Capitulo 29

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Estoy a segundos de tener a Erick frente a mí y dudo de que mi reacción hacia él sea positiva, en verdad tengo miedo de que cuando al fin lo tenga en frente, no pueda controlar mis ganas de golpiarlo, de gritarle en su cara que es un asco y que lo odio.
Allí estaba, junto a Rodrigo, esperandonos en "nuestro lugar especial", según decia Lucía, pero para mí nunca lo fue, siempre fue el lugar de ellos, no el mío.

-Hola chicas, me hicieron falta hoy - dijo Rodrigo abrazandonos muy fuerte.

- Hola amigo, yo tambien a ti - lo abracé con fuerza también.

- Hola Lucí, a mí también me hicieste mucha falta amiga - dijo Erick

- Y tú a mí - dijo Lucía.

- Hola Sofia - me miro pervertidamente.

- Hola! - dije con desagrado.

Caminamos durante unos minutos en un silencio incomodo, hasta que Erick se me acercó y me susurró:

-¿Te acuerdas de anoche?... Yo sí, fue increible, ¿no crees?... Creí soñar cuando te estaba besando, pero cuando me golpeaste, me dí cuenta que estaba sucediendo en realidad... - mi paciencia estaba llegando al limite, pero sabia que si me dejaba llevar por la ira, todo sería demasiado evidente - ¿Y si te beso de nuevo? - no pude soportar más y lo golpee justo en el rostro.

- Callate imbecil, me das tanto asco, IDIOTA - dije furiosa y me fui de allí rapidamente.

- ¿Qué pasó? - dijo Lucía sorprendida.

- ¿Todo esta bien, amigo? - dijo Rodrigo preocupado.

- Ire tras ella para calmarla, creo que cometí un error - dijo Erick siguiendome, decidí correr para que él no pudiera alcanzarme facilmente.

《Ya no lo veo, lo logré, ahora ire en paz a casa de Lucía y le diré a su madre que no me siento bien y por eso volví》 - pensé y sonreí victoriosa.

- ¡¡SOFIA!! - Escuche a lo lejos.

- Ay no, era muy hermoso como para ser cierto - dije para mi misma y me escondí tras los arbustos.

- Sofia, ¿dónde estás? - gritaba - ¿Estás aquí? - lo vi alejarse rapidamente.

- ¡Que alivio, por poco me descubre! - dije aliviada.

- Sabía que estabas aquí - brinque del susto - ¿Creíste que caería tan facíl?, no soy tan idota - dijo burlandosé de mí.

- Idiota, dejame en paz, largate de aquí - le grité desesperada - eres el menos indicado para estar aquí, sabes, te odio.

- No, el problema es conmigo, ¿no es cierto?, creo que todo lo hice mal, lo heche todo a perder, todo estaba tan bien cuando empece a hablarte y entonces hice cosas que te molestaron y luego, en esa fiesta te humille y te lastime - dijo apenado

- ¿Y hasta ahora te das cuenta? - dije molesta.

- ¿Solo eso diras? - dijo intrigado.

- ¿Que quieres?, ¿que te aplauda?, no volveré a creer en tus palabras, creí en ti y te burlaste de mí, no quiero que te me acerques nunca más, ¿te queda claro? - dije muy molesta.

- Tienes razón, sabes, soy un imbecíl, te he usado como una burla y eso no es justo, yo sinceramente me equivoque, si no quieres perdonarme lo entiendo - dijo apenado - Lo siento mucho - dijo por último y se fue.

- No sé que pensar, me confundes, un día eres la peor persona del mundo, luego me ayudas y me apoyas, y de un pronto a otro, cuando se supone que "todo esta bien", vuelves a hacerme daño y luego pides disculpas y te comportas como si fueras alguien más, alguien que realmente no eres - 《no, ¿que haces Sofia?, no seas idiota, demuestrale que tú eres mejor que él, no, no vayas a llorar, SOFIAAA》me repetia muchas veces, pero no logré contener los sentimientos, no sé que me pasaba, esto me estaba doliendo realmente, aunque no quisiera aceptarlo - Te odio tanto, me lastimas tanto - Solte en llanto.

- ¿Sofia, estas bien? - dijo sorprendido y me abrazó con fuerza - perdoname, yo no creí que te iba a lastimar tanto y sinceramente me equivoque. Lo arruine todo, soy un imbecíl. Sé que no me perdonarás por esto y tienes la razón, yo no tengo escusas. Me siento realmente mal por lo que te hice y aunque no me creas te prometo que jamás volveré a burlarme ti - estaba apunto de separarlo de mi, hasta que vi que una pequeña lagrima bajo por su mejilla, en ese momento me entro un sentimiento muy fuerte e indescriptible de arrepentimiento y entonces correspondí a su abrazo.

- Te perdono - dije finalmente limpiandome las lagrimás y dibujando una gran sonrisa en mi rostró - quizás realmente no eres tan malo como pareces, sabes creí que jamás te perdonaría, pero quizá pueda darte una segunda oportunidad para arreglar las cosas.
Empezamos mal la primera vez. Logramos caernos un poco bien en el primer intento por cambiar las cosas y bueno todos tenemos derecho a una segunda oportunidad, así que no lo eches a perder esta vez, porque no habrá una tercera, ¿de acuerdo? - me hizo sentir bien decir eso, aunque pareciera mentira.

- Y tú quizás realmente no eres tan odiosa como lo creí, jamás imagine que dijerás eso y me solprende mucho tu actitud en este momento, pero quiero decirte que cuentas conmigo, te lo prometo - dijo dibujando una enorme sonrisa en su rostró tambien.

- Bueno me parece bien - dije feliz y complacida.

- ¿Qué te parece si vamos a que conoscaz mi casa? - dijo sonriente.

- Me parece increíble - dije emocionada.

- ¿Vamos?

- Vamos.

Nunca me había sentido más feliz de que las cosas terminarán de esa manera, sinceramente me sentia extraña y en momentos quería pegarme por haber sido tan idiota, pero por otra parte sentía que había hecho lo mejor y quizás esto no terminaría tan mal como pensaba ¿o que tal que sí?, la verdad no lo sé, pero valía la pena intentarlo de igual forma, esta sería la prueba definitiva en la que me daría cuenta quien era realmente Erick. No tenía claro si este era el principio o el final de las cosas, pero lo descubriría conforme pasara el tiempo.
Al fin tendría paz en mi corazón, si lograba ya no odiarlo, si lograba conseguir al fin pensar que no era la persona que yo creia y eso me llenaba de esperanza.

Amantes Bipolares ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora