Cuando lo llevaron hacia la otra habitación sólo le quedaba pensar que Charlotte iba a estar bien. El pasillo se volvió tan largo cuando se alejó de ella, más que dolerle el hecho de que entre más de cinco persona le llevaran a rastras enterrando sus dedos al punto de dejarle algunos moretones en el cuerpo, dolía el hecho que no pudo salvarla de su peor pesadilla.
"Mierda, mierda, mierda."
La habitación a la que entraron sólo estaba alumbrada por un calendabro en el techo, la habitación estaba pintada de un color blanco invierno, al parecer sólo era un salón de eventos, las sillas estaban amontonadas en una esquina mientras que todas las mesas estaban desarmadas en un costado del salón. Uno de lo que escoltaba a Matt, sacó una se las sillas de la esquina y la posicionó en medio, allí fue puesto Matt y posteriormente desarmado para amarrarlo.
Moriarty miraba con cierta curiosidad la escena, mientras que Matt solo podía maldecirse por estar en una situación así. Nunca en su vida había sido atrapado, ni mucho menos amarrado. Suspiró con resignación.
- ¿Qué ha pasado contigo, Matt? - Dijo Moriarty. - Yo no te conocí así.
- Ni yo. - Respondió Matt, con un deje de veneno. - Mucho menos yo me puedo reconocer. Como sea, ¿puedo hacerte una pregunta?
- No prometo responderte si es que no me lo tienen permitido. - Levantó una mano en señal de sinceridad. - Dan es estricto en ese ámbito.
- Dan dijo que la organización me quiere de nuevo. ¿A que se refiere? Yo me relacioné con la organización, pero el era de Camorra. - Su tono de voz, sorprendentemente, era serena juzgando la situación en la que era sometido en ese instante. - ¿Acaso La Organización y Camorra se unió de alguna manera?
El ceño de Moriarty se frunció por un momento, como si estuviera debatiéndose si responder esa pregunta, si estaba permitido decirlo o no. Sonrió un poco, encontrando la respuesta.
- Bomer, creo que tu pregunta es justamente la que yo he tenido desde que llegué a Las Vegas. - Moriarty miró a su al rededor, las personas que lo acompañaban miraban con desaprobación su respuesta. - ¿Qué sucede? ¿Ustedes no tienen la misma duda? Yo desde que he llegado a esta ciudad no he visto más que veinte de La Organización, los demás seguramente han de ser de Camorra.
El silencio no hizo más que terminar de responder a la pregunta de Bomer. La Organización en su pasado era un selecto grupo de personas a las que se le llamaba cuando había que hacer el trabajo sucio de una manera magistral. Se le había confundido como el Crawford Company de Europa, razón de por qué Bomer quiso venir a Estados Unidos desde un principio. La gran pregunta que ahora se hacía el hombre amarrado a esa silla sólo era ¿Por qué unirse a Camorra?
Suspiró por un momento, notó cuan tenso estaba al hacer este gesto, la mandíbula dolía y la espalda se quejaba gravemente. Miraba al rededor y sólo tenía un vía de escape que era solamente la puerta por la que había entrado y unos cuantos ventanales. Rezaba por un milagro.
Y pasó.
Los gritos estallaron y toda persona dentro del gran salón corrió hacia la puerta, los comunicadores que tenían sólo podían gritar: "¡Debemos evacuar!" Moriarty sacó la pistola que tenía en el costado de su chaqueta y, al igual que todos allí, apuntó hacía la puerta dando la espalda a Bomer. El sonido por detrás de la puerta sólo eran pasos apresurados y disparos. Se podía palpar la tensión. Sólo quedaba a esperar.
-¡Cuidado con Bome...! - Gritó Moriarty y al girar su cabeza se dio cuenta que sacarle los ojos de encima no fue la mejor decisión que había tomado. Matt se había desatado y, posteriormente, desarmado a un hombre que ya estaba inconsciente en el suelo, la pistola en su mano parecía sólo una extensión de su cuerpo. Tragó con fuerza y rabia, la dirección de la pistola de Moriarty había cambiado y ahora apuntaba a Bomer. La atención dentro del gran salón ya no era solamente para la puerta en donde podrían entrar los compañero de Matt, si no que también era para el acto de valentía del rehén. - ¡Maldito seas!
Bomer solo alcanzó a sonreír un poco antes de que el gran clímax comience. La puerta se abrió y con ella un gas mortal que acompañaba a cuatro personas, se pudo vislumbrar la cabellera de la pelirroja encabezando la redada todos aquellos con pequeñas máscaras que cubría los ojos nariz y boca, las cuchillas, las balas y cualquier tipo de arma fue lanzado. Bomer corrió lo mas lejos del gas, mientras se cubría con la chaqueta que llevaba puesta, pero de a poco el gas llegaba a sus pulmones, dolía como mil demonios.
Entre los gritos y disparos, una mano lo tocó cuando se dio vuelta, era Jake.
- Ten, también tienes que ayudarnos con esta mierda. - Mientras le tapaba el rostro con una máscara idéntica a la que tenía él.
Matt sonrió gratitud. Cuando se acomodó la máscara, sus pulmones se lo agradecieron con fuerza. Con un poco de dificultad pudo reincorporarse a la batalla, las pistolas de hombres moribundos por el veneno estaban repartidas por el suelo y eso no hizo más que animar al hombre recogiendo cada una mientras mataba a todo aquel que aún seguía en pie peleando.
Pero no duró mucho.
La gran batalla que se libraba en el salón fue cediendo con un notorio bando ganador. Al parecer el gas fue mucho más fuerte que cualquier otra vez, los hombres de Camorra fueron muriendo hasta que no quedó nadie vivo. Cuando el silencio entró por completo en el gran salón, solo se pudieron escuchar los suspiros de Matt, Charlotte, Daniel, Jane y Jake.
- Temía que ya fueras historia. - Dijo Charlotte abrazando a Bomer.
- No podía permitirlo. - Mientras abrazaba aún más fuerte a la pelirroja. - Aunque no te miento, solo pude esperar un milagro, para que pudiéramos salir ambos con vida. Y juntos.
- Y ese milagro fuimos nosotros. - Sonrió Daniel. Arreglando su cabello. - Aunque ustedes nos deben la mejor explicación del mundo. - Se asemejaba a un padre regañando a sus hijos. -Nosotros sólo respondimos a ordenes pero también queremos las razones.
- Así es. - Jade susurró para sí. Cuando miró a su al rededor, la chica ahogó una risa y levantó los brazos como si quisiera lucir despreocupada. - Aunque fue divertido un poco de acción después de estar aburrida en mi casa.
- Debemos irnos, la policía no tardará en llegar y ver todo esto. - Dijo Jake al momento de sacarse la mascara. Acto seguido pudieron ver que no lo dijo en vano, las patrullas estaban rodeando el edificio y la única salida era escabullirse por entre las personas que evacuaban el casino. Bajaron corriendo las escaleras, fingiendo terror y así fue como el grupo de Midnight Murderers escapó y además sin tener que elaborar una escapada perfecta...
Cuando pudieron subirse a la camioneta de Crawford Company, Charlotte sacó de algún bolsillo del vestido el billete que su padre le había entregado y recordó lo que Dan le había dicho antes sobre Neal y no pudo evitar pensar lo que Jake le había dicho anteriormente sobre Neal, todo concordaba, pero le faltaba algo para creerlo por completo, le faltaba verlo por ella misma y Jake la ayudaría.
- Jake, ¿podemos hablar?
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Midnight Murderers [Matt Bomer]
Romance[...]"- No importa cuántas veces me quites las ganas de ti, Charlotte. - Sus labios rozaban su oreja, besando su lóbulo y sonriendo al mismo tiempo. - Siempre habrán más ganas al día siguiente."