Capitulo 23

13 0 0
                                    

- Despierta niña, despierta - dijo mientras reía.

-¿Qué paso?... ¿Hace cuánto me dormí?, Dios - dije desconcertada.

-Tranquila no hace mucho, quería despertarte antes, pero te veías muy linda durmiendo - dijo con una enorme sonrisa - bueno te despertaba porque ya es muy tarde, son casi las 9 de la noche.

- Jaja muy gracioso... ¿QUÉ?.. ¿Es encerio?, salgamos de aquí ahora mismo - dije sorprendida.

- Eso te iba a decir, vamos - se puso de pie y se levanto de allí.

- Que irónico, ¿no? - dije para mí, pero fue imposible que él no escuchará.

- ¿De qué hablas? - dijo extrañado.

- De que estemos aquí, tu y yo juntos, ¿no es extraño? - dije improvisando.

- Cierto, pero las cosas pasan por algo, así que vamos no lo pienses tanto y solo vivamos el momento - dijo sonriendo.

- Eso sonó tan cursi, ya lo vivimos, así que ahora debo de ir a mi casa antes de que mis papas lleguen - dije fría.
«Siempre lo arruinas todo Sofia... Baa que importa, ni siquiera somos amigos» pensé.

- Pero llegan a las 9 y 30, así que aún podemos tomarnos un café, ¿qué te parece? - dijo muy obvio - se que te encanta la idea, no lo niegues, amas el café y además no te vendría mal uno, por ahí dicen que es antidepresivo.

- ¿Cómo sabes todo eso?, ¿acaso investigaste mi vida mientras dormía? - dije exagerando.

- Jajaja no hagas drama, tu me lo contaste, que no recuerdas, y lo del café ya lo sabía, siempre te ha encantado - río

- Ahora resulta que te conté toda mi vida y no recuerdo, que irónico... Pero como sabes eso, yo que recuerde tu y yo nunca hablamos de nuestros gustos, nunca empezamos así, como se inicia una amistad normal, solo te dedicaste a joderme la vida, así que como diablos sabes eso de mí - exagere demasiado, pero es que enserio era muy extraño.

- Observación, querida, observación - dijo burlándose.

- ¿Ahora me espías o que? - dije sorprendida.

- En serio siempre eres tan dramática, es obvio siempre que estabas con los chicos pedías un café, "¡cargado y clásico, por favor!, ah y para comer, traeme un pastel de chocolate, me pongo imperativa, pero !!lo amoo...!! - dijo disque imitandome - jamás lo olvido, siempre me causaba gracia, y por lo general, lo que me da risa nunca lo olvido.

- Ya entiendo porque nunca olvidabas nada de lo que me pasaba, todos lo superaban y tú siempre estabas allí para recordármelo, uich por eso te odio tanto - torcí los ojos -pero bueno a un buen café y un pastel de chocolate nadie se resiste, así que acepto.

- Ay no me hieras recordándome que me odias, mejor vamos por el café... ¡¡interesada!! -  dijo para luego correr delante mío, sabia que lo perseguiría, creo que me conocía bastante bien y yo ni siquiera lo sabía.

- ¡¡Vas a ver idiota!! - no es que me moleste eso de que dijera que yo soy interesada, pero es que en cierta parte era divertido fingir que así era.

- ¡¡Alcanzame si puedes!! - se burlaba

- ¡¡Allá voy!! - decía yo...
Y así fue hasta que llegamos a la carretera.

- Jajaja no me alcanzaste - dijo burlándose.

- Ya veras como te va a ir - dije maliciosa.

- No Sofia, no - odiaba las cosquillas y yo amaba hacer cosquillas, por eso es que también peleábamos siempre, porque yo me defendía haciéndole cosquillas, sí, sé que es estúpido, pero bueno, eramos niños, que más podría suceder.

- Tú te lo buscaste - me burle.

- Basta ya, Sofia, basta - decía entre risas.

- Ahora sí te ríes, que bien, antes terminabas golpeándome, descarado - decía yo burlandome.

- Ya no soy el mismo, pero ya no sigas, ¡¡Sofia ya!! - intentaba parecer estar molesto, pero no paraba de reír.

- Ay ya se enojo el niñito - creo que ahora si me estaba pasado.

- Ya, Sofia ya, luego dices que porque soy como soy contigo - creo que ya comenzaba a molestarse.

- Jajaja que lindos - dijo alguien que paso cerca, lo cual evitó que siguiera torturando a Erick, ambos nos quedamos mirando intrigados - que bonita pareja son, de esas que ya no hay, pero no seas mala niña, creo que te abusaste con tu novio - era una señora de pequeña estatura y bastante robusta, aunque me daba la idea de que era de esas viejas chismosas de barrio.

- ¿Novio?, no señora, no se confunda, jamás seria novia de este idiota - reaccione de manera muy obvia.

- Gracias señora, si usted no hubiera llegado, no sé que hubiera sido de mí - se burlo - y disculpe, ella es así de odiosa, no le hagas caso, pero así como es de necia, amargada y peleona, yo la amo demasiado... Y ella a mi claro esta, verdad mi vida.

- ¿QUEE? - no pude decir nada más, porque él me tapó la boca.

- Bueno espero sigan así de bien a como van... Y bueno cuida que no se comporte así de grosera siempre - dijo la señora y se fue.

- Sí, gracias señora, procurare que no vuelva a pasar, ahí disculpe - dijo el idiota.

- ¡¡Sueltame imbécil!! - le di una patada en sus partes bajas, mientras la señora nos miro con cara de susto del otro lado de la calle.

- ¿Quieres matarme, idiota? - dijo muriéndose de dolor.

- Sí eso deseo ahora mismo, ¿cómo te atreves a decirle eso a esa señora?, eres un completo idiota, y así no quieres que te odie, pues te ganaste que te odie aún más, estúpido - dije demasiado molesta.

- Lo siento, no creí que te molestara tanto, solo quería engañar a la señora por ser tan entrometida, no entiendo porque te afecta tanto - dijo apenas recuperándose del golpe.

- Uich, contigo no se puede hacer nada bien nunca, no vamos a poder arreglar nuestras diferencias nunca, ¿y sabes por qué?, porque siempre tienes que hacer algo para cagarla, siempre - dije más molesta aún.

- Y tú siempre lo arruinas todo por ser tan amargada - dijo él empezando a molestarse.

- No lo soy, pero tu siempre me haces perder la paciencia - dije ya harta de todo eso - sabes que, olvida lo del café, me voy de aquí ya.

- ¿Qué?, ¿es enserio Sofia?, ¿siempre tiene que ser así?, no te vayas - me decía desde lejos.

- ¡Vete a la mierda! - grité.

- Espera, ¿qué haces?, vuelve aquí - me decía.

- ¿Estás loco?, ni lo sueñes - tome el primer taxi que vi y me fui de allí.

- No puede ser - murmuró - ¡SOFIA!, ¿qué haces Sofia?, no te vayas - corrió hacia el taxi.

- ¡¡Arranca ya, rápido!! - le dije desesperada al taxista.

- ¡¡NO!!, ¡¡ALTO!!, ¡Sofia no te vayas! - fue lo último que escuche, antes de que lo perdiera de vista, una vez más, todo había terminado mal.

«Uich no lo soporto» pensé

Enserio aún no entiendo como es que llegamos a ese punto, al punto de parecer grandes amigos cuando en realidad nunca lo hemos sido, pero a pesar de eso, no puedo negar que fue bonito, mientras me imagine que era otra persona, enserio lo fue, pero en él no se puede confiar, nunca se sabe que hará para cagarla y echarlo a perder todo.
Tal vez la vida quería que conociéramos un poco de nuestro lado bueno, aunque jamás creó que se repita, solo fue una oportunidad que se presento por casualidad y jamas volverá a ser así.

Amantes Bipolares ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora