Con una sonrisa de satisfacción, Bo Ah recorrió los dos salones para cerciorarse de que los invitados no encontrarían la menor imperfección y que no habría ninguna huella de dedos en los cristales ni ninguna flor marchita. Tal como dictaba la tradición criolla, la ceremonia nupcial tendría lugar por la tarde.
Enormes guirnaldas de rosas llenaban la casa, y se le había sacado brillo tanto a la plata como a la cristalería. El pastel de bodas era una creación espléndida e imponente, y las flores de pasta de azúcar que lo adornaban habían sido coloreadas con tal habilidad que resultaba casi imposible distinguirlas de las de verdad. En aquellos momentos, cuando sólo faltaban unas horas para la boda, había poco por lo que preocuparse.
La sonrisa de Bo Ah se oscureció un tanto cuando oyó una pequeña conmoción en el recibidor. Segura de que los gemelos estarían haciendo alguna de sus travesuras, se dirigió a la entrada con una severa reprimenda en los labios.
-¡Henry! ¡Justin! ¡Dejen de jugar! Dejen...
Se detuvo con una exclamación ahogada cuando vio las altas figuras de sus dos hijos pequeños. Kyuhyun y Siwon estaban en casa.
—Hijos míos —exclamó con incredulidad— ¿qué estáis haciendo aquí?
Los dos hermanos, altos y de pelo oscuro, se miraron el uno al otro, y luego la miraron a ella.
—Tenía la impresión de que vivíamos aquí, madre -replicó Kyuhyun en un tono ligeramente burlón.
—Sí, pero... habéis regresado un poco antes de lo que esperaba.
—Decidimos que ya habíamos visto lo suficiente de Francia —dijo Siwon secamente—Esas hijas de los Fontaine, madre... Por dios, algunos de nuestros caballos son más atractivos que la más apetecible del lote.
—¡Siwon, ¡qué poco caritativo eres! Estoy segura de que exageras.
Kyuhyun giraba lentamente sobre sus pies mientras contemplaba la casa engalanada con flores.
—¿A qué viene todo esto? —preguntó, lleno de perplejidad — ¿Es que se ha muerto alguien?
Mientras Ryeowook permanecía a buen recaudo en el piso de arriba haciendo que le arreglaran el pelo, los Vallerand se reunieron en la sala para una conferencia de familia. Con la ropa arrugada y llena de polvo y cansados por el largo viaje, Kyuhyun y Siwon contemplaron con incredulidad a su madre y su hermano mayor.
—¿Te vas a casar? —exclamó Kyuhyun, apoyando la cadera en el respaldo del sofá al tiempo que cruzaba sus largos brazos. Rió suavemente y contempló a Yesung, quien lo miró con expresión gélida— De todas las cosas que esperaba encontrar a mi llegada... —Por alguna razón, ver a su hermano mayor elegantemente vestido para la boda le parecía muy divertido. Kyuhyun siempre había sido el más irreverente de los hijos de Bo Ah—¡Bien, por fin lo han cazado! —La hilaridad pudo más que él, y rió tan estruendosamente que al final incluso la seriedad de Siwon se vio amenazada por una sonrisa.
—No consigo ver qué es lo que te resulta tan divertido —dijo Yesung con expresión adusta.
Para aquel entonces, Kyuhyun ya casi se había caído al suelo de tanto reír.
—¡Me gustaría saber qué clase de persona que ha conseguido arrastrarte hasta el altar! ¿Usó un garrote muy grande?
Siwon miró a Yesung con una mayor seriedad.
—¿Quién es? Nadie a quien conozcamos, supongo. Tú nunca te has molestado en mirar dos veces a ninguna de las personas de por aquí.
Bo Ah respondió por su hijo mayor.
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Casado Con Un Extraño [YeWook]
FanfictionNueva Orleans, a comienzos del siglo XIX Ryeowook Kersaint, un resuelto criollo que huye de un padrastro que la maltrata y de un matrimonio de conveniencia, encuentra protección en la casa de Yesung Vallerand, un notorio libertino que, según se rumo...