X - II

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Corro dirigiéndome hacia el baño y todo lo que antes había comido cae al retrete el sabor ácido y amargo se impregnan en mi garganta demostrando cuán aterrada, asqueada e impactada por lo que acabo de leer, estoy.
La puerta cerrada del baño siendo golpeada y las voces que ahora mismo son mis amigos; me llaman, más no puedo parar de sentir mi estómago revuelto devolviendo todo lo digerido y mi garganta ardiendo como el maldito infierno.
Esto debe ser una broma...
Salgo del baño con mano en mi boca pues las ganas de vomitar son incensates, y es que no cabe en mi cabeza que le haya asesinado, esto lo debo de confirmar yo misma.

Entro al CNI24H, el cual es "central de noticias informativas 24 horas"; el noticiero aparece en em pantalla plana que se encuentra recostado en la pared de la sala.
Si de verdad lo ha asesinado, debe aparecer aquí, la cruel realidad del mundo, de nuestra supuesta tranquila ciudad siempre es desmoronada y hecha añicos con este noticiero, nunca se quedan con pelos en la lengua.
Por esto se que si no aparece nada en unas cuantas horas, es todo solo mentira de esta persona incógnita y perversa.
Me desentiendo de todo lo que está sucediendo a mi alrededor y me sumerjo por completo en el programa reproducido, lo único que se es que respiro, sí no, ya estaría muerta obviamente.

- Así que todo ha sido una mentira.

Ya han pasado unas tres semanas, quizá desde que todo esto se había vuelto una mierda, las notas han cesado al igual que el miedo y tensión en la que nos encontrábamos mis amigos y yo. Creo que todo se ha detenido después de ese majestuoso susto que nos han pegado con esa foto de lo aparecía el cuerpo de una persona envuelta en bolsas de plástico negras, sí alguna vez encuentro al maldito que nos hizo esto, lo acabaría con mis propias manos.

- Sí.
Respondo sin más, cortando al chico sentado atrás de mí pues las clases están próximas a acabarse y comenzar semanas de exámenes, los cuales seguro reprobamos como cada semestre en el instituto.

- Aunque aún no debemos confiarnos del todo...- continúa el mono, volteo a mirarle con mi entrecejo fruncido y un dedo presionando la piel de mis labios.

- No hay que ser pesimista.- respondo dando vuelta a la silla de mi asciento regresando mi atención a lo que dice el maestro de Psicología, más que en la clase, le presto atención al redondo y hermoso trasero de el llamado Marco nuestro sexy maestro.

Básicamente todas las chicas están aquí por sus hormonas alborotadas... Y yo, teniendo más que solo esa razón...
El dia que todo comenzo el maestro que me ha sacado de clases nos ha enviado a Justin y a mi a "arrepentirnos" con este bombón, ya que, en este lugar, sí haces algo "malo" debes presentarte a esta clase, por suerte el supuesto martirio se convierte en el paraiso.
Las Feromonas se sienten en el aire, demonios por lo menos deberían de controlarse...
Sí, está bello y todo, pero porfavor...
Calmen esas tetas mujeres, que no se note el hambre; tan solo ver la manera en la cual están sentadas, dejan sin palabras sin más que decir ni suponer, toda esa calentura que tienen la dejan salir sin si quiera tratar de disimular un poco, les vale madres, sólo quieren que les de un hijo.
Yo tan solo verle puesto ese pantalón apretado que siempre trae forrando su trasero, me basta y me sobra.

- Si que está bueno.- dice en mi odio el chico de oro colocándome la piel de gallina, no estaba preparada para esto, mis sentidos no están en su plena disposición.- Eso es lo que piensan todas en este momento.

- Pues si, está bueno, pero déjame ponerle cuidado a esta clase, quiero salir ahora de aquí.- digo lo último en voz baja.

Escucho una tos fingida a mi lado por lo que giro mi cabeza lentamente y mi antes sexy maestro ahora me mira un poco... sonrojado(?)
¿¡He sonrojado a mi maestro?!
OH DIOS MÍO.
Trago en seco y siento mi cara ruborizarse por completo.

Me pregunto si ga escuchado,

-Ay...- acabo en un tono agudo a punto de morir, tragame tierra.

- Bueno señorita Alice...-
Alice está muerta señor trasero sexy, porfavor vaya a direccionamiento de muertes vergonzosas y pida que la revivan y maten consecutivamente. Gracias por hacerme viajar con aerolínea La muerte segura.

- S.. si señor...?- mi voz está hecha una completa maraca tan sólo tiembla y poco se entiende.

- Puede leerme la respuesta del punto C de la pagina veinte.
Da una amable sonrisa con sus ojos un poco enterrados.

Espera, espera, para tiempo, STOP, pido tiempo; esto solo tiene tres razones posibles...
Está haciendo como si nada hubiera escuchado, sólo tiene muchisima vergüenza ajena o no ha escuchado nada. No se pero sólo prosigo a hacer lo que me ha pedido.
Aún quiero morir, ah no, se me olvidaba, ya lo estoy, que vergüenza mas grande que me ha llevado y traído del Seol.

El día de clases pasa con completa normalidad (cosa que ya no podia decir a menudo), con excepción que ahora ando con los chicos siempre tras de mí, su preocupación inunda toda mi vida social, siempre pienso en ello pero me acuerdo que ya se ha acabado, no me entran ganas de ir a una fiesta más...
Gran mentira, ni yo puedo creermelo.
Amo las fiestas y cada vez que oigo de una allí me cuelo y ahí me pudes encontrar si me necesitas, en cualquier fiesta.
Por haber estado tan centrados en pensar que todo iba a regresar a la pesadilla de hace unos días no nos hemos divertido siquiera un poco, me mata ver como es ahora mi vida social, aunque mi madre que ahora está en casa, debe estar completamente aliviada.

Caminamos por el pasillo que está lleno de ruidos y sinfonías de la aveces unidas de los chicos y chicas del instituto.
Me sobresalta el amistoso y cariñoso saludo de mi morena amiga, Katerine, vaya me había olvidado completamente de ella.
- ¡Hola!.- dice esta ya con su cuerpo pegado a mi espalda abrazando mi cuello con sus brazos.

- Hola Kat. - sonrio girando mi cabeza a mi hombro en donde se encuentra apollada la cabeza de esta chica entusiasta.

- ¡Me habías abandonado! Pero no te podras safar facilmente de mi pequeña diablilla.- dice reposando un beso completamente húmedo en mi pómulo rosa que me estremece, no es cosa rara que haga esto en realidad siempre lo hace.
Volteo a verla dando vuelta a todo mi tronco gracias a que me ha liberado finalmente de su abrazo.
A pocos centímetros de ella se encuentra un chico con chaqueta negra y en si, ropa negra, lo registró con mi mirada de arriba hacia abajo notando que en su bolso colgando en su hombro sobre sale un poco el color rojo del uniforme de mi restaurante preferido y junto a este la mano del chico sosteniendo una hamburguesa en chuspa de McDonald's.

- El chico de McDonald's.- digo en voz alta refiriendome a éste.
Truena sus dedos y me apunta con el índice.

- Exactamente.- rie un poco y estira su mano hacia la mía.- Mucho gusto, me llamo Steban.

Este es mi tipo.

Siento vergüenza ajena por ti pequeña Alice jajajaja, pobre, y con que es tu tipo

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Siento vergüenza ajena
por ti pequeña Alice
jajajaja, pobre, y con
que es tu tipo.
Ya era hora que te
pareciera uno (ademas
del ariente maestro
de Psicologia)...

Todo esto no me
lo esperaba, para nada.
Bueno bueno,
quizá un poco.

Espero aguantaran
ver este capitulo.
Nos leemos luego.


A n g e l .

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