Capitulo 37

4 0 0
                                    

Estaba frente a la puerta de Erick, dudando, pensando en si quedarme o no allí, con el corazón palpitandome a mil por hora. El miedo se apodero de mi mente y estaba apunto de irme,  cuando Erick abrió su puerta, me miró con una enorme sonrisa en su rostro, esa sonrisa que me dejaba sin aliento... Dios que me esta pasando, porque siento esto cuando lo veo.

- ¡Hey ya estás aquí, te estaba esperando, entra! - me dijo lleno de emoción. Yo no dije nada, solo me quede mirandolo llena de panico allí frente a él. Creo que él me conocia bastante bien porque apenas me miro, me jalo hacia adentro y me dijo - Vamos antes de que te arrepientas y te vayas.

- ¡Hey! ¿Que te pasa?- dije nerviosa

- No quiero que te arrepientas y te termines hiendo de aquí - me dijo y me jalo, tiro la puerta y me empujo hacia el sofa.

- ¡Oye¡ ¿Porque haces eso? - dije sorprendida y un poco molesta.

- Nada... - dijo con una risa maliciosa y detuvo mis intentos de levantarme del sofa. Yo me puse muy nerviosa, entonces Erick se rió y empezó a hacerme cosquillas en el estomago, sabe que odio que me haga eso, no podía parar de reír.

- Detente ya, no seas necio - le dije entre risas.

- Bueno, esta bien, pero prometeme que no te iras de aquí - me dijo con el seño fruncido.

- Te lo juro - dije ahora si muy segura.

- Bueno, digamos que te creo, ¿quieres pizza? - dijo riendo.

- Claro que sí - dije emocionada - sabes que me encantaba la pizza.

- Sabía que te iba a encantar, ven - dijo super emocionado - ¿te importa si subimos a mi cuarto?

- ¿A tu cuarto? - dije sorprendida.

- Si, no te preocupes no voy a intentar nada raro, te lo prometí, solo vamos a jugar play y a comer pizza, bueno si quieres, si no, podemos hacer otra cosa - dijo dudoso.

- Bueno esta bien, voy a confiar en ti, vamos - le dije un poco nerviosa.

- Si, vamos no te preocupes, todo va a estar bien - dijo jalandome de la mano, y me llevo hasta su cuarto - sientete comoda, estas en tú casa, puedes sentarte allí no hay problema, ya regreso, voy por la pizza.

- Bueno, esta bien, gracias - dije aún nerviosa... ¿Por qué aún me costaba confiar en él? Tal vez porque siempre hizo lo que quiso conmigo, me beso varias veces sin mi concentimiento, logro que lo perdonara muchas veces y que le confiara mis más profundos secretos, ¿cómo no tener miedo a quien parecía ser mi debilidad?...

- Oye, ya deja de hacer esa cara, ni que no me conocieras y esta fuera nuestra primera cita - me dijo un poco extrañado - tengo una idea hagamos algo diferente, para calmar los aires - puso musica y comenzó a bailar de una forma ridicula.

- ¿Enserio, esos son tus mejores pasos? Te mostraré los mios - dije entre risas y comencé a bailar, sin saberlo perdí todos esos nervios que me consumian, y es que él siempre encontraba la manera de hacerme sentir comoda ante cualquier situación, era imposible aburrirse y solo quedaba reír a carcarcajadas hasta que mi mente despertara de nuevo y mi hiciera entrar en razón.

- Guerra de almohadas - gritó y no me dio ni tiempo de pensar cuando sentí el golpe que me tumbó en su cama - jajaja muy bien señorita que tienes para mí - dijo burlandose de mí. Tome una almohada y comenzamos a jugar como niños. Y sí realmente eramos como niños, nos enojabamos por tonterías y nos pasabamos riendo horas... El tiempo volaba con nosotros mientras haciamos locuras y nos contabamos cosas sin sentido.

- Okey estoy exausta jaja - reí un poco.

- ¿Enserio te riendes? - rió.

- No, si no estuviera cansada, ya te habría acabado.

Amantes Bipolares ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora