Capitulo 17

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El destino sabe lo que hace y de alguna manera tiene claro porque nos une, tal vez seremos muy felices o tal vez no, pero nos dejaremos una enseñanza para la vida. Hay mucho que aprender, la vida suele enseñarte a punto de golpes, así es como uno aprende a amar, a vivir sin alguien, a existir con la fuerza de un roble; ya no es tan fácil destruirte, tendrían que llegar a tus raíces, para darte muerte, por ahora tu fuerza esta en ellas y mientras nadie las toque tu sigues allí, viva. La vida nos termina haciendo de hierro con tanto golpe y muy difícilmente alguien podrá herirte, porque tu fuerza va más allá de sus intenciones. Lo amaré intensamente, eso lo tengo claro, lo amaré sin pensar en si se va a acabar, pero mientras estemos allí, juntos, no habrá nada ni nadie que nos separe, solo el destino tiene ese derecho y si así debe ser dolerá, pero tendré que aceptarlo...
Fácil decirlo no, pero no sentirlo, cuando amas no puedes soportar el hecho de que el destino no quiera que él este contigo, yo moriría si nos separáramos, creo que no podría soportarlo, nos costo tanto coincidir, como para dejarnos ir, pero yo tengo la fe de que esto va durar bastante, eso espero y lo creo...
Era un día de verano como todos los demás, lo único que lo convertía en especial era Sebas, el siempre hacia especial cada uno de mis días, los hacia únicos, con sus boberías.

- Necesito hablar contigo - me dijo Sebas después del almuerzo.

- Dime? - dije normalmente

- Aquí no, es algo muy importante - dijo con una sonrisa - vamos a nuestro lugar preferido.

- Vamos, no puedo esperar a saber que tramas - reí

- Ok, ya verás - río malicioso.

- Me das miedo - dije siguiéndole la corriente.

- Bueno, como empiezo - dijo una vez llegamos a ese lugar - te quiero preguntar algo.

- ¿Sí? - dije sorprendida.

- ¿Qué has pensado sobre lo que hablamos la ultima vez? - dijo bajando la mirada

- No se, tal vez ya sea hora de dejar el orgullo, no lo crees - dije emocionada imaginando lo que diría.

- ¿Te gustaría ser mi novia? - dijo tomando mis manos con una enorme sonrisa en su rostro.

- Claro que sí - dije brincando de emoción.

- Te amo - me dijo y me besó.

- Yo te amo más - le dije y le correspondí.

- Así me los quería encontrar, esto yo me lo imaginaba, pero ya se les callo el teatro, todo el colegio lo descubrirá - dijo Margaret.

- ¿Celosa Margaret? - dije burlandome.

- Celosa yo, por favor, pobre niña, yo puedo conseguir muchos hombres, en cambio tú, él ni te quiere solo quiere jugar contigo - dijo Margaret molesta.

- Por eso me tienes envidia verdad, porque tienes muchos hombres, pero ninguno te quiere como Sebas me quiere a mi, solo te buscan por perra - le dije molesta.

- Te voy a matar maldita, quien te da permiso de hablarme así - se lanzo hacia mí y Sebas la detuvo - quitate de mi camino a mi nadie me detiene.

- Pues te tocara detenerte porque con Sofia nadie se mete mientras yo este aquí - dijo Sebas súper molesto.

- Sueltame me esta doliendo - chilló

- Te suelto si te largas de aquí y te dejas de meter en nuestras vidas - dijo Sebas furioso - ¿De acuerdo?

- Vete a la mierda - susurró.

- ¿De acuerdo? - la apretó con mas fuerza.

- ¡De acuerdo! - chilló nuevamente.

- Sueltala - le dije a Sebas - a y si quieres dile a todo el colegio Sebas y yo no tenemos nada que esconder.

- De acuerdo - dijo Sebas - vete ya.

- Vamos a ver que dirás luego perra - dijo Margaret y se fue.

Luego de eso, Margaret no molesto más, creo que en cierta parte Sebas la había asustado bastante y ya no quiso acercarse a nosotros, por suerte, solo de vez en cuando me hacia caras de lejos o hablaba con sus amigas sobre mí, como de costumbre, pero note su cambio de actitud, respecto a acercarse, lo pensaba mucho antes de topar con Sebas.
Sebas me hizo bastante feliz, no lo dudo, cada día a su lado era lo mejor que me pudo haber pasado, nuestro lugar preferido, ahora era nuestro paraíso, siempre estuvimos allí, sin nadie más que nos molestara y eso era genial. Él le regalo a mi vida tantas cosas que cambiaron mi perspectiva sobre ella, aquella soledad, aquella tristeza, aquel vacío, se apagó cuando el llego, mi vida tomo sentido y encontré en ella algo hermoso, ojala me hubiera percatado de que la felicidad no dependía de alguien, pero estaba demasiado segada para saber que la mía, estaba empezando a depender de él.
Que más daba si él estaba allí conmigo, que importaba si yo no era feliz por mí misma, él era eso, mi felicidad, la que nunca acabaría, no se iría nunca. Sin darme cuenta, mi mente me llevo por ese camino, creer que él nunca se iría de mi lado, algo ilógico, nada es para siempre, pero lo había olvidado, él hizo eso, me hizo olvidar todo lo malo, olvide tanto, tantas cosas que me habían herido se esfumaron, lo cual era bueno, o tal vez no tanto, pero en ese momento, era mi vida, a lo que yo me aferraba con fuerza.
Mucho tiempo después de que ya no veía mas a mis amigos, tres meses exactamente que no supe nada de ellos, creo que Sebas también me hizo olvidarlos, eso me hizo darme cuenta, que yo siempre fui quien los buscaba y no ellos a mí, me di cuenta de que la única que le importaba no perder contacto era a mí, pero creo que ese tiempo sin hablarnos los hizo recapacitar y después de mucho pude saber de ellos nuevamente.

Amantes Bipolares ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora