XVII

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(Narrado)

El sonido de la música invadía cada rincón del auto, su voz se fusionaba con las melodías provenientes de la radio mientras sus manos jugaban con el volante del auto, algunas risas y unos movimientos al ritmo de la música hacían el trayecto hasta la casa de la morena mucho más corto.

Ambos tenían una salida de amigos aquella tarde, Kylie le ayudaría a escoger su traje para la inauguración del nuevo restaurante de los padres de Elizabeth, era un acontecimiento especial y sus padres casi «lo obligaban» a ir, por lo que su mejor amiga lo ayudaría con eso.

El sonido de su móvil lo sacó de sus pensamientos, giró su mirada hacía donde éste estaba y deslizó la pantalla para ver de que se trataba, era un mensaje de la morena.

Enseguida una sonrisa se dibujó en sus labios y aparcó a un lado de la calle para responder.

WhatsApp

Kylie

(En línea)

Hey, ¿Ya estás llegando?🤭❤
03:14 pm

Sí, estoy a unas cuadras de tu casa, ponte aún más bella de lo que ya eres, que necesito todo tu buen gusto para hacer magia está tarde.😘❤
03:15 pm

Ya casi estoy lista, sólo toca el claxon cuando llegues, bajaré enseguida.😂❤
03:15 pm

Listo entonces, estaré ahí pronto, nos vemos.😉❤

03:16 pm

Luego de aquella rápida conversación, el rubio dejó el teléfono en donde anteriormente estaba, rió para sí mismo y encendió el auto.

No faltó mucho para que él lograra divisar la fachada de la mansión Jenner y tal como ella le había dicho sólo tocó la bocina un par de veces para luego salir del auto a esperar a su mejor amiga.

Al cabo de unos minutos logró apreciar la silueta de la chica aparecer tras el umbral de la puerta, un suspiro escapó de sus labios, casi, de manera inevitable, de verdad era hermosa...

El sonido de las rejas cerrarse provocó que saliera de sus pensamientos, la morena caminó hasta quedar frente al rubio y él no dudo en tomar la mano de ella y darle una delicada vuelta para apreciar aún más su belleza.

—Estas bellísima— susurró cerca de su oído causando algunas risas por parte de ella quien rodó los ojos para luego depositar un beso sobre su mejilla.

—Gracias, Justin, siempre tan amable— ambos sonrieron simultáneamente, el chico abrió la puerta para que ella ingresara quien agradeció con una otra sonrisa.

—¿Donde iremos?— dijo una vez en el auto arrancando el mismo.

—Al centro comercial, ahí tenemos más posibilidades de encontrar algo bueno para ti— él sólo rió iniciando el trayecto tratando de no distraerse con la presencia de su acompañante.

~*~

Tras algunas sesiones de carpool, las risas, bromas y algunas conversaciones sobre temas trivales, ambos habían llegado finalmente al centro comercial, ahora estaban escogiendo el traje que el rubio usaría para la fiesta de aquella noche, ella no iría, a pesar de estar invitada también, no quería importunar, pues sabía que Elizabeth no la veía con buenos ojos y prefería ahorrarse los disgustos.

—Kylie, no sé si esto sea una buena idea...— murmuró el rubio del otro lado de la puerta, mientras se observaba frente al espejo con uno de los trajes que ella le había escogido.

—Oh vamos Justin, no te pongas nena y sal— rió levemente mientras seguía viendo algunos trajes y, ocasiones, deleitando su vista con las figuras masculinas del lugar.

—¿Estás segura?—exclamó con cierto temor en sus palabras y al no escuchar respuesta por parte de la morena salió a ver donde se había metido. —Kylie, ¿Estás ahí?— sus ojos buscaron a la joven por toda la tienda, pero no la hallaron, gruño por lo bajo.

Ingresó nuevamente a los vestidores para quitarse aquel traje de mono, suspiró con pesadez. A veces le molestaba que ella hiciera este tipo de cosas, era una distraída.

Rápidamente tomó un traje turquesa para luego pagarlo sin mucho interés, él quería hacer eso con ella, había pasado mucho desde que pasaban tiempo juntos y ella simplemente se iba a quien sabe donde.

Empezó a buscar a la joven en alguna tienda cercana, pero parecía en vano, esa mujer sabía como desaparecer mágicamente, a veces llegaba a creer que hasta tenía poderes. Rió ante sus pensamientos negando con la cabeza.

Tal vez lo mejor es ir por algo de comer, luego seguiré intentando encontrala.

Pensó mientras caminaba hasta el local de McDonald's, al llegar sus ojos se posaron sobre un rostro en particular, su piel pálida, unos penetrantes ojos azules, un cabello negro y rebelde, era Liz.

Decidió pasar a saludar, después de todo sino lo hacía ella lo podría tomar a mal y no quería eso.

—No esperaba verlas aquí— murmuró al llegar frente a ellas, pues, al parecer, no sólo Elizabeth estaba ahí, también su chica de los ojos almendrados...

Crush ↬J.B.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora