Capitulo 24

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Alguna vez has sentido que tu vida se derrumba, que se cae en pedacitos poco a poco, que ya nada tiene sentido, que se te acaban las esperanzas, que se te acaban las ganas de vivir poco a poco y solo éstas ahí, en medio de la nada, sintiéndote destruido, abatido por el tiempo, con el corazón hecho trizas...
Los días son largos, las noches cortas, vivir es una carga, mirar otra vez aquellos rostros, rostros tan conocidos, rostros que te destruyen, que se burlan de ti con solo verte, una vez más, solo el vacío te acompaña, el vacío de el corazón...
Así me sentía yo, me sentía destruida, hecha pedazos, sin ganas de nada, ni de vivir, cada día en el colegio, era un calvario para mí, ver todos los días a las mismas personas que me destruyeron aquella noche, ver a Sebas, ver a Margaret burlándose de mí a lo lejos satisfecha de lograr su objetivo, de lograr que de mi mente no se borrara las palabras que una vez me dijo: "él ni te quiere, solo quiere jugar contigo... Vamos a ver que dirás luego perra". Ella sabia que eso pasaría, ya tenía el plan listo y yo lo había provocado retándola, pero ya era bastante tarde para arrepentirse.

- ¡Sofia! - escuche una voz detrás de mí, creí que en aquel pasillo vacío no había nadie más que yo, voltie a ver sorprendida, me quede sin palabras, era él, era Sebastian, ahora que iba a hacer, ¿no tenia bastante con destruirme como lo hizo aquella noche?, ¿para qué quería seguir torturándome?, todo eso pasaba por mi mente, mientras él estaba allí frente a mí, esperando que dijese algo, pero es que ya no había nada que decir, se acabó, ya se había acabado todo, ya nada volvería a ser como fue.

- Sofia yo... - dijo al fin - lo siento tanto... Yo estaba borracho y... No sabia lo que estaba haciendo...

- Tú nunca sabes lo que haces, ¿no es así? - dije furiosa - ella fue un error, ¿cierto?, ¿entonces yo también lo fui?

- No... ¿Cómo puedes pensar eso? - dijo asustado.

- Esa noche también estabas borracho, que puedo pensar yo, ¿a ver dime?, es que acaso no dijiste que hacías cosas de las que jamás te atrevías estando consiente, ¿no es así?

- Si así es - solo dijo.

- A pero además dijiste que lo que hacías o decías realmente lo deseabas y ahora me vienes a ver la cara de idiota, no seas sínico, dejame en paz, ya suficiente tengo con Margaret, ¿por qué no te vas con ella? y así te sigues burlando de mí más a gusto, se nota que lo disfrutas - dije bastante molesta.

- No es cierto, yo te quiero a ti, yo no estaba consciente de lo que hacía, simplemente hay cosas que no se pueden controlar, Sofia yo te amo y no puedo amar a nadie más, yo a ella no la quiero, a quien quiero es a ti - me decía intentado convencerme.

- Eso no demostraste en los últimos meses, llego ella y te olvidaste de mí, me cambiaste desde ese día, el día en que decidiste abrirle las puertas de tu vida a ella, desde ahí dejaste de amarme, te embobaste con ella y ahora que te botó porque no te quiere, vienes a buscarme a mí, pero que crees yo tampoco te quiero más en mi vida, largate y dejame en paz - no pude evitar que se me salieran las lágrimas, es que aquello ultimo que dije era tan falso, yo lo amaba, lo amaba con todo mi corazón, pero yo sabia darme mi lugar y yo no pensaba sufrir, mucho menos volver a su lado.

- Ella me engaño, me dijo cosas de ti que yo de estúpido creí, yo no quise escucharte a ti, sé que soy un imbécil, pero no significa que no te ame, yo por ella no siento nada, a quien quiero es a ti solo a ti - dijo una vez más.

- No, no me quieres, esa misma noche lo dijiste y sé que es cierto, dijiste lo que llevabas dentro, ya no lo niegues más, sin darte cuenta sacaste lo que no querías decirme por miedo a lastimarme, pero esa noche lo hiciste, así que, ¿para qué quieres arreglar las cosas?, ¿para qué? sí ya me heriste, sí ya destrozaste mi corazón, ya no vas a poder evitarlo, si quieres que sea feliz, que no sufra más, entonces vete y dejame en paz - rompí en llanto, ya no podía más, ya no podía esconderlo.

- No te pongas así, ya te dije, no sabia lo que decía, yo soy un completo idiota, en serio no fue cierto lo que dije, además, sé que estas más molesta por el beso que le di a Margaret que por lo que dije, te enojas por un simple beso, solo fue eso, algo sin significado alguno - aquellas palabras se me clavaron en el corazón como una cuchilla, ¿cómo podía ser tan cínico?

- ¿Cómo te atreves?, eres un cínico, dejame en paz, vete de aquí ya, no me molestes más, para ti un beso no es nada, pues para mí sí, así que vete de mi vida, porque las palabras duelen, los besos también significan algo, al menos para mí sí... Me das asco, me da asco tu cinismo, la manera en la que hablas como si nada te importase, pero bueno que se puede esperar de ti, que se puede esperar de un imbécil sin sentimientos - continuaba llorando, ahora más que antes y no podía evitarlo.

- Eres tan dramática sabes, pero bueno algún día te arrepentirás, yo sé que sí, piensalo ¿sí?, sé que ahora estas dolida, pero volverás - me dijo resignado.

- Sí claro, soy una dramática y tú un cínico que no le importa nadie, jamás volveré, grabatelo de una vez por todas, jamás volveremos, esto se acabó, se acabó para siempre, te odio, te odio tanto - ya no podía más, dije esto último y me fui de allí, lo quite de mi camino y salí corriendo, sin rumbo, una vez más, el timbre de salida me había salvado.

Corrí, corrí sin rumbo y tope de nuevo con aquel chico, una vez más, el destino amaba jugar conmigo, si no era uno era el otro, allí estábamos nuevamente, uno frente al otro, en su rostro se dibujo una sonrisa y pronuncio mi nombre, yo no supe que decir, es que jamás imagine encontrarlo, no después de aquella noche en la que me enfade con él, quería hacerme la dura, molestarme como siempre y huir de allí, pero no pude, no pude y me deje caer en sus brazos, lloré sin parar, lloré hasta no poder más. Sentí que él también intento detenerme, hacerse el enfadado e irse, creó que él también deseo no abrazarme, pero al igual que yo, no lo logró.
Las cosas se tornaban extrañas, ya Erick y yo no éramos los mismos, algo nos unía, algo que llevábamos muy dentro.

Amantes Bipolares ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora