muy de cerca, la sombra desaparece.
Respiro hondamente con mi cuerpo tembloroso, el chico abre la ventana y sale por esta.
- No me dejes sola.- digo entre dientes mientras muchas lágrimas brotan por mis ojos, las voy limpiando pero en cuanto las seco se asoman más y más.
El salón se vuelve más oscuro que la misma noche en el bosque, aunque hay más de tres ventanas mi paranoia me hace ver como si no hubiera tan solo una luz. Ian no regresa y las paredes dandome vueltas me tratan de volver loca.
Salgo lo más rápido posible de el aula y corro hacia el comedor, normalmente está lleno de personas, alumnos y maestros. Cojo una botella de agua del dispensador y me voy directo a obtener el asciento en la mitad del comedor, donde hay una mesa libre. Tomo toda la botella de agua y jugueteo con el plastico de esta pensando y haciéndome creer que todo ha sido un malentendido. Una carta vuelta un avión de papel toca mi hombro y alcanza a cortarme.
-Mierda.- recojo el avión del suelo observando el alrededor, pero todos están en lo suyo.- Que graciosos.
Miro el avión y noto que en el exterior de este, se remarcan las letras que se encuentran en su interior. Lo abro cuidadosamente para no rasgarla...
Mis ojos se abren y nuevamente quedo en shock.
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No soy muy buena en cuanto a la trama de "suspenso", pero lo intente. Así que espero les gustara y les pusiera los pelos de punta.
